jueves, 27 de marzo de 2014

Vídeos Reflexión: IVº Domingo Tiempo de Cuaresma - Ciclo A - "El ciego de nacimiento" - (Monjas de Sant Benet - Youtube - Ed. Verbo Divino) -









Evangelio según San Juan 9,1-41

IVº Domingo 
de Tiempo de Cuaresma - Ciclo A -
30/3/14
Jn 9,1-41
Al pasar, vio a un hombre ciego de nacimiento.
Sus discípulos le preguntaron: "Maestro, ¿quién ha pecado, él o sus padres, para que haya nacido ciego?".
"Ni él ni sus padres han pecado, respondió Jesús; nació así para que se manifiesten en él las obras de Dios.
Debemos trabajar en las obras de aquel que me envió, mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar.
Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo"
Después que dijo esto, escupió en la tierra, hizo barro con la saliva y lo puso sobre los ojos del ciego,
diciéndole: "Ve a lavarte a la piscina de Siloé", que significa "Enviado". El ciego fue, se lavó y, al regresar, ya veía.
Los vecinos y los que antes lo habían visto mendigar, se preguntaban: "¿No es este el que se sentaba a pedir limosna?".
Unos opinaban: "Es el mismo". "No, respondían otros, es uno que se le parece" El decía: "Soy realmente yo"
Ellos le dijeron: "¿Cómo se te han abierto los ojos?".
El respondió: "Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, lo puso sobre mis ojos y me dijo: "Ve a lavarte a Siloé". Yo fui, me lavé y vi".
Ellos le preguntaron: "¿Dónde está?". El respondió: "No lo sé".
El que había sido ciego fue llevado ante los fariseos.
Era sábado cuando Jesús hizo barro y le abrió los ojos.
Los fariseos, a su vez, le preguntaron cómo había llegado a ver. El les respondió: "Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo".
Algunos fariseos decían: "Ese hombre no viene de Dios, porque no observa el sábado". Otros replicaban: "¿Cómo un pecador puede hacer semejantes signos?". Y se produjo una división entre ellos.
Entonces dijeron nuevamente al ciego: "Y tú, ¿qué dices del que te abrió los ojos?". El hombre respondió: "Es un profeta".
Sin embargo, los judíos no querían creer que ese hombre había sido ciego y que había llegado a ver, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron: "¿Es este el hijo de ustedes, el que dicen que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?".
Sus padres respondieron: "Sabemos que es nuestro hijo y que nació ciego, pero cómo es que ahora ve y quién le abrió los ojos, no lo sabemos. Pregúntenle a él: tiene edad para responder por su cuenta".
Sus padres dijeron esto por temor a los judíos, que ya se habían puesto de acuerdo para excluir de la sinagoga al que reconociera a Jesús como Mesías.
Por esta razón dijeron: "Tiene bastante edad, pregúntenle a él".
Los judíos llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron: "Glorifica a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador".
"Yo no sé si es un pecador, respondió; lo que sé es que antes yo era ciego y ahora veo".
Ellos le preguntaron: "¿Qué te ha hecho? ¿Cómo te abrió los ojos?".
El les respondió: "Ya se lo dije y ustedes no me han escuchado. ¿Por qué quieren oírlo de nuevo? ¿También ustedes quieren hacerse discípulos suyos?".
Ellos lo injuriaron y le dijeron: "¡Tú serás discípulo de ese hombre; nosotros somos discípulos de Moisés!
Sabemos que Dios habló a Moisés, pero no sabemos de dónde es este".
El hombre les respondió: "Esto es lo asombroso: que ustedes no sepan de dónde es, a pesar de que me ha abierto los ojos.
Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero si al que lo honra y cumple su voluntad.
Nunca se oyó decir que alguien haya abierto los ojos a un ciego de nacimiento.
Si este hombre no viniera de Dios, no podría hacer nada".
Ellos le respondieron: "Tú naciste lleno de pecado, y ¿quieres darnos lecciones?". Y lo echaron.
Jesús se enteró de que lo habían echado y, al encontrarlo, le preguntó: "¿Crees en el Hijo del hombre?".
El respondió: "¿Quién es, Señor, para que crea en él?".
Jesús le dijo: "Tú lo has visto: es el que te está hablando".
Entonces él exclamó: "Creo, Señor", y se postró ante él.
Después Jesús agregó: "He venido a este mundo para un juicio: Para que vean los que no ven y queden ciegos los que ven".
Los fariseos que estaban con él oyeron esto y le dijeron: "¿Acaso también nosotros somos ciegos?".
Jesús les respondió: "Si ustedes fueran ciegos, no tendrían pecado, pero como dicen: "Vemos", su pecado permanece".
Palabra del Señor
Reflexión

Para excluidos

Es ciego de nacimiento. Ni él ni sus padres tienen culpa alguna, pero su destino quedará marcado para siempre. La gente lo mira como un pecador castigado por Dios. Los discípulos de Jesús le preguntan si el pecado es del ciego o de sus padres. Jesús lo mira de manera diferente. Desde que lo ha visto, solo piensa en rescatarlo de aquella vida desgraciada de mendigo, despreciado por todos como pecador. Él se siente llamado por Dios a defender, acoger y curar precisamente a los que viven excluidos y humillados.
Después de una curación trabajosa en la que también él ha tenido que colaborar con Jesús, el ciego descubre por vez primera la luz. El encuentro con Jesús ha cambiado su vida. Por fin podrá disfrutar de una vida digna, sin temor a avergonzarse ante nadie.
Se equivoca. Los dirigentes religiosos se sienten obligados a controlar la pureza de la religión. Ellos saben quién no es pecador y quién está en pecado. Ellos decidirán si puede ser aceptado en la comunidad religiosa.
El mendigo curado confiesa abiertamente que ha sido Jesús quien se le ha acercado y lo ha curado, pero los fariseos lo rechazan irritados: “Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador”. El hombre insiste en defender a Jesús: es un profeta, viene de Dios. Los fariseos no lo pueden aguantar: “Empecatado naciste de pies a cabeza y, ¿tú nos vas a dar lecciones a nosotros?”.
El evangelista dice que, “cuando Jesús oyó que lo habían expulsado, fue a encontrarse con él”. El diálogo es breve. Cuando Jesús le pregunta si cree en el Mesías, el expulsado dice: “Y, ¿quién es, Señor, para que crea en él?”. Jesús le responde conmovido: No esta lejos de ti. “Lo estás viendo; el que te está hablando, ese es”. El mendigo le dice: “Creo, Señor”.
Así es Jesús. Él viene siempre al encuentro de aquellos que no son acogidos oficialmente por la religión. No abandona a quienes lo buscan y lo aman aunque sean excluidos de las comunidades e instituciones religiosas. Los que no tienen sitio en nuestras iglesias tienen un lugar privilegiado en su corazón.
¿Quien llevará hoy este mensaje de Jesús hasta esos colectivos que, en cualquier momento, escuchan condenas públicas injustas de dirigentes religiosos ciegos; que se acercan a las celebraciones cristianas con temor a ser reconocidos; que no pueden comulgar con paz en nuestras eucaristías; que se ven obligados a vivir su fe en Jesús en el silencio de su corazón, casi de manera secreta y clandestina? Amigos y amigas desconocidos, no lo olvidéis: cuando los cristianos os rechazamos, Jesús os está acogiendo.
José Antonio Pagola

martes, 25 de marzo de 2014

25 de marzo: Día dell Niño por Nacer

Día dell Niño por Nacer 
25 de marzo de 2014 
“Madre, enséñanos a cuidar la vida” 

Los niños en el seno materno también son actores en el mensaje reconciliador traído por Jesús, por ello celebremos con la alegría del Evangelio el “Día del Niño por nacer”. Cuando el Señor dice “el que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe” (Lc 9, 48), se identifica con el niño, con cada niño, porque Él mismo se hizo pequeño para ser acogido por María Santísima y nacer de Ella. Dios nos invita así a 
recibir a los niños en su nombre, es decir con la mayor caridad y esperanza. María acogió a Jesús y lo cuido, y eso mismo es lo que hacen las mujeres y familias que —a veces en medio de las circunstancias más adversas, y a pesar de las dificultades que puedan surgir— siguen adelante con una gestación. 
 El Papa Francisco al inicio de su pontificado nos alentaba testimonialmente a hacernos el bien mutuamente ayudándonos los unos a los otros, porque “esto es lo que Jesús nos enseña y esto es lo que yo hago, y lo hago de corazón”1. Acoger a los niños como nos lo ha señalado el Señor Jesús —especialmente a los niños por nacer— implica necesariamente acoger a sus madres, para que ellas puedan cumplir la misteriosa misión que Dios les encomienda. La caridad cristiana debe movernos a abandonar todo egoísmo e indiferencia y, sin mediar condiciones o excusas, salir al encuentro de ese hermano que está junto a mí, pequeño, indefenso, vulnerable, que en los tiempos actuales lleva el rostro de una mujer y el bebé en su vientre, que sufren el atropello de sus derechos, abusos, abandono, discriminación e indiferencia de parte de quienes los rodean. 
 “La que nos da un ejemplo de cómo se cuida la vida es Ella —María, la Mujer Madre del Señor—, que cuidó a Dios chiquitito y cuidó a Dios clavado en una Cruz, de pie, con fortaleza y generosidad”2. Todos juntos, ayudémonos, aprendamos de la Santísima Virgen a acoger la vida de cada ser humano con confianza de hijos, a cuidar la vida de los niños por nacer. 
COMISIÓN EPISCOPAL DE FAMILIA Y VIDA 
1  SS Fancisco, homilía en la Santa Misa en la Cena del Señor (28.03.13) 
2  Card. Jorge M. Bergoglio, homilía en la misa celebrada en la catedral metropolitana (25.03.12) 

jueves, 20 de marzo de 2014

Vídeos Reflexión: IIIº Domingo Tiempo de Cuaresma - Ciclo A - "La samaritana" - (Monjas de Sant Benet - Youtube - Ed. Verbo Divino) -






Evangelio según San Juan 4,5-42

IIIº Domingo 
de Tiempo de Cuaresma - Ciclo A -
23/3/14
Jn 4,5-42
Jesús llegó a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca de las tierras que Jacob había dado a su hijo José. 
Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía. 
Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: "Dame de beber". 
Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos. 
La samaritana le respondió: "¡Cómo! ¿Tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?". Los judíos, en efecto, no se trataban con los samaritanos. 
Jesús le respondió: "Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría dado agua viva". 
"Señor, le dijo ella, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva? 
¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob, que nos ha dado este pozo, donde él bebió, lo mismo que sus hijos y sus animales?". 
Jesús le respondió: "El que beba de esta agua tendrá nuevamente sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna". 
"Señor, le dijo la mujer, dame de esa agua para que no tenga más sed y no necesite venir hasta aquí a sacarla". 
Jesús le respondió: "Ve, llama a tu marido y vuelve aquí". 
La mujer respondió: "No tengo marido". Jesús continuó: "Tienes razón al decir que no tienes marido, porque has tenido cinco y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad". 
La mujer le dijo: "Señor, veo que eres un profeta. 
Nuestros padres adoraron en esta montaña, y ustedes dicen que es en Jerusalén donde se debe adorar". 
Jesús le respondió: "Créeme, mujer, llega la hora en que ni en esta montaña ni en Jerusalén se adorará al Padre. 
Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. 
Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los adoradores que quiere el Padre. 
Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad". 
La mujer le dijo: "Yo sé que el Mesías, llamado Cristo, debe venir. Cuando él venga, nos anunciará todo". 
Jesús le respondió: "Soy yo, el que habla contigo". 
En ese momento llegaron sus discípulos y quedaron sorprendidos al verlo hablar con una mujer. Sin embargo, ninguno le preguntó: "¿Qué quieres de ella?" o "¿Por qué hablas con ella?". 
La mujer, dejando allí su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente: 
"Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que hice. ¿No será el Mesías?". 
Salieron entonces de al ciudad y fueron a su encuentro. 
Mientras tanto, los discípulos le insistían a Jesús, diciendo: "Come, Maestro". 
Pero él les dijo: "Yo tengo para comer un alimento que ustedes no conocen". 
Los discípulos se preguntaban entre sí: "¿Alguien le habrá traído de comer?". 
Jesús les respondió: "Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me envió y llevar a cabo su obra. 
Ustedes dicen que aún faltan cuatro meses para la cosecha. Pero yo les digo: Levanten los ojos y miren los campos: ya están madurando para la siega. 
Ya el segador recibe su salario y recoge el grano para la Vida eterna; así el que siembra y el que cosecha comparten una misma alegría. 
Porque en esto se cumple el proverbio: "Uno siembra y otro cosecha". 
Y o los envié a cosechar adonde ustedes no han trabajado; otros han trabajado, y ustedes recogen el fruto de sus esfuerzos". 
Muchos samaritanos de esta ciudad habían creído en él por la palabra de la mujer, que atestiguaba: "Me ha dicho todo lo que hice". 
Por eso, cuando los samaritanos se acercaron a Jesús, le rogaban que se quedara con ellos, y él permaneció allí dos días. 
Muchos más creyeron en él, a causa de su palabra. 
Y decían a la mujer: "Ya no creemos por lo que tú has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es verdaderamente el Salvador del mundo". 
Palabra del Señor
Reflexión
El texto describe el diálogo entre Jesús y la Samaritana. Diálogo muy humano, que demuestra cómo Jesús se relacionaba con las personas y cómo Él mismo aprendía y se enriquecía hablando con otros.
ALGUNAS PREGUNTAS
a) ¿Qué nos ha llamado más la atención en la conducta tenida por Jesús durante el diálogo con la Samaritana? ¿Qué pedagogía ha usado para ayudar a la Samaritana a percibir una dimensión más profunda de la vida?
b) ¿Qué nos llama más la atención en la conducta de la Samaritana durante el diálogo con Jesús? ¿Qué influencia ha tenido ella en Jesús?
c) En el Antiguo Testamento ¿dónde está asociada el agua al don de la vida y al don del Espíritu Santo?
d) ¿En qué puntos la conducta de Jesús, me interroga, interpela, provoca o critica?
e) La Samaritana ha llevado el tema de la conversación hacia la religión. Si tú pudieras hablar con Jesús y hablar con Él, ¿qué temas quisieras tratar con Él? ¿Por qué?
f) ¿Será verdad que adoro a Dios en espíritu y verdad o me apoyo y oriento más sobre ritos y prescripciones?
a) El simbolismo del agua:
* Jesús usa la palabra agua, en dos sentidos: en sentido material, normal del agua que quita la sed y en sentido simbólico del agua como fuente de vida y don del Espíritu. Verdaderamente Jesús usa un lenguaje que las personas entienden y que, al mismo tiempo, despierta en ellos la voluntad de profundizar y de descubrir un sentido más profundo de la vida.
* El uso simbólico del agua tiene su raíz en la tradición del Antiguo Testamento, donde es frecuente la mística del agua como símbolo de la acción del Espíritu de Dios en las personas. Jeremías, por ejemplo, opone el agua viva del manantial al agua de la cisterna (Jr 2,13). Cisterna cuanto más agua sacas, menos agua habrás. Manantial, cuanto más agua sacas, más agua tendrás... Jesús conoce las tradiciones de su pueblo y sobre ellas se apoya en la conversación con la Samaritana. Sugiriendo el sentido simbólico del agua, evoca en ella ... todo un conjunto de episodios y frases del Antiguo Testamento.
b) El diálogo entre Jesús y la Samaritana:
* Jesús encuentra a la Samaritana cerca del pozo, lugar tradicional para los encuentros y las conversaciones (Gén 24,10-27; 29,1-14). Él parte de la necesidad muy concreta de su propia sed y obra de modo que la mujer se sienta necesaria y servidora. Jesús se hace el necesitado de ella. Por la pregunta, hace de modo que la Samaritana pueda descubrir que Él depende de ella para resolver el problema de su sed. Jesús despierta en ella el gusto de ayudar y servir.
* El diálogo de Jesús y la Samaritana tiene dos niveles.
(i) El nivel superficial, en el sentido material del agua que quita la sed a las personas y del sentido normal de marido como padre de familia. A este nivel, la conversación es tensa y difícil y no tiene continuidad. Quien tiene ventaja es la Samaritana. Al principio, Jesús ha intentado un encuentro con ella a través de la puerta del trabajo cotidiano (sacar agua), pero no lo ha logrado. Después, ha intentado la puerta de la familia (llamar al marido), y tampoco ha tenido resultado. Finalmente, la Samaritana ha tomado el tema de la religión (lugar de la adoración). Jesús ha logrado entrar por la puerta que ella ha abierto.
(ii) El nivel profundo, en el sentido simbólico del agua como imagen de la vida nueva traída por Jesús y del marido como símbolo de la unión de Dios con su pueblo. A este nivel, la conversación tiene una continuidad perfecta. Después de haber revelado que Él mismo, Jesús, ofrece el agua de la nueva vida, dice: "Ve, llama a tu marido y luego regresa acá". En el pasado, los samaritanos tuvieron cinco maridos, ídolos, ligados a cinco pueblos que fueron llevados a aquel lugar por el rey de Asiria (2Re 17,30-31). El sexto marido, el que tenía ahora, no era el verdadero: "¡el que tienes ahora no es tu marido!" (Jn 4,18). No realizaba el deseo más profundo del pueblo: la unión con Dios, como marido que se une a su esposa (Is 62,5; 54,5). El verdadero marido, el séptimo, es Jesús, como fue prometido por Oseas: "Y te haré mi esposa para siempre; y te desposaré conmigo en justicia, en juicio, en piedad y misericordia. Y te haré mi esposa fiel, y ¡reconocerás que soy el Señor!" (Os 2,21-22). Jesús es el esposo que llega (Mc 2,19) para llevar la vida nueva a la mujer que lo ha buscado toda la vida y, hasta ahora, no lo había encontrado. Si el pueblo acepta a Jesús como "esposo", tendrá acceso a Dios en cualquier parte que esté, tanto en espíritu como en verdad (vv.23-24).
* Jesús declaró su sed a la Samaritana, pero no tomó el agua. Señal de que su sed era simbólica y tenía relación con su misión, la sed de realizar la voluntad del Padre (Jn 4,34). Esta sed está todavía presente en Él, y lo estará por toda la vida, hasta la muerte. Dice Él en la hora de la muerte: "Tengo sed" (Jn 19,28). Declara que tiene sed por última vez y así puede decir: "¡Todo se ha cumplido!" Después inclinando la cabeza entregó el espíritu (Jn 19,30). Realizó su misión.                                                   Fuente: http://lectiodivinacamo.blogspot.com.ar/

martes, 18 de marzo de 2014

Solemnidad: San José - Video: Homilía del Papa Francisco - Canción. José el carpientero por Jairo -

ORACIÓN A SAN JOSÉ

San José, casto esposo de la Virgen María intercede para obtenerme el don de la pureza.
Tú que, a pesar de tus inseguridades personales supiste aceptar dócilmente el Plan de Dios tan pronto supiste de él, ayúdame a tener esa misma actitud para responder siempre y en todo lugar, a lo que el Señor me pida.
Varón prudente que no te apegas a las seguridades humanas sino que siempre estuviste abierto a responder a lo inesperado obténme el auxilio del Divino Espíritu para que viva yo también en prudente desasimiento de las seguridades terrenales.
Modelo de celo, de trabajo constante, de fidelidad silenciosa, de paternal solicitud, obténme esas bendiciones, para que pueda crecer cada día más en ellas y así asemejarme día a día al modelo de la plena humanidad: EL SEÑOR JESÚS.
Fuente: devocionario.com/jose/oraciones_1.html


Anny  Publicado el 24/12/2012
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viernes, 14 de marzo de 2014

Video Papa Francisco: Un año de su Pontificado

El Papa Francisco, el primer latinoamericano en asumir este cargo, es oriundo de la Republica Argentina, cumple hoy un año de pontificado, en medio de las muestras del cariño mundial por sus gestos de sencillez y apertura de la Iglesia católica.

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lunes, 10 de marzo de 2014

Evangelio según San Mateo 17,1-9

IIº Domingo 
de Tiempo de Cuaresma - Ciclo A -
16/3/14
Mt 17,1-9
Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado.
Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.
De pronto se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con Jesús.
Pedro dijo a Jesús: "Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres, levantará aquí mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías".
Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una voz que decía desde la nube: "Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo".
Al oír esto, los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor.
Jesús se acercó a ellos, y tocándolos, les dijo: "Levántense, no tengan miedo".
Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo.
Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: "No hablen a nadie de esta visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos".
Palabra del Señor  
Reflexión
Escuchar a Jesús

El centro de ese relato complejo, llamado tradicionalmente “La transfiguración de Jesús”, lo ocupa una Voz que viene de una extraña “nube luminosa”, símbolo que se emplea en la Biblia para hablar de la presencia siempre misteriosa de Dios que se nos manifiesta y, al mismo tiempo, se nos oculta.
La Voz dice estas palabras: “Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo”. Los discípulos no han de confundir a Jesús con nadie, ni siquiera con Moisés y Elías, representantes y testigos del Antiguo Testamento. Solo Jesús es el Hijo querido de Dios, el que tiene su rostro “resplandeciente como el sol”.
Pero la Voz añade algo más: “Escuchadlo”. En otros tiempos, Dios había revelado su voluntad por medio de los “diez mandatos” de la Ley. Ahora la voluntad de Dios se resume y concreta en un solo mandato: escuchad a Jesús. La escucha establece la verdadera relación entre los seguidores y Jesús.
Al oír esto, los discípulos caen por los suelos “llenos de espanto”. Están sobrecogidos por aquella experiencia tan cercana de Dios, pero también asustados por lo que han oído: ¿podrán vivir escuchando solo a Jesús, reconociendo solo en él la presencia misteriosa de Dios?
Entonces, Jesús “se acerca y, tocándolos, les dice: Levantaos. No tengáis miedo”. Sabe que necesitan experimentar su cercanía humana: el contacto de su mano, no solo el resplandor divino de su rostro. Siempre que escuchamos a Jesús en el silencio de nuestro ser, sus primeras palabras nos dicen: Levántate, no tengas miedo.
Muchas personas solo conocen a Jesús de oídas. Su nombre les resulta, tal vez, familiar, pero lo que saben de él no va más allá de algunos recuerdos e impresiones de la infancia. Incluso, aunque se llamen cristianos, viven sin escuchar en su interior a Jesús. Y, sin esa experiencia, no es posible conocer su paz inconfundible ni su fuerza para alentar y sostener nuestra vida.
Cuando un creyente se detiene a escuchar en silencio a Jesús, en el interior de su conciencia, escucha siempre algo como esto: “No tengas miedo. Abandónate con toda sencillez en el misterio de Dios. Tu poca fe basta. No te inquietes. Si me escuchas, descubrirás que el amor de Dios consiste en estar siempre perdonándote. Y, si crees esto, tu vida cambiará. Conocerás la paz del corazón”.
En el libro del Apocalipsis se puede leer así: “Mira, estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa”. Jesús llama a la puerta de cristianos y no cristianos. Le podemos abrir la puerta o lo podemos rechazar. Pero no es lo mismo vivir con Jesús que sin él.
Fuente: J. A. Pagola     http://somos.vicencianos.org/comentarios

 

viernes, 7 de marzo de 2014

Videos Tiempo de Cuaresma: Cicatrices - Damos (Youtube: Dan Stevers)


Tiempo de Cuaresma 

 Dan Stevers   Subido el 25/02/2012 Download at http://www.danstevers.com/tienda/
All scars tell a story. The amazing story of the Gospel is that Jesus also has scars, but unlike our stories, His scars tell a beautiful story of love and forgiveness.
  • Categoría

    Entretenimiento    Licencia  Licencia de YouTube estándar
Es tiempo de Conversión, es tiempo de Cambiar,
 es tiempo de Dar
  Dan Stevers    Subido el 18/03/2011 Download here: http://www.danstevers.com/tienda
Giving is an essential part of following Jesus. This powerful video will encourage your church to give boldly. Perfect for setting up the offering or a message on giving.






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jueves, 6 de marzo de 2014

Vídeos Reflexión: Iº Domingo Tiempo de Cuaresma - Ciclo A - (Monjas de Sant Benet - Ed. Verbo Divino) -





Evangelio según San Mateo 4,1-11

Iº Domingo 
de Tiempo de Cuaresma - Ciclo A -
09/3/14
Mt 4,1-11
Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. 
Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre. 
Y el tentador, acercándose, le dijo: "Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes". 
Jesús le respondió: "Está escrito: "El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". 
Luego el demonio llevó a Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más alta del Templo, diciéndole:
"Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: "Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra". 
Jesús le respondió: "También está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios". 
El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos los reinos del mundo con todo su esplendor, y le dijo: "Te daré todo esto, si te postras para adorarme". 
Jesús le respondió: "Retírate, Satanás, porque está escrito: "Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto". 
Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para servirlo. 
Palabra del Señor     
Reflexión
Nuestra gran tentación

La escena de “las tentaciones de Jesús” es un relato que no hemos de interpretar ligeramente. Las tentaciones que se nos describen no son propiamente de orden moral. El relato nos está advirtiendo de que podemos arruinar nuestra vida, si nos desviamos del camino que sigue Jesús.
La primera tentación es de importancia decisiva, pues puede pervertir y corromper nuestra vida de raíz. Aparentemente, a Jesús se le ofrece algo bien inocente y bueno: poner a Dios al servicio de su hambre. “Si eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes”.
Sin embargo, Jesús reacciona de manera rápida y sorprendente: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de boca de Dios”. No hará de su propio pan un absoluto. No pondrá a Dios al servicio de su propio interés, olvidando el proyecto del Padre. Siempre buscará primero el reino de Dios y su justicia. En todo momento escuchará su Palabra.
Nuestra necesidades no quedan satisfechas solo con tener asegurado nuestro pan. El ser humano necesita y anhela mucho más. Incluso, para rescatar del hambre y la miseria a quienes no tienen pan, hemos de escuchar a Dios, nuestro Padre, y despertar en nuestra conciencia el hambre de justicia, la compasión y la solidaridad.
Nuestra gran tentación es hoy convertirlo todo en pan. Reducir cada vez más el horizonte de nuestra vida a la mera satisfacción de nuestros deseos; hacer de la obsesión por un bienestar siempre mayor o del consumismo indiscriminado y sin límites el ideal casi único de nuestras vidas.
Nos engañamos si pensamos que ese es el camino a seguir hacia el progreso y la liberación. ¿No estamos viendo que una sociedad que arrastra a las personas hacia el consumismo sin límites y hacia la autosatisfacción, no hace sino generar vacío y sinsentido en las personas, y egoísmo, insolidaridad e irresponsabilidad en la convivencia?
¿Por qué nos estremecemos de que vaya aumentando de manera trágica el número de personas que se suicidan cada día? ¿Por qué seguimos encerrados en nuestro falso bienestar, levantando barreras cada vez más inhumanas para que los hambrientos no entren en nuestros países, no lleguen hasta nuestras residencias ni llamen a nuestra puerta?
La llamada de Jesús nos puede ayudar a tomar más conciencia de que no sólo de bienestar vive el hombre. El ser humano necesita también cultivar el espíritu, conocer el amor y la amistad, desarrollar la solidaridad con los que sufren, escuchar su conciencia con responsabilidad, abrirse al Misterio último de la vida con esperanza.              Fuente: Refl. J. A. Pagola   http://somos.vicencianos.org/comentarios

domingo, 2 de marzo de 2014

Video Reflexión - Libro Digital: Cuaresma

Evangelio según San Mateo 6,1-6.16-18 - Miércoles de Ceniza -

Miércoles de Ceniza
de Tiempo de Cuaresma
05/3/14
Mt 6,1-6.16-18
Jesús dijo a sus discípulos: Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo. 
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. 
Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. 
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. 
Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. 
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. 
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, 
para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. 
Palabra del Señor     
Reflexión
  • El miércoles de Cenizas es el inicio de la Cuaresma, el tiempo de preparación para la Pascua.
  • La lectura del profeta Joel (Jl. 2, 12-18) invita a abrir el corazón para que Dios lo renueve. El mensaje central de la Cuaresma es la conversión, el cambio de vida, de corazón y de mentalidad para acoger en nuestra vida la Buena Noticia de Jesús Resucitado.
  • La Iglesia nos propone un camino para vivir la conversión, y en ese camino hay tres actitudes que son signo de cambio del corazón: la oración, la ayuda al necesitado y el ayuno.
  • En los tiempos bíblicos cuando el pueblo realizaba penitencia porque quería pedir perdón a Dios y cambiar, expresaba esta penitencia con el signo de ponerse cenizas sobre la cabeza. Manifestaba así su «humildad» (palabra que tiene la misma raíz que «humus», tierra) y se comprometía a vivir la conversión. Como práctica de penitencia se ayunaba.
  • Nuestros pastores nos piden que vivamos estas tres actitudes en Cuaresma. La oración que nos pone en diálogo con Dios, a la escucha de su Palabra. El ayuno, a través de realizar algún sacrificio voluntario profundizado en actos concretos de misericordia a los hermanos que sufren. Y la ayuda al necesitado, expresada en el texto por la palabra «limosna» que nos compromete a compartir de verdad nuestros bienes con los demás.
 Preguntas para partir de la vida
¿Qué significa la Cuaresma?
¿Qué experiencias de preparación, de desierto, recordamos en la Biblia?
¿Cómo nos hemos preparado para la Pascua en otros años? Compartir experiencias.

Preguntas para profundizar el evangelio
• Ubicar el texto leído en el contexto más amplio de las enseñanzas de Jesús en el sermón del Monte (buscar en la Biblia, Mt. Capítulos 5, 6 y 7).
• ¿Qué recomienda Jesús? ¿Cuáles son las tres buenas acciones que propone para vivir?
• ¿Qué sugiere para cada una de estas acciones? ¿Qué encontramos en común para todas ellas?
• ¿Cómo vivimos, personal y comunitariamente, estas acciones de discípulas y discípulos de Jesús?
Fuente: http://www.buenasnuevas.com/biblia/orar/orarconlapalabra-13.htm