jueves, 28 de julio de 2016

Vídeos Reflexión: 18º Domingo de Tiempo Ordinario - Ciclo C - "La parábola del rico insensato" - (Ed. Verbo Divino - YouTube - Monjas de Sant Benet)

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Evangelio según San Lucas 12,13-21 - "La parábola del rico insensato"

18º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"La parábola del rico insensato"
31/07/16
Lc 12,13-21
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Reflexión
LOS BIENES Y EL BIEN
“Vanidad de vanidades, todo es vanidad” Esas palabras que abren el libro bíblico del Eclesiastés han entrado en nuestro lenguaje. El mismo Qohélet, al que se atribuyen, nos pregunta a continuación: “¿Qué saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol?” Ese es el mensaje que hoy se proclama (Ecl 1,2; 2, 21-23).
Como sabemos, todo el libro es una reiterada reflexión sobre la vaciedad de todos los bienes en los que los seres humanos ponemos nuestra confianza. Nuestros anhelos de felicidad nos llenan de ansiedad cuando no logramos verlos cumplidos. Pero esos mismos deseos nos dejan profundamente insatisfechos cuando se cumplen.
Con razón la carta a los Colosenses nos invita elevar la mirada: “Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios, aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra” (Col 3, 1-2). No despreciamos los bienes de la tierra. Pero los comparamos con el Bien que no engaña.

RICO, PERO NECIO
En el texto evangélico que se leía el domingo pasado (Lc 11,1-13) Jesús nos exhortaba a orar, poniendo nuestra confianza en Dios. En el texto que hoy se proclama Jesús nos invita a no poner nuestra confianza en los bienes (Lc 12,13-21). En la parábola que contiene se contraponen los pensamientos del hombre y la sentencia de Dios.
• El hombre es un rico que ha recogido una gran cosecha. Ese fruto del presente le lleva a planear su futuro. Ampliará sus graneros. Por tanto tiene garantizada toda una vida llena de satisfacciones. El rico parece muy “inteligente”. Cree que el tener le asegura el ser.
• Sin embargo, la voz de Dios lo califica como un “necio”. Está equivocado. No puede contar con el futuro, puesto que tampoco el presente le pertenece. Ese mismo día en que sueña su felicidad le van a exigir la vida. Si no tiene asegurado el ser, de poco le va a servir el tener. 
Es evidente que estamos hechos para mirar a horizontes más amplios y lejanos. Los bienes inmediatos no pueden equipararse con el Bien absoluto.

EL VALOR DE LA VIDA
Antes de la parábola, el evangelio pone en boca de Jesús una exhortación y el fundamento en que se apoya: 
• “Mirad, guardaos de toda clase de codicia”. Ese es el riesgo del ser humano. Esa es la tentacion. Ese es el engaño. La avaricia y la codicia no son señales de la realizacion de la vida. Al contrario, revelan la pobreza interior y la inseguridad de la persona.
• “Aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes”. En realidad, el ansia de poseer bienes manifiesta el error en el que se ha instalado el hombre. Todos los bienes de la tierra no puede asegurar la vida ni determinar su auténtico valor.
El texto concluye con una breve observación que recuerda la necedad del rico: “Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios”.
- Padre de los cielos, perdona la avidez con la que anhelamos poseer los bienes de este mundo. Abre nuestros ojos, para que aprendamos a verlos tan solo como medios para atender a tus hijos, que son nuestros hermanos. Y ayúdanos a confiar en tu providencia.
José-Román Flecha Andrés

jueves, 21 de julio de 2016

Vídeos Reflexión: 17º Domingo de Tiempo Ordinario - Ciclo C - "Jesús enseña la oración: el Padre Nuestro" - (Youtube - Ed. Verbo Divino - Monjas de Sant Benet)

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Evangelio según San Lucas 11,1-13 - "Jesús enseña la oración: el Padre Nuestro"

17º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"Jesús enseña la oración: el Padre Nuestro"
24/07/16
Lc 11,1-13
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Reflexión

ORACIÓN INSISTENTE 
“Que no se enfade mi Señor si hablo una vez más. ¿Y si se encuentran diez? Contestó el Señor: En atención a los diez no la destruiré”. Así concluye el regateo con el que Abrahán trata de interceder ante Dios por las gentes de la ciudad de Sodoma (Gen 18, 20-32).
• En Oriente es muy habitual el regateo a la hora de comprar algún recuerdo para traernos a casa. El regateo no solo es útil. Es, sobre todo, un medio para establecer una comunicación. Gracias al regateo, las personas conocen un poco más a su interlocutor.
• Gracias al regateo, Abrahán llega a conocer la misericordia y la paciencia de Dios. Sus preguntas a Dios sobre el número de justos que le moverían a la compasión son también un modelo para la oración. La oración del creyente ha de ser confiada e insistente.

EL TRATADO
El texto evangélico que hoy se proclama (Lc 11,1-13) es un pequeño pero muy completo tratado sobre la oración. De hecho, incluye un modelo, una parábola, una exhortación y una profecía.
• El modelo es la oración del Señor. Por supuesto, los discípulos ya sabían orar. Pertenecían a un pueblo que consideraba la oración como uno de sus pilares fundamentales. En este caso es importante la comparación que mencionan. Quieren que Jesús les enseñe una oración propia de ellos “como” hizo Juan con sus discípulos.
• La parábola refiere el incidente de un padre de familia que, molestado por su amigo en medio de la noche, se levanta para darle los tres panes que le pide prestados. Mas que un consejo moral, el relato contiene una revelación. Jesús no trata ahora de pedir a los discípulos que sean generosos con el que les ruega. Quiere revelar la generosidad de Dios.
• La exhortación incluye tres imperativos: “Pedid, buscad y llamad”. Con ellos se subraya la indigencia humana. No sómos tan autosuficientes como creemos. Pero tampoco podemos ser tan desconfiados como somos. Porque el Señor nos promete que recibiremos, hallaremos y se nos abrirá. Esas frases sin sujeto aparente, tienen por sujeto a Dios.

EL ESPÍRITU
Finalmente, el texto evangelico contiene una profecía. En ella se recogen tres frecuentes peticiones de un hijo a su padre:
• Si un hijo pide a su padre un pan, el padre no le dará una piedra. Si un hijo pide un pescado, ningún padre le dará una serpiente. Si un hijo pide un huevo, el padre no le dará uno de esos escorpiones blanquecinos que se ven en el desierto.
• Pero no se ha de fijar la vista en el significante, sino en el significado. En él está la fuerza de la profecía: “Si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?”
Seguramente el oyente espera que Dios nos conceda “cosas buenas”. Y en realidad, eso es lo que casi siempre pedimos al Padre. Pero la profecía incluye una promesa superior. La verdadera “cosa buena” es el Espíritu mismo de Jesús. Ese es el verdadero don de Dios.
- Padre de los cielos, confiamos en tu misericordia. La oración nos revela nuestra pobreza y tu bondad. Sabemos que, sea lo que sea lo que te pidamos, tú nos darás el Espíritu que nos lleva a reconocerte como Padre de Jesús y Padre nuestro. 

José-Román Flecha Andrés

martes, 12 de julio de 2016

Evangelio segun San Lucas 10,38-42 - "El encuentro de Jesús con Marta y María" -

16º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"El encuentro de Jesús con Marta y María"
17/07/16
Lc 10,38-42
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Reflexión
ACOGIDA Y ESCUCHA

“Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda”. Ese es el estribillo del salmo responsorial que repetimos en este domingo (Sal 14, 2-5). Es una pregunta que refleja una nostalgia profunda. La de la persona que se ve perdida y desorientada por los caminos del mundo. La del creyente que, en medio de tanto ruido, anhela la paz del santuario. 
Pero ese deseo que da sentido a nuestro canto, no parece responder al mensaje de la primera lectura que se proclama en la eucaristía de hoy (Gén 18, 1-10a). No es Abrahán el que llega como peregrino al santuario de Dios. Es el Señor el que llega hasta la tienda de aquel pastor nómada.
Abrahán ve premiada su hospitalidad, al recibir y agasajar a unos peregrinos que no conocía y a los que tardó en reconocer como mensajeros de Dios. Como ha escrito el teólogo judío Elías Wiesel, esa disposición para acoger al huésped es lo que convierte a Abrahán en el padre de las tres grandes religiones monoteístas. 

LA TIENDA Y LA CASA
Este hermoso relato anticipa la lectura del Evangelio (Lc 10, 39-42). Evidentemente, la hospitalidad es el tema que se ofrece a nuestra meditación. Es esta una virtud difícil. En otros tiempos las gentes acogían a los peregrinos. Hoy desconfiamos de todos. De los peregrinos, de los inmigrantes, de los refugiados. Preferimos vivir en la indiferencia hacia los demás.
Es interesante ver que el texto evangélico atribuye a Marta la iniciativa de la acogida: “Entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa”. Marta se nos presenta, por tanto, como una réplica de la actitud de Abrahán. La tienda del nómada es ahora una casa. Si Abrahán no conocía a sus huéspedes, Marta parece conocer al suyo.
No olvidemos la importancia que tiene en los evangelios el verbo “recibir”. Se habla de recibir a los niños, a un justo, a un profeta y a los discípulos. Y aún más. Jesús llega a decir: “El que reciba al que yo envíe, a mi me recibe; y el que a mí me recibe, recibe al que me envió” (Jn 13,20). 

LA PIEDRA EN EL LAGO
Así pues, la hospitalidad no es una decisión que afecte sólo a quien la practica. Ninguna de nuestras acciones u omisiones termina en nosotros mismos. Somos como la piedra que produce un oleaje en las aguas de un lago.
• Al borde del desierto, Abrahán se apresuró a recibir a los que llegaban hasta su tienda. Como sabemos, la hospitalidad de Abrahán terminó por implicar también a su esposa Sara, que tras las lonas de la tienda, escuchaba las promesas de los huéspedes. Una promesa de fecundidad y de vida.
• En una aldea, Marta “se multiplicaba” para dar abasto con el servicio que deseaba prestar a Jesús. Pero la hospitalidad de Marta beneficia a su familia. De hecho, encuentra su reflejo en la actitud de su hermana María que, sentada a los pies del Señor, escucha su palabra. Una palabra de vida y de salvación.
- Señor Jesús, deseamos cumplir esta obra de misericordia que nos invita a acoger al forastero. Ayúdanos a superar nuestros prejuicios. Que tu Iglesia sea un hogar de acogida y de hospitalidad para que nadie se sienta extraño en ella. 
José-Román Flecha Andrés

sábado, 9 de julio de 2016

Mensaje del Papa por el Bicentenario de la Independencia

El Papa envió un mensaje por el Bicentenario de la Independencia

El sumo pontífice le escribió una carta al
 Monseñor Arancedo dirigida a todo el pueblo argentino; 
"Deseo que esta celebración nos haga más fuertes
 en el camino emprendido por nuestros mayores
 hace ya doscientos años"

Querido hermano:
En vísperas de la celebración del bicentenario de la lndependencia quiero hacer llegar un cordial saludo, a vos, a los hermanos Obispos, a las Autoridades nacionales y a todo el Pueblo argentino. Deseo que esta celebración nos haga más fuertes en el camino emprendido por nuestros mayores hace ya doscientos años. Con tales augurios expreso a todos los argentinos mi cercanía y la seguridad de mi oración.
De manera especial quiero estar cerca de los que más sufren: los enfermos, los que viven en la indigencia, los presos, los que se sienten solos, los que no tienen trabajo y pasan todo tipo de necesidad, los que son o fueron víctimas de la trata, del comercio humano y explotación de personas, los menores víctimas de abuso y tantos jóvenes que sufren el flagelo de la droga. Todos ellos llevan el duro peso de situaciones, muchas veces límite. Son los hijos más llagados de la Patria.
Sí, hijos de la Patria. En la escuela nos enseñaban a hablar de la Madre Patria, a amar a la Madre Patria. Aquí precisamente se enraiza el sentido patriótico de pertenencia: en el amor a la Madre Patria. Los argentinos usamos una expresión, atrevida y pintoresca a la vez, cuando nos referimos a personas inescrupulosas: "éste es capaz hasta de vender a la madre"; pero sabemos y sentimos hondamente en el corazón que a la Madre no se la vende, no se la puede vender... y tampoco a la Madre Patria.
Celebramos doscientos años de camino de una Patria que, en sus deseos y ansias de hermandad, se proyecta más allá de los límites del país: hacia la Patria Grande, la que soñaron San Martín y Bolívar. Esta realidad nos une en una familia de horizontes amplios y lealtad de hermanos. Por esa Patria Grande también rezamos hoy en nuestra celebración: que el Señor la cuide, la haga fuerte, más hermana y la defienda de todo tipo de colonizaciones.
Con estos doscientos años de respaldo se nos pide seguir caminando, mirar hacia adelante. Para lograrlo pienso -de manera especial- en los ancianos y en los jóvenes, y siento la necesidad de pedirles ayuda para continuar andando nuestro destino. A los ancianos, los "memoriosos" de la historia, les pido que, sobreponiéndose a esta "cultura del descarte" que mundialmente se nos impone, se animen a soñar. Necesitamos de sus sueños , fuente de inspiración. A los jóvenes les pido que no jubilen su existencia en el quietismo burocrático en el que los arrinconan tantas propuestas carentes de ilusión y heroísmo. Estoy convencido de que nuestra Patria necesita hacer viva la profecía de Joel (cf. Jl 4, 1). Sólo si nuestros abuelos se animan a soñar y nuestros jóvenes a profetizar cosas grandes, la Patria podrá ser libre. Necesitamos de abuelos soñadores que empujen y de jóvenes que -inspirados en esos mismos sueños- corran hacia adelante con la creatividad de la profecía.
Querido hermano pido a Dios, nuestro Padre y Señor, que bendiga nuestra Patria, nos bendiga a todos nosotros; y a la Virgen de Lujan que, como madre, nos cuide en nuestro camino. Y, por favor, no te olvides de rezar por mí.
Fraternalmente

Francisco

viernes, 8 de julio de 2016

Video: Intenciones del Papa Francisco - "Respeto de los pueblos indígenas" - (YouTube) -


Para que de todo corazón pidamos
 que sean respetados los pueblos indígenas,
amenazados en su identidad
y hasta en su misma existencia.
Papa Francisco - Julio 2016

INTENCIONES DEL PAPA POR LOS DESAFÍOS DE LA HUMANIDAD
JULIO 2016

Universal Respeto de los pueblos indígenas.
Que sean respetados los pueblos indígenas amenazados en su identidad
y hasta en su misma existencia.

Por la Evangelización La misión continental en Latina y el Caribe.
Que la Iglesia de América Latina y el Caribe, a través de la misión continental, anuncie con ímpetu y entusiasmo renovado el Evangelio.

Oración

Dios nuestro Padre,
Tu hijo Jesús vino a enseñarnos que debemos amarnos como hermanos
Y ver en cada persona tu rostro de bondad.
Muchas veces, los pueblos no respetan las tradiciones de los otros,
oprimen y desprecian su identidad, por ser diferentes.
Te pido que toques los corazones de los gobernantes, 
para que respeten los pueblos indígenas.
En este mes, te pido por la misión continental de América Latina y el Caribe,
para que sea motivo de un renovado fervor a tu seguimiento.

Padre Nuestro; Ave-Maria; Glória…

Propósitos para este mes: 
Crear una actitud de interés y respeto por las tradiciones del propio país 
y de los otros países que conozco. 
Intentar no hacer comentarios despectivos hacia culturas diferentes,
 en especial la de los pueblos indígenas. 
Rezar por los misioneros de la misión continental
 de América Latina y el Caribe, por su entusiasmo en el anuncio de Jesús. 

miércoles, 6 de julio de 2016

Vídeos Reflexión y Canción: 15º Domingo de Tiempo Ordinario - Ciclo C - "El Buen Samaritano" - (Monjas de Sant Benet - Youtube - Ed. Verbo Divino)

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Evangelio según San Lucas 10,25-37 - "El Buen Samaritano" -

15º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"El Buen Samaritano"
10/07/16
Lc 10, 25-37
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Reflexión
PRECEPTOS Y VALORES
“El precepto que yo te mando hoy no es cosa que te exceda ni inalcanzable...El mandamiento está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca. Cúmplelo”. El libro del Deuteronomio pone en boca de Moisés estas palabras que hoy se proclaman en la celebración de la Eucaristía (Dt. 30,10-14).
Sin duda estas observaciones eran útiles para los hebreos que sentían la tentación de pensar que los mandamientos eran imposibles de cumplir. El texto les decía que no estaban en las nubes, sino en su propio corazón. Pero esa reflexion no pertenece solo al pasado. Alcanza en nuestro tiempo una evidente actualidad.
Adorar a Dios, honrar a los padres, defender la vida humana, promover una limpieza integral, luchar por la justicia y mantenerse fieles a la verdad. Esos valores, tutelados por los mandamientos, responden a los anhelos más profundos de nuestro corazón. Esos ideales éticos nos hacen personas y contribuyen a crear una cultura humana y humanizadora. 

EL DOBLE AMOR
Esos valores pueden ser descubiertos por la razón. Por eso son comunes a todos los pueblos. Ahora bien, lo específico de los cristianos es que los hemos visto reflejados en Jesús de Nazaret. La carta a los Colosenses nos presenta hoy a Cristo Jesús como imagen del Dios invisible y como principio y prototipo del ser humano (Col 1, 15-20).
En el evangelio que se proclama en este domingo reaparece la pregunta por los mandamientos (Lc 10, 25-37). Un letrado pregunta a Jesús cuál de ellos es el más importante. Tal vez era una pregunta teórica. Entre los letrados se discutía cuál de los mandamientos era el más importante. El gancho del que podía colgar toda la Ley.
También en nuestro tiempo es importante esa pregunta. El Papa Francisco nos dice que la evangelizacion ha de centrarse en el núcleo central de la fe, que es el amor misericordioso de Dios. Pero nosotros solemos hablar de todo menos de Dios. 
De todas formas, Jesús devuelve la pregunta al letrado. Así podemos descubrir que él mismo había ya descubierto la importancia de los dos mandamientos principales: el amor incondicional a Dios y el amor desinteresado al prójimo.

EL PRÓJIMO
Es verdad que en aquel tiempo muchos se preguntaban quién es el prójimo al que hay que amar. Algunos se negaban a reconocer como prójimos a los que no pertenecían a su pueblo, a su religion y a su cultura. Otros, rechazaban a los vecinos que no cumplían la ley.
• Esa cuestión permanece en nuestro tiempo. De hecho, excluimos del amor a pobres e inmigrantes, a niños no nacidos o a enfermos incurables. Tenemos nuestros propios criterios, que a veces llamamos “carismas”. No reconocemos como prójimo al que Dios nos presenta.
• El criterio para reconocer al otro como prójimo es muy discutible. Rechazamos al que no simpatiza con nuestro equipo deportivo. O al que no da su voto a los políticos de mi partido. ¿Por qué es tan difícil firmar alianzas para el bien de todos? ¿Quién nos ha dado el derecho de excluir a los demás?
- Señor Jesús, con la parábola del Buen Samaritano te has reflejado a ti mismo. Nos has enseñado a descubrir a nuestro prójimo. Y nos has enfrentado con nuestra última verdad. Bendito seas, Señor. 
 José-Román Flecha Andrés