lunes, 24 de febrero de 2014

Evangelio según San Mateo 6,24-34

8º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo A -
02/3/14
Mt 6,24-34
Dijo Jesús a sus discípulos: Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero. 
Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido? 
Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos? 
¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida? 
¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. 
Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. 
Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe! 
No se inquieten entonces, diciendo: "¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?". 
Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan. 
Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. 
No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción 
Palabra del Señor
Reflexión

No a la idolatría del dinero

El Dinero, convertido en ídolo absoluto, es para Jesús el mayor enemigo de ese mundo más digno, justo y solidario que quiere Dios. Hace ya veinte siglos que el Profeta de Galilea denunció de manera rotunda que el culto al Dinero será siempre el mayor obstáculo que encontrará la Humanidad para progresar hacia una convivencia más humana.
La lógica de Jesús es aplastante: “No podéis servir a Dios y al Dinero”. Dios no puede reinar en el mundo y ser Padre de todos, sin reclamar justicia para los que son excluidos de una vida digna. Por eso, no pueden trabajar por ese mundo más humano querido por Dios los que, dominados por el ansia de acumular riqueza, promueven una economía que excluye a los más débiles y los abandona en el hambre y la miseria.
Es sorprendente lo que está sucediendo con el Papa Francisco. Mientras los medios de comunicación y las redes sociales que circulan por internet nos informan, con toda clase de detalles, de los gestos más pequeños de su personalidad admirable, se oculta de modo vergonzoso su grito más urgente a toda la Humanidad: “No a una economía de la exclusión y la iniquidad. Esa economía mata”.
Sin embargo, Francisco no necesita largas argumentaciones ni profundos análisis para exponer su pensamiento. Sabe resumir su indignación en palabras claras y expresivas que podrían abrir el informativo de cualquier telediario, o ser titular de la prensa en cualquier país. Solo algunos ejemplos.
“No puede ser que no sea noticia que muera de frío un anciano en situación de la calle y que sí lo sea la caída de dos puntos en la bolsa. Eso es exclusión. No se puede tolerar que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre. Eso es iniquidad”.
Vivimos “en la dictadura de una economía sin rostro y sin un objetivo verdaderamente humano”. Como consecuencia, “mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz”.
“La cultura del bienestar nos anestesia, y perdemos la calma si el mercado ofrece algo que todavía no hemos comprado, mientras todas esa vidas truncadas por falta de posibilidades nos parecen un espectáculo que de ninguna manera nos altera”.
Como ha dicho él mismo: “este mensaje no es marxismo sino Evangelio puro”. Un mensaje que tiene que tener eco permanente en nuestras comunidades cristianas. Lo contrario podría ser signo de lo que dice el Papa: “Nos estamos volviendo incapaces de compadecernos de los clamores de los otros, ya no lloramos ante el drama de los demás”.                                                Fuente: José Antonio Pagola

lunes, 17 de febrero de 2014

Evangelio según San Mateo 5,38-48

7º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo A -
23/2/14
Mt 5,38-48
Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: "Ojo por ojo y diente por diente".
Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.
Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
Ustedes han oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y odiarás a tu enemigo.
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
Palabra del Señor     
Reflexión
AMAR A QUIEN NOS HACE DAÑO
 La llamada a amar es seductora. Seguramente, muchos escuchaban con agrado la invitación de Jesús a vivir en una actitud abierta de amistad y generosidad hacia todos. Lo que menos se podían esperar era oírle hablar de amor a los enemigos.
 Sólo un loco les podía decir con aquella convicción algo tan absurdo e impensable: «Amad a vuestros enemigos, rezad por los que os persiguen, perdonad setenta veces siete... »¿Sabe Jesús lo que está diciendo? ¿Es eso lo que quiere Dios?
 Los oyentes le escuchaban escandalizados. ¿Se olvida Jesús de que su pueblo vive sometido a Roma? ¿Ha olvidado los estragos cometidos por sus legiones? ¿No conoce la explotación de los campesinos de Galilea, indefensos ante los abusos de los poderosos terratenientes? ¿Cómo puede hablar de perdón a los enemigos, si todo les está invitando al odio y la venganza?
 Jesús no les habla arbitrariamente. Su invitación nace de su experiencia de Dios. El Padre de todos no es violento sino compasivo. No busca la venganza ni conoce el odio. Su amor es incondicional hacia todos: «El hace salir su sol sobre buenos y malos, manda la lluvia a justos e injustos». No discrimina a nadie. No ama sólo a quienes le son fieles. Su amor está abierto a todos.
 Este Dios que no excluye a nadie de su amor nos ha de atraer a vivir como él. Esta es en síntesis la llamada de Jesús. "Pareceos a Dios. No seáis enemigos de nadie, ni siquiera de quienes son vuestros enemigos. Amadlos para que seáis dignos de vuestro Padre del cielo".
 Jesús no está pensando en que los queramos con el afecto y el cariño que sentimos hacia nuestros seres más queridos. Amar al enemigo es, sencillamente, no vengarnos, no hacerle daño, no desearle el mal. Pensar, más bien, en lo que puede ser bueno para él. Tratarlo como quisiéramos que nos trataran a nosotros.
 ¿Es posible amar al enemigo? Jesús no está imponiendo una ley universal. Está invitando a sus seguidores a parecernos a Dios para ir haciendo desaparecer el odio y la enemistad entre sus hijos. Sólo quien vive tratando de identificarse con Jesús llega a amar a quienes le quieren mal.
 Atraídos por él, aprendemos a no alimentar el odio contra nadie, a superar el resentimiento, a hacer el bien a todos. Jesús nos invita a «rezar por los que nos persiguen», seguramente, para ir transformando poco a poco nuestro corazón. Amar a quien nos hace daño no es fácil, pero es lo que mejor nos identifica con aquel que murió rezando por quienes lo estaban crucificando: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". 
José Antonio Pagola

Videos - La respuesta de los Camaristas: "Bélgica aprueba ley de eutanasia infantil"



 La cultura del descarte
Por Jorge Nicolás Lafferriere
www.centrodebioetica.org                                                   17 de febrero de 2014
El 13 de febrero de 2014 la Cámara de Representantes de Bélgica aprobó por 86 votos a favor, 44 en contra y 12 abstenciones el proyecto de ley que permite la eutanasia de personas menores de edad. El proyecto debe ser firmado por el rey Felipe para convertirse formalmente en ley.
En Bélgica, la eutanasia está legalizada por ley del 28 de mayo de 2002. La reforma que ahora se aprobó modifica diversos artículos de dicha ley para incorporar a las personas menores de edad.
Personas incluidas: con la nueva ley se modifica el inciso 1 del artículo 3 de la ley de eutanasia de 2002 para incluir entre quienes pueden pedir la eutanasia al "menor dotado de capacidad de discernimiento", que "se encuentre en una situación médica sin esperanza, padezca sufrimiento físico constante e insoportable que no puede ser aliviado y que ocasione la muerte en corto plazo, y que resulte de una enfermedad accidental o patológica grave e incurable". Las personas menores de edad son excluidas expresamente del inciso 4 del artículo 3 de la ley que contempla el caso de eutanasia pedida en situaciones en que se prevea que la muerte no ocurrirá en el corto plazo.
Consulta psiquiátrica o psicológica previa: se modifica el inciso 2 del artículo 3 de la ley de eutanasia que regula los requisitos que debe cumplir el médico para realizar la eutanasia y, en el caso de los menores de edad, se incorpora el deber de consultar a un psiquiatra o psicólogo en forma previa, explicándole los motivos de la consulta. El consultado debe revisar los registros médicos, examinar al paciente menor, asegurar que tiene discernimiento y dejar constancia por escrito. El médico tratante debe informar al menor y a sus representantes legales el resultado de esta consulta. También se inserta la obligación legal de informarle al paciente de la posibilidad de un acompañamiento psicológico.
Consentimiento de los representantes legales: en la misma modificación del inciso 2 del artículo 3 de la ley de eutanasia, se dispone que "el médico debe hablar con los representantes legales del menor, proporcionando todos los datos exigidos por la ley (art. 3.2.1) y asegurarse que prestan su acuerdo a la petición del paciente menor de edad". Este consentimiento se tiene que registrar por escrito (reforma del artículo 3 inciso 4).
El acto de eutanasia: para comprender la gravedad de esta ley, hay que tener en cuenta que según el artículo 2 de la ley del 28 de mayo de 2002, se entiende por el "acto de eutanasia" "el acto realizado por un tercero que termina intencionalmente con la vida de una persona, a petición de este último". Es decir, no se trata de una renuncia al encarnizamiento terapéutica, sino un acto de matar a otra persona, con permiso legal.
La eutanasia a pedido: el artículo 3 de la ley de 2002 contempla la eutanasia a pedido con las siguientes condiciones:
·  que el paciente se encuentre consciente al momento del pedido;
·  que formule el pedido de eutanasia de manera escrita, voluntaria, reflexionada y repetida, sin presiones externas;
·  que el paciente se encuentre en una situación médica sin esperanza;
·  que el sufrimiento físico y/o físico sea constante, insoportable y que no pueda ser tranquilizado;
·  que el estado del paciente se deba a una enfermedad accidental o patología grave e incurable.
Información que debe brindar el médico: según la ley de 2002, el médico no está obligado a realizar la eutanasia y corresponde al paciente encontrar un médico que acepte su pedido. En tal caso, el médico tiene el deber, antes de realizar la eutanasia, de informar:
·  el estado de salud y las esperanzas de vida
·  analizar con el paciente todas las posibilidades terapéuticas posibles y llegar a la convicción con el paciente de que ninguna otra solución razonable hay a su situación;
·  asegurarse de la persistencia del sufrimiento y de su voluntad de ponerle fin;
·  consultar con otro médico sobre el carácter grave e incurable de la enfermedad e informarlo al paciente;
·  hablar con su familia si el paciente lo desea y en su caso, hablar de la eutanasia con el equipo de salud que atiende regularmente al paciente;
·  asegurarse que el paciente tuvo ocasión de hablar con las personas con las que él quería encontrarse;
·  si la muerte no se produciría en el corto plazo, consultar un segundo médico sobre el carácter constante, insoportable e imposible de mitigar del sufrimiento y sobre el carácter reflexionado, voluntario y sostenido en el tiempo del pedido de eutanasia (en este caso la eutanasia de menores de edad no estaría permitida);
·  dejar pasar un mes entre la demanda escrita de eutanasia del paciente y el acto de eutanasia;
·  llevar registro médico del acto.
Para evaluar y controlar la aplicación de la ley existe una Comisión de control y evaluación de la eutanasia.
Eutanasia y cultura del descarte: la eutanasia es ciertamente uno de los temas bioéticos de mayor debate cultural y jurídico. El misterio del sufrimiento y la muerte conmueven y, cuando se eclipsa el sentido profundo de la vida y no hay una esperanza firme, se presenta como muy tentadora la posibilidad de dar un fin anticipado a la vida.
Ese acto de poner fin a la vida de forma deliberada constituye en sí mismo un exceso que violenta el derecho a la vida. La vida humana es un bien indisponible jurídicamente. Una sociedad que admite que se le quite la vida a algunas personas, aun cuando se trate de situaciones límites, es una sociedad que introduce en su interior dinamismos radicales de exclusión y muerte. Matar nunca es solución.
Por otro lado, hoy los cuidados paliativos se extienden como una respuesta ética y jurídicamente responsable y humanitaria que ayudan a sobrellevar las situaciones de gran sufrimiento.
En la ley de eutanasia de Bélgica no se trata de una renuncia a tratamientos desproporcionados cuando la muerte es inminente e inevitable, lo que se conoce como encarnizamiento terapéutico. La ley de eutanasia es lisa y llanamente una autorización para que el médico realice los actos que le quitan la vida al paciente. Es una profunda contradicción con la medicina misma, en un acto que jamás puede considerarse como médico.
La experiencia de la eutanasia en Holanda y Bélgica desde su legalización demuestra que las exigencias pretendidamente rigurosas de la ley escrita, en la práctica se van mitigando y relajando, de modo que la eutanasia se extiende como solución a personas inconscientes, personas que no están en situación terminal, o bien incluso a los niños.
Justamente esta situación es la que ahora enfrenta Bélgica: aplicar la eutanasia a niños, por su pedido y con el consentimiento de los padres. Es una dramática decisión que introduce un perverso mecanismo de descarte de quienes son menos útiles a los ojos del mundo. El parlamento belga quiere que los niños tengan en sus manos su vida o su muerte, una decisión dramática para cualquier ser humano, pero inconcebiblemente más dramática para un niño. En definitiva, es una gran claudicación del deber de buscar siempre el bien para el paciente y una indebida transferencia de la responsabilidad que compete a los padres, al médico y al Estado en cuidar la vida de los niños. Los niños, bajo la máscara de un mayor empoderamiento, terminan cargando solos su propia vida. Una sociedad inhumana los mira perplejos, y cómo no sabe qué hacer ante el drama del dolor, les transfiere sus responsabilidades y les obliga a tomar una decisión para la que nadie está capacitado, y mucho menos un niño.
El tiempo dará cuenta de las graves consecuencias sociales de esta cultura de la muerte que se expande bajo el atractivo ropaje de la autonomía, pero que encierra el más radical individualismo. El derecho se convierte en mero legitimador de esta cultura del descarte y pierde su esencial dinamismo de justicia, ese dinamismo que lleva a buscar siempre dar a cada uno lo suyo. En este caso los niños se ven privados de lo suyo más básico, la vida. 

El boletín del Centro de Bioética, Persona y Familia es un servicio gratuito que difunde información y análisis y que se puede reproducir o difundir sin previa autorización, con mención de la fuente y de los autores.
Para suscribirse al boletín y a otros servicios: http://centrodebioetica.org/suscripcion-2/

Digamos NO a la EUTANASIA
« La vida humana es sagrada porque desde su inicio comporta "la acción creadora de Dios" y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término: nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de
matar de modo directo a un ser humano inocente »
La Sagrada Escritura impone al hombre el precepto « no matarás » como mandamiento divino (Ex 20, 13; Dt 5, 17).
(Fuente: Ioannes Paulus PP.II Evangelium vitae: Cap III)

domingo, 16 de febrero de 2014

Video: Niña canadiense suplica al Rey de Bélgica que vete la nueva ley de eutanasia

MADRID, 04 Feb. 14 / 01:35 pm (ACI/Europa Press).- Al tiempo que Bélgica se prepara para convertirse en el primer país del mundo que promulga una ley que permite la eutanasia en niños, Jessica Saba, de 4 años y residente en Lachine, Quebec, Canadá, ha pedido al Rey de Bélgica que rechace la firma de la legislación.
“Por el bien de los niños por favor no firme el Proyecto de Ley de la Eutanasia", suplicó Jessica en el video publicado el 2 de febrero.
Jessica nació en Montreal, Canadá, en mayo de 2009 con una malformación cardiaca severa: una válvula completamente bloqueada y un ventrículo poco desarrollado. Solo hubiera podido sobrevivir unas pocas horas o días sino llega a ser por una serie de intervenciones cardiacas realizadas en el Montreal's Children's Hospital.
A los seis días, su válvula ya estaba desbloqueada y de forma gradual su ventrículo poco formado comenzó a desarrollarse. Si Jessica hubiera nacido en un país en el que la eutanasia pediátrica estuviera permitida, podría haber sido una candidata para la eutanasia, siendo su historia muy diferente a la mostrada en el video http://www.youtube.com/channel/UC4di7uSDkRYsHx8UL38LHvA    
Millones de niños nacen cada año padeciendo malformaciones congénitas severas. Al igual que Jessica, muchos de ellos podrían ser candidatos para la eutanasia. Si la eutanasia se legaliza en Bélgica, existe un peligro de que el precedente pueda llevar a la extensión de la eutanasia pediátrica en todo el mundo.
Actualmente en Quebec, el gobierno está intentando aprobar su propia ley de la eutanasia, que es muy similar a la que se aprobó en Bélgica hace unos 10 años. La Quebec Human Rights Commission recomienda la ampliación de la eutanasia a los niños.
El doctor Paul Saba, psiquiatra de familia de Lachine, Quebec, y padre de Jessica, ha llevado a cabo una solicitud personal para el Rey de cara a que no firme la ley que amplía la eutanasia a los niños en Bélgica. Ha explicado que la eutanasia comenzó en Bélgica para las personas que padecían daño físico, y ahora se ha ampliado a todos los que sufren daño mental. Comenzó con los adultos y ahora se va a ampliar hasta los niños.
Además, argumentó que no hay necesidad de que nadie sufra al tener un excelente cuidado médico. Para todos los que están al final de la vida, un buen cuidado paliativo detendrá todo el sufrimiento físico. Los que indican que hay miembros de su familia que han sufrido al final de la vida no han recibido un buen cuidado paliativo.
La madre de Jessica, Marisa, comparte la lucha y la alegría de Jessica y advierte de que la ley de la eutanasia pediátrica podría llevar a los padres de niños enfermos o discapacitados "a abandonar demasiado pronto". Lo que los padres y los hijos necesitan es estar rodeados de amor y apoyo a la vida, no a la eutanasia.

sábado, 15 de febrero de 2014

Vídeos Reflexión y Canción: 6º Domingo de Tiempo Ordinario - Ciclo A - (Youtube - Monjas de Sant Benet - Ed. Verbo Divino) -



Richopichos      Subido el 5/02/2010  Oración "MANOS ABIERTAS" - Xaire 4º ESO 2010
Cantantes: Alberto y Emilia  
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viernes, 14 de febrero de 2014

Evangelio según San Mateo 5, 17-37

6º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo A -
16/2/14
Mt 5, 17-37
Jesús dijo a sus discípulos: No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. 
Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice. 
El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos. 
Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos. 
Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: "No matarás", y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. 
Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego. 
Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. 
Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. 
Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo. 
Ustedes han oído que se dijo: "No cometerás adulterio". 
Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. 
Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. 
Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti; es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena. 
También se dijo: "El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio". 
Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio. 
Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: "No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor". 
Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios, 
ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey. 
No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos. 
Cuando ustedes digan "sí", que sea sí, y cuando digan "no", que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno. 
Palabra del Señor    
Reflexión
No a la guerra entre nosotros
Los judíos hablaban con orgullo de la Ley de Moisés. Según la tradición, Dios mismo la había regalado a su pueblo. Era lo mejor que habían recibido de él. En esa Ley se encierra la voluntad del único Dios verdadero. Ahí pueden encontrar todo lo que necesitan para ser fieles a Dios.
También para Jesús la Ley es importante, pero ya no ocupa el lugar central. Él vive y comunica otra experiencia: está llegando el reino de Dios; el Padre está buscando abrirse camino entre nosotros para hacer un mundo más humano. No basta quedarnos con cumplir la Ley de Moisés. Es necesario abrirnos al Padre y colaborar con él en hacer una vida más justa y fraterna.
Por eso, según Jesús, no basta cumplir la ley que ordena “No matarás”. Es necesario, además, arrancar de nuestra vida la agresividad, el desprecio al otro, los insultos o las venganzas. Aquel que no mata, cumple la ley, pero si no se libera de la violencia, en su corazón no reina todavía ese Dios que busca construir con nosotros una vida más humana.
Según algunos observadores, se está extendiendo en la sociedad actual un lenguaje que refleja el crecimiento de la agresividad. Cada vez son más frecuentes los insultos ofensivos proferidos solo para humillar, despreciar y herir. Palabras nacidas del rechazo, el resentimiento, el odio o la venganza.
Por otra parte, las conversaciones están a menudo tejidas de palabras injustas que reparten condenas y siembran sospechas. Palabras dichas sin amor y sin respeto, que envenenan la convivencia y hacen daño. Palabras nacidas casi siempre de la irritación, la mezquindad o la bajeza.
No es este un hecho que se da solo en la convivencia social. Es también un grave problema en la Iglesia actual. El Papa Francisco sufre al ver divisiones, conflictos y enfrentamientos de “cristianos en guerra contra otros cristianos”. Es un estado de cosas tan contrario al Evangelio que ha sentido la necesidad de dirigirnos una llamada urgente: “No a la guerra entre nosotros”.
Así habla el Papa: “Me duele comprobar cómo en algunas comunidades cristianas, y aún entre personas consagradas, consentimos diversas formas de odios, calumnias, difamaciones, venganzas, celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa, y hasta persecuciones que parecen una implacable caza de brujas. ¿A quién vamos a evangelizar con esos comportamientos?”. El Papa quiere trabajar por una Iglesia en la que “todos puedan admirar cómo os cuidáis unos a otros, cómo os dais aliento mutuamente y cómo os acompañáis”.
Fuente: José Antonio Pagola
http://somos.vicencianos.org/comentarios

lunes, 10 de febrero de 2014

Video y Canción: 11 de Febrero Nuestra Señora de Lourdes - Jornada Mundial del Enfermo - (Youtube) -


11 de Febrero Nuestra Señora de Lourdes - Jornada Mundial del Enfermo



P. José de Jesús Aguilar Valdés
  Subido el 11/02/2011
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Cantemos a Nuestra Madre esta hermosa canción
(Hacer click en play)

Danos Madre tu Bendición

jueves, 6 de febrero de 2014

Vídeos Reflexión y Canción: 5º Domingo de Tiempo Ordinario - Ciclo A - "Llamados a ser Sal y Luz en este mundo" (Youtube - Monjas de Sant Benet - Ed. Verbo Divino) -


chemabarbi  Publicado el 23/09/2012    Vosotros sois la luz del mundo y la sal de la tierra. (Mt 5 13-16)
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Evangelio según San Mateo 5, 13-16

5º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo A -
09/2/14
Mt 5, 13-16
"Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. 
"Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. 
Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. 
Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. 
Palabra del Señor    
Reflexión
SALIR A LAS PERIFERIAS
Jesús da a conocer con dos imágenes audaces y sorprendentes lo que piensa y espera de sus seguidores. No han de vivir pensando siempre en sus propios intereses, su prestigio o su poder. Aunque son un grupo pequeño en medio del vasto Imperio de Roma, han de ser la “sal” que necesita la tierra y la “luz” que le hace falta al mundo.
“Vosotros sois la sal de la tierra”. Las gentes sencillas de Galilea captan espontáneamente el lenguaje de Jesús. Todo el mundo sabe que la sal sirve, sobre todo, para dar sabor a la comida y para preservar los alimentos de la corrupción. Del mismo modo, los discípulos de Jesús han de contribuir a que las gentes saboreen la vida sin caer en la corrupción.
“Vosotros sois la luz del mundo”. Sin la luz del sol, el mundo se queda a oscuras y no podemos orientarnos ni disfrutar de la vida en medio de las tinieblas. Los discípulos de Jesús pueden aportar la luz que necesitamos para orientarnos, ahondar en el sentido último de la existencia y caminar con esperanza.
Las dos metáforas coinciden en algo muy importante. Si permanece aislada en un recipiente, la sal no sirve para nada. Solo cuando entra en contacto con los alimentos y se disuelve con la comida, puede dar sabor a lo que comemos. Lo mismo sucede con la luz. Si permanece encerrada y oculta, no puede alumbrar a nadie. Solo cuando está en medio de las tinieblas puede iluminar y orientar. Una Iglesia aislada del mundo no puede ser ni sal ni luz.
El Papa Francisco ha visto que la Iglesia vive hoy encerrada en sí misma, paralizada por los miedos, y demasiado alejada de los problemas y sufrimientos como para dar sabor a la vida moderna y para ofrecerle la luz genuina del Evangelio. Su reacción ha sido inmediata: “Hemos de salir hacia las periferias”.
El Papa insiste una y otra vez: “Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrase a las propias seguridades. No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro y que termina clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos”.
La llamada de Francisco está dirigida a todos los cristianos: “No podemos quedarnos tranquilos en espera pasiva en nuestros templos”. “El Evangelio nos invita siempre a correr el riesgo del encuentro con el rostro del otro”. El Papa quiere introducir en la Iglesia lo que él llama “la cultura del encuentro. Está convencido de que lo que necesita hoy la iglesia es capacidad de curar heridas y dar calor a los corazones”.
Fuente: José Antonio Pagola - http://somos.vicencianos.org/comentarios