Vida Humana: EL INICIO
Pquia. San Pio X, Mar del Plata: Proyecto basado en las directivas del Padre M, Bautista. Como devotos de la Divina Misericordia del Señor, surge la necesidad de ver reflejada en la acción la Misericordia de Dios, queremos dar a conocer las obras de Misericordia, corporales y espirituales especialmente con los pecadores, consolando y asistiendo a los pobres, afligidos y enfermos. Jesús privilegió a los pobres y sufrientes (Lc. 6,20 ss), Él nos enseña a ver en el enfermo a Cristo (Mt. 25,31-46)
miércoles, 28 de agosto de 2013
Vídeos Reflexión: 22º Domingo de Tiempo Ordinario - Ciclo C - (Monasterio de Sant Benet Monserrat - Ed. Verbo Divino - Youtube)
Subido el 27/08/2010 VIDEO EVANGELIO: DOMINGO XXII TIEMPO ORDINARIO C
lunes, 26 de agosto de 2013
Evangelio según San Lucas 14,1.7-14
22º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
01/09/13
Lc 14,1.7-14
Un sábado que entró a comer en casa de un jefe de fariseos, ellos lo vigilaban.
Observando cómo escogían los puestos de honor, dijo a los invitados la siguiente parábola:
Cuando alguien te invite a una boda, no ocupes el primer puesto; no sea que haya otro invitado más importante que tú y el que os invitó a los dos vaya a decirte que le cedas el puesto al otro. Entonces, abochornado, tendrás que ocupar el último puesto.
Cuando te inviten, ve y ocupa el último puesto. Así, cuando llegue el que te invitó, te dirá: Amigo, sube a un puesto superior. Y quedarás honrado en presencia de todos los invitados.
Pues quien se ensalza será humillado, y quien se humilla será ensalzado.
Al que lo había invitado le dijo: Cuando ofrezcas una comida o una cena, no invites a tus amigos o hermanos o parientes o a los vecinos ricos; porque ellos a su vez te invitarán y quedarás pagado.
Cuando des un banquete, invita a pobres, mancos, cojos y ciegos.
Dichoso tú, porque ellos no pueden pagarte; pero te pagarán cuando resuciten los justos.
Observando cómo escogían los puestos de honor, dijo a los invitados la siguiente parábola:
Cuando alguien te invite a una boda, no ocupes el primer puesto; no sea que haya otro invitado más importante que tú y el que os invitó a los dos vaya a decirte que le cedas el puesto al otro. Entonces, abochornado, tendrás que ocupar el último puesto.
Cuando te inviten, ve y ocupa el último puesto. Así, cuando llegue el que te invitó, te dirá: Amigo, sube a un puesto superior. Y quedarás honrado en presencia de todos los invitados.
Pues quien se ensalza será humillado, y quien se humilla será ensalzado.
Al que lo había invitado le dijo: Cuando ofrezcas una comida o una cena, no invites a tus amigos o hermanos o parientes o a los vecinos ricos; porque ellos a su vez te invitarán y quedarás pagado.
Cuando des un banquete, invita a pobres, mancos, cojos y ciegos.
Dichoso tú, porque ellos no pueden pagarte; pero te pagarán cuando resuciten los justos.
Palabra del Señor
Reflexión• La invitación al banquete. Ante el peligro de ser obligado a callar, fue sugerido a Jesús que huyese, y sin embargo acepta la invitación a una comida. Esta actitud de Jesús hace comprender que él no teme las tentativas de agresión a su persona, ni siquiera le dan miedo. El que lo invita es “uno de los jefes de los fariseos”, una persona con autoridad. La invitación tiene lugar en sábado, un día ideal para las comidas festivas, que normalmente se tenía hacia mediodía, después que todos habían participado en la liturgia sinagogal. Durante la comida, los fariseos “lo estaban observando” (v.1): una acción de control y de vigilancia que hace alusión a la sospecha sobre su comportamiento. Con otras palabras, lo observaban esperando de él alguna acción incompatible con la idea que ellos tenían de la ley. Pero a fin de cuentas lo controlan no tanto para salvaguardar la observancia de la ley, sino para atraparlo en algún gesto. El sábado, después de haber curado ante los fariseos y doctores de la lay a un hidrópico, ofrece dos reflexiones sobre cómo hay que acoger la invitación a la mesa y con qué ánimo hay que hacer la invitación (vv. 12-14).
La primera la llama Lucas “una parábola”, es decir, un ejemplo, un modelo o enseñanza a seguir. Ante todo, hay que invitar gratuitamente y con libertad de ánimo. Con frecuencia, los hombres, en vez de esperar la invitación, se adelantan y se hacen invitar. Para Lucas, el punto de vista de Dios es el contrario, el de la humildad: “Ha derrocado del trono a los poderosos y ha ensalzado a los humildes”. La llamada a participar de la “gran cena” del Reino tiene como éxito la mejora del nivel de vida del que sabe acoger gratuitamente la invitación a la salvación.
• El último lugar. Es verdad que ceder el propio sitio a los otros no resulta gratificante, sino que puede ser humillante; es una limitación del propio orgullo. Pero resulta más humillante y motivo de vergüenza cuando hay que cambiarse al último lugar; entonces es un deshonor ante los ojos de todos. Por una parte, Lucas piensa en todas las situaciones humillantes y dolorosas en las que el creyente se puede encontrar, y por otra, en el sitio reservado para el que vive estos acontecimientos ante los ojos de Dios y de su reino. Los orgullosos, los que buscan los primeros lugares, los notables, se pavonean de su situación social. Al contrario, cuando Jesús vino a habitar entre nosotros, “no había sitio para él” (2,7) y decidió seguir ocupando un lugar entre la gente humilde y pobre. Por esto Dios lo ha ensalzado. De aquí, la preciosa sugerencia de optar por su misma actitud, escogiendo el último lugar. El lector puede encontrarse incómodo ante estas palabras de Jesús que minan el sentido utilitarista y egoísta de la vida; pero a la larga, su enseñanza se muestra determinante para subir más alto; el camino de la humildad conduce a la gloria.
La primera la llama Lucas “una parábola”, es decir, un ejemplo, un modelo o enseñanza a seguir. Ante todo, hay que invitar gratuitamente y con libertad de ánimo. Con frecuencia, los hombres, en vez de esperar la invitación, se adelantan y se hacen invitar. Para Lucas, el punto de vista de Dios es el contrario, el de la humildad: “Ha derrocado del trono a los poderosos y ha ensalzado a los humildes”. La llamada a participar de la “gran cena” del Reino tiene como éxito la mejora del nivel de vida del que sabe acoger gratuitamente la invitación a la salvación.
• El último lugar. Es verdad que ceder el propio sitio a los otros no resulta gratificante, sino que puede ser humillante; es una limitación del propio orgullo. Pero resulta más humillante y motivo de vergüenza cuando hay que cambiarse al último lugar; entonces es un deshonor ante los ojos de todos. Por una parte, Lucas piensa en todas las situaciones humillantes y dolorosas en las que el creyente se puede encontrar, y por otra, en el sitio reservado para el que vive estos acontecimientos ante los ojos de Dios y de su reino. Los orgullosos, los que buscan los primeros lugares, los notables, se pavonean de su situación social. Al contrario, cuando Jesús vino a habitar entre nosotros, “no había sitio para él” (2,7) y decidió seguir ocupando un lugar entre la gente humilde y pobre. Por esto Dios lo ha ensalzado. De aquí, la preciosa sugerencia de optar por su misma actitud, escogiendo el último lugar. El lector puede encontrarse incómodo ante estas palabras de Jesús que minan el sentido utilitarista y egoísta de la vida; pero a la larga, su enseñanza se muestra determinante para subir más alto; el camino de la humildad conduce a la gloria.
Para la reflexión personal
• En tu relación de amistad con los demás ¿prevalece el cálculo interesado, la búsqueda de recibir recompensa?
• Al relacionarte con los demás, ¿está tu yo siempre y a toda costa en el centro de la atención, incluso cuando haces algo a favor de los hermanos? ¿Estás dispuesto a dar lo que tú eres?
• Al relacionarte con los demás, ¿está tu yo siempre y a toda costa en el centro de la atención, incluso cuando haces algo a favor de los hermanos? ¿Estás dispuesto a dar lo que tú eres?
Fuente: http://ocarm.org/es/
miércoles, 21 de agosto de 2013
21 de Agosto: SAN PÍO X - Día del Catequista - (Vídeo Canción)
Papa Pío X, pobre y rico, suave y humilde, de corazón fuerte, luchador en pro de los derechos de la Iglesia, esforzado en el empeño de restaurar en Cristo todas las cosas
San Pío X nació en Riese, humilde pueblo del norte de Italia, el 2 de junio de 1835.
El nombre de bautismo era José Melchor Sarto. Sus padres se llamaban Juan Bautista Sarto y Margarita Sansón. Tuvieron diez hijos, de los cuales, él era el segundo. Juan Bautista era alguacil del ayuntamiento de Riese. En su oficio entraba hacer la limpieza de la casa-ayuntamiento y los recados del alcalde. Por todo ello recibía cincuenta céntimos diarios.Los padres de San Pío X eran pobres, pero muy piadosos. Sobre todo, su madre.
"Siendo Beppi Sarto -dice René Bazin-, hijo de padres tan cristianos, no podía dejar de
amar a la Iglesia, a los oficios, al cura, al cielo, del que se aparta a tantos niños".
Todavía siendo niño perdió a su padre por loque pensó dejar de estudiar para ayudar a su madre en los gastos de manutenciónde la familia, sin embargo ésta se lo impidió y pudo continuar sus estudios enel seminario gracias a una beca que le consiguió un sacerdote amigo de la familia. La vidasacerdotal de don José Sarto empieza como coadjutor de Tómbolo y termina en la cátedra de Pedro. Se puede decir que pasó por la mayoría de los cargos por los que puede pasar un eclesiástico. Un estupendo aprendizaje brindado por la Providencia al hijo del humilde alguacil de Riese.
amar a la Iglesia, a los oficios, al cura, al cielo, del que se aparta a tantos niños".
Todavía siendo niño perdió a su padre por loque pensó dejar de estudiar para ayudar a su madre en los gastos de manutenciónde la familia, sin embargo ésta se lo impidió y pudo continuar sus estudios enel seminario gracias a una beca que le consiguió un sacerdote amigo de la familia. La vidasacerdotal de don José Sarto empieza como coadjutor de Tómbolo y termina en la cátedra de Pedro. Se puede decir que pasó por la mayoría de los cargos por los que puede pasar un eclesiástico. Un estupendo aprendizaje brindado por la Providencia al hijo del humilde alguacil de Riese.
Esta anécdota de sus tiempos de cardenal de Venecia. Nos la cuentadon José María Javierre en su libro sobre la vida de San Pío X.
El Papa León XIII, ha muerto. Los cardenales de todo el mundo se han reunido en Roma para elegir al nuevo Papa. Al lado del cardenal Sarto está el cardenal Lecot, arzobispo de Burdeos, quien le pregunta en francés:
-Vuestra eminencia es, sin duda, arzobispo en Italia. ¿De qué diócesis?
-Vuestra eminencia es, sin duda, arzobispo en Italia. ¿De qué diócesis?
-No hablo francés -responde Sarto en italiano.
-¿De qué diócesis sois arzobispo? -pregunta ahora en latín, el cardenal francés.
-Soy patriarca de Venecia.
-Soy patriarca de Venecia.
-¿Y no habláis francés? Por tanto no sois papable, pues el Papa debe hablar francés.
-Cierto, eminencia, no soy papable. Gracias a Dios.
-Cierto, eminencia, no soy papable. Gracias a Dios.
A pesar de no saber francés fue elegido Papa. Se resistió cuanto pudo, perofinalmente tuvo que rendirse a lo que claramente era la voluntad de Dios.
El cardenal Oreglia, decano del Sacro Colegio y camarlengo de la Santa Romana iglesia, se acerca al trono del patriarca de Venecia para recibir su aceptación del Sumo Pontificado:
-¿Aceptas la elección que acaba de hacerse de tu persona, en calidad de Papa?
Un momento de silencio, y el elegido contesta: -Que ese cáliz se aparte de mí. Sin embargo, que se haga la voluntad de Dios. La contestación no fue considerada válida y el cardenal decano insiste: -¿Aceptas la elección que acaba de ser hecha de tu persona, en calidad de Papa? El cardenal Sarto contesta: -Acepto, como una cruz. -¿Cómo quieres ser llamado?
-Puesto que debo sufrir, tomo el nombre de los que han sufrido: me llamaré Pío.
El cardenal Oreglia, decano del Sacro Colegio y camarlengo de la Santa Romana iglesia, se acerca al trono del patriarca de Venecia para recibir su aceptación del Sumo Pontificado:
-¿Aceptas la elección que acaba de hacerse de tu persona, en calidad de Papa?
Un momento de silencio, y el elegido contesta: -Que ese cáliz se aparte de mí. Sin embargo, que se haga la voluntad de Dios. La contestación no fue considerada válida y el cardenal decano insiste: -¿Aceptas la elección que acaba de ser hecha de tu persona, en calidad de Papa? El cardenal Sarto contesta: -Acepto, como una cruz. -¿Cómo quieres ser llamado?
-Puesto que debo sufrir, tomo el nombre de los que han sufrido: me llamaré Pío.
Falleció en Roma el 20 de agosto de 1914 y fue enterrado en las grutas vaticanas hasta que
en 1951 sus restos incorruptos fueron trasladados a la Basílica de San Pedro, bajo el altar de la capilla de la Presentación, donde están expuestos a la veneración de los fieles.
en 1951 sus restos incorruptos fueron trasladados a la Basílica de San Pedro, bajo el altar de la capilla de la Presentación, donde están expuestos a la veneración de los fieles.
En su epitafio se lee: Su tiara estaba formada por tres coronas: pobreza, humildad y bondad.
En 1954, el Papa Pío XII canonizó solemnemente a su predecesor ante una enorme multitud que llenaba la Plaza de San Pedro, en Roma.
Fue el primer Papa al que se canonizaba desde Pío V, en 1672.
San Pío X, ruega por nosotros.
La iglesia celebra los 21 de agosto, el día del catequista, en conmemoración del Papa Pío X
quien tuvo actuación decisiva a favor de la catequesis e hizo posible entre otras cosas
que los niños se acerquen a los sacramentos a edad temprana.
La catequesis no debe ser sólo ocasional, reducida a los momentos
previos a los sacramentos o a la iniciación cristiana,sino más bien “un itinerario catequético permanente” (...)
La catequesis no puede limitarse a una formación meramente doctrinal
sino que ha de ser una verdadera escuela de formación integral.
Por tanto, se ha de cultivar la amistad con Cristo en la oración,
el aprecio por la celebración litúrgica, la vivencia comunitaria,
el compromiso apostólico mediante
un permanente servicio a los demás (...)
Documento de Aparecida, nº 298-299
martes, 20 de agosto de 2013
Vídeo Reflexión: 21º Domingo de Tiempo Ordinario - Ciclo C - (Monasterio de Sant Benet Monserrat - Youtube)
Evangelio según San Lucas 13,22-30
21º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
25/08/13
Lc 13,22-30
Una persona le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?". El respondió:
"Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán.
En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos". Y él les responderá: "No sé de dónde son ustedes".
Entonces comenzarán a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas".
Pero él les dirá: "No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!".
Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera.
Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios.
Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos".
Palabra del Señor
Reflexión
La pregunta de aquella persona: “Señor ¿es verdad que son pocos los que se salvan?” motivó a Jesús a contar la parábola de la puerta estrecha.
La pregunta parece que apunta para el lado de las estadísticas, pero en el fondo encierra una inquietud personal. Si son pocos los que se salvan, yo tengo menos posibilidades…, pensaría éste.
Jesús pescó su preocupación y quiso responderle focalizándo a todos en el objetivo: “Ustedes preocúpense seriamente por entrar por la puerta estrecha; y, si de verdad quieren entrar, entren ahora mismo, antes de que el dueño de casa cierre la puerta”.
Pensemos que Jesús estaba delante de ellos, hablándoles. ¡Esta gente tuvo la oportunidad de preguntarle directamente a Jesús en persona! Entonces el Señor, ante semejante pregunta, no puede sino urgirlos a que se jueguen. Les está diciendo: “¡Che! Avívense! Yo soy la Puerta. Nadie va al Padre sino por mí. ¿Creen esto? Bueno, aprovechen ahora. Miren que no estoy mucho tiempo con ustedes”.
Pensemos que Jesús estaba delante de ellos, hablándoles. ¡Esta gente tuvo la oportunidad de preguntarle directamente a Jesús en persona! Entonces el Señor, ante semejante pregunta, no puede sino urgirlos a que se jueguen. Les está diciendo: “¡Che! Avívense! Yo soy la Puerta. Nadie va al Padre sino por mí. ¿Creen esto? Bueno, aprovechen ahora. Miren que no estoy mucho tiempo con ustedes”.
¿Cómo nos implicamos nosotros en la escena?
Puede ayudarnos tratar de imaginar bien cuál es la puerta estrecha que nos lleva directo al Reino.
La imagen de la puerta estrecha es tridimensional. “Entrada estrecha” en la mentalidad de Jesús Buen Pastor es senderito de montaña que se angosta a medida que uno sube; es también la puertita del corral de las ovejas, cuya estrechez permite que el pastor las haga entrar y salir de a una, sin que se le amontonen, y poder así llamarlas a cada una por su nombre, y rascarles cariñosamente la cabeza. Pero la puerta es estrecha también por otros dos motivos: porque es mucha la gente que quiere entrar y porque el tiempo de que quede abierta se termina. Las imágenes que usa el Señor son claras y apuntan a movernos. Salí de las cavilaciones, focalizate en la puerta, apurate que se cierra, no te perdás la oportunidad.
Puede ayudarnos tratar de imaginar bien cuál es la puerta estrecha que nos lleva directo al Reino.
La imagen de la puerta estrecha es tridimensional. “Entrada estrecha” en la mentalidad de Jesús Buen Pastor es senderito de montaña que se angosta a medida que uno sube; es también la puertita del corral de las ovejas, cuya estrechez permite que el pastor las haga entrar y salir de a una, sin que se le amontonen, y poder así llamarlas a cada una por su nombre, y rascarles cariñosamente la cabeza. Pero la puerta es estrecha también por otros dos motivos: porque es mucha la gente que quiere entrar y porque el tiempo de que quede abierta se termina. Las imágenes que usa el Señor son claras y apuntan a movernos. Salí de las cavilaciones, focalizate en la puerta, apurate que se cierra, no te perdás la oportunidad.
¿La oportunidad de qué? ¿La puerta estrecha que me lleva a donde? ¿Qué significa para mí la salvación?
Convengamos que las respuestas tradicionales a estas preguntas van a contrapelo de nuestra mentalidad actual. No visualizamos como interesante una puerta que nos lleve al cielo (al menos no por ahora, no en este preciso momento). Nuestros ojos están puestos en las mil puertas que nos llevan a este mundo, no en la única que nos “sacaría” de él! (Aunque Jesús no pide al Padre que nos saque sino que nos cuide del Maligno). Pero nosotros estamos interesados en entrar por las puertas de los shoppings, por los portales de Internet, deseamos tener tarjetas que nos abran las puertas de los cajeros de los bancos y que nos permitan ingresar a lindas casas y pertenecer a clubes y círculos de gente amiga…
O quizás no. Quizás alguno esté interesado en el Padre. Existe Jesús. Existe el Padre. Si todo el evangelio fueran consejos morales para aplicar a este mundo sería poca cosa. El evangelio es para abrirnos una puerta a la Vida infinitamente rica en Amor que es la Vida de Dios.
O quizás no. Quizás alguno esté interesado en el Padre. Existe Jesús. Existe el Padre. Si todo el evangelio fueran consejos morales para aplicar a este mundo sería poca cosa. El evangelio es para abrirnos una puerta a la Vida infinitamente rica en Amor que es la Vida de Dios.
Volvamos entonces al que le hizo la pregunta a Jesús ¿qué habrá visto en el Señor, qué le habrán hecho sentir sus palabras, que se le despertó esta pregunta?
Me parece que vió algo muy lindo, tanto que, como suele pasar cuando experimentamos algo especial, ahí nomás le vino la duda: y esto ¿será para mí? ¿será para todos? Es lo que nos pasa ante las cosas lindas de Jesús: nos dan ganas de seguirlo, pero nos parece que no vamos a poder llegar, que el reino de los cielos es para un grupo selecto de santos que pudieron entrar en este círculo de pertenencia plena a Jesús, donde todo es motivo de alegría y gozo, hasta las penas, y donde la amistad no tiene resquicios y donde cada uno está contento en su puesto de servicio sin ser ni más ni menos que nadie.
“¿Es verdad que serán pocos los que se salven?”, es una pregunta que no nos animamos a formular por temor a la respuesta. Nos parece que la respuesta es sí, serán pocos. Hay también un “outlet de la salvación”, una pertenencia al reino que es de segunda mano, donde se está dentro pero no en plenitud…
Me parece que vió algo muy lindo, tanto que, como suele pasar cuando experimentamos algo especial, ahí nomás le vino la duda: y esto ¿será para mí? ¿será para todos? Es lo que nos pasa ante las cosas lindas de Jesús: nos dan ganas de seguirlo, pero nos parece que no vamos a poder llegar, que el reino de los cielos es para un grupo selecto de santos que pudieron entrar en este círculo de pertenencia plena a Jesús, donde todo es motivo de alegría y gozo, hasta las penas, y donde la amistad no tiene resquicios y donde cada uno está contento en su puesto de servicio sin ser ni más ni menos que nadie.
“¿Es verdad que serán pocos los que se salven?”, es una pregunta que no nos animamos a formular por temor a la respuesta. Nos parece que la respuesta es sí, serán pocos. Hay también un “outlet de la salvación”, una pertenencia al reino que es de segunda mano, donde se está dentro pero no en plenitud…
¡Y no es para nada así!
Si uno lee bien, es verdad que Jesús muestra que entrar al Reino requiere esfuerzo, que la puerta es angosta y el tiempo corto, pero también es verdad ¡que la puerta está abierta! Hoy está abierta. Abierta para mí. Puedo entrar. El hecho de que me advierta que se va a cerrar es para hacerme valorar lo grandioso de que esté abierta hoy. Para que no me crea que “total hay tiempo”. Las ofertas se hacen por el día. Si no, no son ofertas. Nadie se mueve a aprovecharlas. Toda la parábola de hoy, con su lenguaje exigente y de advertencias apocalípticas no es para asustarnos sino para urgirnos:
entrá ahora al reino del Amor del Padre, entrá por la Puerta Abierta que es el Corazón de Jesús, metete rápido que luego nada ni nadie te podrá sacar.
Metete como estás, aprovechá que está abierto. Cuando está abierto está abierto, no hay otra exigencia que entrar.
Si uno lee bien, es verdad que Jesús muestra que entrar al Reino requiere esfuerzo, que la puerta es angosta y el tiempo corto, pero también es verdad ¡que la puerta está abierta! Hoy está abierta. Abierta para mí. Puedo entrar. El hecho de que me advierta que se va a cerrar es para hacerme valorar lo grandioso de que esté abierta hoy. Para que no me crea que “total hay tiempo”. Las ofertas se hacen por el día. Si no, no son ofertas. Nadie se mueve a aprovecharlas. Toda la parábola de hoy, con su lenguaje exigente y de advertencias apocalípticas no es para asustarnos sino para urgirnos:
entrá ahora al reino del Amor del Padre, entrá por la Puerta Abierta que es el Corazón de Jesús, metete rápido que luego nada ni nadie te podrá sacar.
Metete como estás, aprovechá que está abierto. Cuando está abierto está abierto, no hay otra exigencia que entrar.
La única exigencia de la libertad gratuita del amor de Dios es que hay que entrar en su ámbito cuando él lo abre. Como no depende de nosotros que esté abierto, apenas lo vemos abierto hay que entrar!
Esto sucede muchas veces por día en la vida de un cristiano: el amor invita líbremente a entrar en su reino, a actuar según los criterios del amor, a jugarse y tirarse de cabeza en algún pequeño gesto de amor, y si uno lo aprovecha, el corazón se nos llena de alegría, y si no, luego de unos momentos, la puerta se cierra, pasó la ocasión y aunque uno quiera volver atrás ya no se puede. Cada uno puede hacer recuento de las oportunidades que se le brindan con cada persona, de las que acepta y de las que deja pasar...
... Entrar por la puerta estrecha que es sólo Jesús lleva a las amplísimas praderas del Reino. Él también entra en nuestra vida por la puerta estrecha de la Eucaristía y una vez dentro nos comunica consigo y con el Padre y su Espíritu nos gana el corazón.
Diego Fares sj.
martes, 13 de agosto de 2013
Evangelio según San Lucas 12,49-53
20º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
18/08/13
Lc 12,49-53
Lc 12,49-53
Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente!
¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división.
De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres:
el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra".
Palabra del Señor
Análisis detallado del texto:
v. 49. He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya hubiera prendido! El fuego que no se apaga viene del cielo, es el fuego del Espíritu, que hace de todo lo que existe la expresión luminosa y ardiente de la presencia divina entre nosotros. El bautismo del amor. Nace la luz, nace el pan, nace el agua, ¡nace Dios!...
v. 50. Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla! La angustia, síntoma de aquellos miedos que nos aferran desde dentro, nos descomponen y nos dejan sin aliento, la experimentó también Jesús. ¿Qué se puede hacer frente a la angustia? No se puede hacer nada, sino esperar que se cumpla lo que es bueno y que los temores sean inmersos en el mismo acontecimiento. La angustia nos aferra y puede demoler toda posibilidad de movimiento interior. La angustia de quien tiene confianza y acoge la vida, incluso aferrándose a la persona con un mordisco terrible, que no tira por tierra, sino que fortifica y destruye en la espera todas las ilusiones y las esperanzas fáciles.
v. 51. ¿Creéis que estoy aquí para poner paz en la tierra? No, os lo aseguro, sino división. El hombre busca la paz, pero ¿qué paz? La paz del que “no me molestes”, la paz de “no crearnos problemas”, la paz de “todo va bien”, una paz superficial. Esta es la paz terrena. Jesús ha venido a traernos la paz verdadera, la plenitud de los dones de Dios. Esta paz no se llama ya paz, sino que en cuanto que va contra la paz aparente, se llama a los ojos del mundo “división”. Se puede decir mejor que la paz de Cristo elige y en cuanto que elige, discrimina, como un imán que un campo magnético atrae a sí los elementos de la misma “naturaleza”, pero que no realiza ninguna atracción en los que no son de la misma naturaleza.
vv. 52-53. Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.» Todo lo que divide no viene de Dios, porque en Dios se realiza la unidad. Pero en su nombre es posible ir más allá del mandamiento natural. Honra al padre y a la madre, dice la ley antigua. Y la ley nueva que es aquella del amor sin límites llega a decir: Quien ama al padre y a la madre más que a mí, no es digno de mí. En tal caso, la división se puede entender como prioridad de amor, jerarquía de valores. A Dios, fuente de la vida, corresponde el primer lugar. Al padre y a la madre que han acogido la vida, el segundo lugar… un orden tal está en la naturaleza lógica de la creación. No es honrar al padre y a la madre desobedecer a Dios, o amar menos a Cristo. Porque el amor del padre y de la madre es un amor de respuesta, el amor de Dios es generador.
Reflexión:
¡Ojala pudiésemos también nosotros llevar el fuego a la tierra de nuestro corazón! Un fuego capaz de extenderse sin causar incendios, sino creando lazos de intercambios vivos… El que juega con el fuego se encuentra, ciertamente, con las manos quemadas, pero ¡cuánto beneficio para todos! El fuego divide, crea círculos de encuentros y barreras de tránsito inaccesibles. Como en todas la cosas divinas, también encontramos una alternativa: con Cristo o contra Él. Sí, porque hace falta no olvidar nunca que es un signo de contradicción para cada época, piedra de escándalo para todos los que miran hacia lo alto esperando milagros y prodigios, y piedra angular para el que mira sus manos cansadas y agarra las manos de un carpintero tratando de construir la casa de la esperanza, la Iglesia. Un tiempo de gracia: ¿cómo no reconocerlo? Si pasas al lado de un fuego encendido, sientes el calor. ¡Y Cristo es un fuego encendido! Si atraviesas un torrente caudaloso en un día de verano, sientes la frescura y te sientes atraído por aquel movimiento que se acerca a ti para quitarte la sed y darte momentos de descanso. ¡Y Cristo es el agua que salta hasta la vida eterna! Si escuchas durante la noche el silencio, te sientes tembloroso en la espera de la luz del nuevo día que vendrá. ¡Y Cristo es el sol que surge! Es Palabra que en la noche es silencio y nos orienta hacia sílabas de un nuevo diálogo. ¿Por qué no te das cuenta que es necesario hacer caer cualquier hostilidad y caminar con cualquiera, reconociéndolo como hermano? Si lo ves como enemigo, tratas de buscar justicia… Si lo ves como hermano, te viene a la mente el ayudarlo y hacer juntos un trozo de camino, de compartir con él tus angustias y tus ansias, de escuchar sus preocupaciones. ¿Por qué quieres hacer pagar a toda costa hasta el último céntimo?
Fuente: http://ocarm.org
lunes, 12 de agosto de 2013
Vídeos y Canción: 17 de Agosto: Homenaje al Padre de la Patria
Subido el 12/08/2010 porrunnerfrog
Un video que edité para proyectar en la escuela De La Baxada de Paraná para el acto del 17 de agosto del 2010.
Las fuentes son el documental "La Marcha Silenciosa", algunos efectos especiales, tres trailers diferentes de la película "El Cruce de los Andes" (a estrenarse en agosto del 2010), y una banda sonora de dos canciones, que incluye a los compositores Fred Karlin y Nick Phoenix.
Las fuentes son el documental "La Marcha Silenciosa", algunos efectos especiales, tres trailers diferentes de la película "El Cruce de los Andes" (a estrenarse en agosto del 2010), y una banda sonora de dos canciones, que incluye a los compositores Fred Karlin y Nick Phoenix.
Categoría
Entretenimiento Licencia de YouTube estándar
Subido el 09/04/2007 porTioPachi
Marcha de San Lorenzo de Cayetano Alberto Silva, Interpretada por Alejandro Lerner Maria Elena Walsh y Lito Vitale.
Historia:
Su nombre correcto es San Lorenzo, y se trata de una marcha usada por los militares de argentina compuesta en 1901 por el músico afrouruguayo Cayetano Alberto Silva (nació en Maldonado, Uruguay, el 7 de agosto de 1868, murió en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, el 12 de enero de 1920), que honra el combate de San Lorenzo, en el que se enfrentaron las tropas del coronel de Granaderos José de San Martín y tropas realistas.
En 1907 Carlos Javier Benielli, un vecino y amigo de Venado Tuerto, escribe la letra, junto a la de otras marchas compuestas por Silva.
Siendo una de las más famosas obras de música militar, ha sido interpretada por las tropas alemanas en su entrada a París, como acto de desagravio el general Dwight Einsenhower también la hizo ejecutar cuando el ejército aliado entró en París para liberarla.
El gobierno inglés solicitó autorización a la Argentina para ejecutarla el 22 de junio de 1911 durante la coronación del rey Jorge V. También se la utilizó en la coronación de la reina Isabel II de Inglaterra el 2 de junio de 1953. Debido a estos eventos históricos hasta hoy todos los dias a las 11hs es interpretada en los cambios guardia del palacio de Buckingham.
Las bandas militares de Uruguay, Brasil y Polonia, entre otras, la incorporaron a su repertorio. Como hecho curioso fue usada en los films Hidden Agenda de Ken Loach y Rescatando al Soldado Ryan.
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Historia:
Su nombre correcto es San Lorenzo, y se trata de una marcha usada por los militares de argentina compuesta en 1901 por el músico afrouruguayo Cayetano Alberto Silva (nació en Maldonado, Uruguay, el 7 de agosto de 1868, murió en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, el 12 de enero de 1920), que honra el combate de San Lorenzo, en el que se enfrentaron las tropas del coronel de Granaderos José de San Martín y tropas realistas.
En 1907 Carlos Javier Benielli, un vecino y amigo de Venado Tuerto, escribe la letra, junto a la de otras marchas compuestas por Silva.
Siendo una de las más famosas obras de música militar, ha sido interpretada por las tropas alemanas en su entrada a París, como acto de desagravio el general Dwight Einsenhower también la hizo ejecutar cuando el ejército aliado entró en París para liberarla.
El gobierno inglés solicitó autorización a la Argentina para ejecutarla el 22 de junio de 1911 durante la coronación del rey Jorge V. También se la utilizó en la coronación de la reina Isabel II de Inglaterra el 2 de junio de 1953. Debido a estos eventos históricos hasta hoy todos los dias a las 11hs es interpretada en los cambios guardia del palacio de Buckingham.
Las bandas militares de Uruguay, Brasil y Polonia, entre otras, la incorporaron a su repertorio. Como hecho curioso fue usada en los films Hidden Agenda de Ken Loach y Rescatando al Soldado Ryan.
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Video: 15 de Agosto: FIESTA DE LA ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
La Asunción es un mensaje de esperanza que nos hace pensar
en la dicha de alcanzar el Cielo, la gloria de Dios y en la alegría de tener
una madre que ha alcanzado la meta a la que nosotros caminamos.
María al final de su vida, sube directamente al cielo, junto a su Hijo.
Ella es la primera que disfrutó del gozo de la resurrección.
Ella es la primera que disfrutó del gozo de la resurrección.
Subido el 04/08/2011
Dogma de la Asunción de María - Codipac - Diócesis de Papantla
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jueves, 8 de agosto de 2013
Vídeo Reflexión: 19º Domingo de Tiempo Ordinario - Ciclo C - (Monasterio de Sant Benet Monserrat)
Comentarios de Patxi Loidi
El evangelio del domingo pasado nos mostraba el peligro del dinero y la riqueza. El de hoy tiene tres enseñanzas:
· el desprendimiento económico
· la fidelidad a nuestras obligaciones como siervos de Dios
· la buena administración de los bienes de Jesús, tanto en el mundo como en la Iglesia.
El desprendimiento económico es uno de los grandes valores evangélicos: Jesús nos invita abiertamente a la pobreza digna –que no es la miseria-, por libertad y por solidaridad con los necesitados.
En la segunda y tercera enseñanza, hay comparaciones de amos y siervos, propias de aquella cultura. Son sólo comparaciones: no olvidemos que no somos siervos sino hijas e hijos de Dios.
Estas enseñanzas sugieren la idea central del evangelio: que somos continuadores de la obra de Jesús y responsables de su causa.
Muchos piensan que la vida cristiana consiste en cumplir los mandamientos y salvarse, incluso santificarse. Pero el verdadero cristiano del evangelio es el que, después de convertirse al Señor, se hace cargo de la obra que él empezó, para continuarla y desarrollarla.
Jesús nos invita a la vigilancia con varias imágenes y comparaciones: cintura ceñida o ropa de trabajo, lámpara encendida, despiertos, esperando al amo, el ladrón, etc. La invitación a la vigilancia y la responsabilidad, contenida en esas comparaciones, va en la línea de proseguir la causa de Jesús, que es el Reino de Dios: o sea, la fe, la solidaridad, la justicia, el amor, con la “opción preferencial por los pobres”.
Guía para la oración personal con este pasaje.
V. 32. Gozar con este versículo y sus detalles: no temas, pequeño rebaño, el pastor, el Padre, el Reino.
V. 33-34. Revisar mi vida con estos versículos, hablando con Jesús. ¿Cómo los practico yo?
V. 35-40. Hay muchos detalles e imágenes para orar. Recorrerlos despacio. Es increíble que el amo le siente a la mesa al criado y le sirva. ¿Tengo yo esa dicha con Jesús? Pero revisar también mi vigilancia cristiana y tomar la decisión de estar siempre preparado.
V. 41-46. El administrador bueno y el malo. Yo ¿qué soy? ¿Administro bien mis bienes y mis dones? ¿Los malgasto? ¿Qué me dice el Señor sobre los pobres? ¿Soy responsable de ellos y de la causa de Jesús en el mundo? ¿Tengo la dicha de Jesús?
V. 47-48. Yo he recibido mucho. ¿Cuánto estoy rindiendo para el Señor y su causa?
martes, 6 de agosto de 2013
Evangelio según San Lucas 12,32-48
19º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
11/08/13
Lc 12,32-48
No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino.
Vendan sus bienes y denlos como limosna. Háganse bolsas que no se desgasten y acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acerca el ladrón ni destruye la polilla.
Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón.
Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas.
Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.
¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo.
¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!
Entiéndalo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada".
Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?".
El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno?
¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentra ocupado en este trabajo!
Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si este servidor piensa: "Mi señor tardará en llegar", y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles.
El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo.
Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más.
Palabras del Señor
Reflexión
No hay motivo para tener miedo.
No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien dar a vosotros el Reino...
No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien dar a vosotros el Reino...
Acojamos hoy la riqueza del poseer a Dios, único bien. ¡Sólo Dios basta!
Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla corroe; porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Jesús ya había dicho lo de no acumular bienes (Mt 6,20-21). La comunidad cristiana había entendido el sentido de la libertad de bienes y la del compartir (At 4,34) porque el tiempo se ha hecho breve (1Cor 7,29-31). La vida nueva en Cristo se convierte en el criterio para la posesión de cualquier bien.
Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla corroe; porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Jesús ya había dicho lo de no acumular bienes (Mt 6,20-21). La comunidad cristiana había entendido el sentido de la libertad de bienes y la del compartir (At 4,34) porque el tiempo se ha hecho breve (1Cor 7,29-31). La vida nueva en Cristo se convierte en el criterio para la posesión de cualquier bien.
Empeñémonos en lo cotidiano
Tened ceñida la cintura y las lámparas encendidas;
Porque al Padre le ha agradado daros el Reino, es necesario estar preparados para poseerlo, después de haber dejado todo impedimento. Los judíos se ceñían sus largos vestidos a los lomos para poder trabajar mejor. Elías se ciñe para correr (1Re 18,46). La conducta que Jesús recomienda a los que esperan su venida es la de ponerse a la obra, de no caer en la mediocridad (1Ts 5,6-8; 1Pet 5,8; 1,13). La vigilancia es fundamental para el cristiano. Más que una conducta moral es la condición de vida, una vez revestido de Cristo y dedicado a su Reino.
Tened ceñida la cintura y las lámparas encendidas;
Porque al Padre le ha agradado daros el Reino, es necesario estar preparados para poseerlo, después de haber dejado todo impedimento. Los judíos se ceñían sus largos vestidos a los lomos para poder trabajar mejor. Elías se ciñe para correr (1Re 18,46). La conducta que Jesús recomienda a los que esperan su venida es la de ponerse a la obra, de no caer en la mediocridad (1Ts 5,6-8; 1Pet 5,8; 1,13). La vigilancia es fundamental para el cristiano. Más que una conducta moral es la condición de vida, una vez revestido de Cristo y dedicado a su Reino.
El encuentro con Dios será maravilloso
Dichosos los siervos a quienes el señor, al venir, encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará poner a la mesa y yendo de uno a otro les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así ¡dichosos ellos!
¡Es sorprendente el gesto del señor que se pone a servirlos! Es lo que ha hecho Jesús lavando los pies a los discípulos (Jn 13,4-5). La noche dividida en partes (Mc 13,35) según el uso romano, se convierte cada vez más empeñativa para el que vigila. El futuro está garantizado por la fidelidad creativa al Señor.
Dichosos los siervos a quienes el señor, al venir, encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará poner a la mesa y yendo de uno a otro les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así ¡dichosos ellos!
¡Es sorprendente el gesto del señor que se pone a servirlos! Es lo que ha hecho Jesús lavando los pies a los discípulos (Jn 13,4-5). La noche dividida en partes (Mc 13,35) según el uso romano, se convierte cada vez más empeñativa para el que vigila. El futuro está garantizado por la fidelidad creativa al Señor.
No perdamos el tiempo (¡y dinero!) para proveer el futuro
Entendedlo bien: si el dueño da casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa.
Un argumento para la vigilancia es el hecho de que no se sabe cuando vendrá el Señor (Mt. 24,42-51). Tanto el día del juicio final como el de la muerte individual son desconocidos. Su venida no puede ser prevista (Ap 3,3). Esto impresionó mucho a los discípulos (1Ts 2,1-2: 2Pt 3,10).
Entendedlo bien: si el dueño da casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa.
Un argumento para la vigilancia es el hecho de que no se sabe cuando vendrá el Señor (Mt. 24,42-51). Tanto el día del juicio final como el de la muerte individual son desconocidos. Su venida no puede ser prevista (Ap 3,3). Esto impresionó mucho a los discípulos (1Ts 2,1-2: 2Pt 3,10).
El amor y no la pertenencia formal debe ser nuestra fuerza.
Estad también vosotros preparados, porque cuando menos lo penséis, vendrá el Hijo del hombre. Dijo Pedro: “Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?”
Pedro, su hombre viejo, todavía piensa en cualquier privilegio, habiendo abandonado todo por seguir a Jesús (Mt 19,27). Jesús ayuda a madurar la conciencia de Pedro, respondiendo indirectamente con la parábola del buen administrador.
La conversión es un proceso que dura toda la vida, incluso para los que se sienten cercanos al Señor.
Estad también vosotros preparados, porque cuando menos lo penséis, vendrá el Hijo del hombre. Dijo Pedro: “Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?”
Pedro, su hombre viejo, todavía piensa en cualquier privilegio, habiendo abandonado todo por seguir a Jesús (Mt 19,27). Jesús ayuda a madurar la conciencia de Pedro, respondiendo indirectamente con la parábola del buen administrador.
La conversión es un proceso que dura toda la vida, incluso para los que se sienten cercanos al Señor.
Conjugar la vigilancia con la fidelidad al servicio que se nos ha confiado.
Respondió el Señor: “¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. De verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda.
Lucas usa “administrador” en vez de “siervo” (Mt 24,45) casi dejando entender la pregunta en boca de Pedro. Los jefes, en particular, deben ser fieles en el servicio.
Respondió el Señor: “¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. De verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda.
Lucas usa “administrador” en vez de “siervo” (Mt 24,45) casi dejando entender la pregunta en boca de Pedro. Los jefes, en particular, deben ser fieles en el servicio.
Sin dejar nuestra conversión para un mañana impreciso.
Pero si aquel siervo dijese en su corazón: «Mi señor tarda en venir» y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y beber y a emborracharse, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le castigará severamente y le señalará su suerte entre los infieles.
Hay algunos que han acogido con entusiasmo el anuncio evangélico, pero ahora, de frente a las dificultades presentes y a los empeños consiguientes, comienzan a retomar las viejas costumbres: violencia, intemperancia, abandono a los instintos. Todos los valores contrarios al evangelio.
Pero si aquel siervo dijese en su corazón: «Mi señor tarda en venir» y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y beber y a emborracharse, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le castigará severamente y le señalará su suerte entre los infieles.
Hay algunos que han acogido con entusiasmo el anuncio evangélico, pero ahora, de frente a las dificultades presentes y a los empeños consiguientes, comienzan a retomar las viejas costumbres: violencia, intemperancia, abandono a los instintos. Todos los valores contrarios al evangelio.
Dando según la medida que hemos recibido.
Aquel siervo, que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y hace cosas que merecen azotes, recibirá pocos.
El Señor dará a cada uno según sus acciones (Mt 16,27) y según la gracia recibida (Rom 11,11-24. Judíos, paganos, convertidos o fieles a la propia religión serán juzgados según su propia conciencia.
Aquel siervo, que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y hace cosas que merecen azotes, recibirá pocos.
El Señor dará a cada uno según sus acciones (Mt 16,27) y según la gracia recibida (Rom 11,11-24. Judíos, paganos, convertidos o fieles a la propia religión serán juzgados según su propia conciencia.
Porque grande será la comunión eterna con Dios
A quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más.
Al final de la vida, según San Juan de la Cruz, seremos juzgados por el amor...
A quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más.
Al final de la vida, según San Juan de la Cruz, seremos juzgados por el amor...
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