Pquia. San Pio X, Mar del Plata: Proyecto basado en las directivas del Padre M, Bautista. Como devotos de la Divina Misericordia del Señor, surge la necesidad de ver reflejada en la acción la Misericordia de Dios, queremos dar a conocer las obras de Misericordia, corporales y espirituales especialmente con los pecadores, consolando y asistiendo a los pobres, afligidos y enfermos. Jesús privilegió a los pobres y sufrientes (Lc. 6,20 ss), Él nos enseña a ver en el enfermo a Cristo (Mt. 25,31-46)
miércoles, 26 de julio de 2017
Evangelio según San Mateo 13, 44-52 - "Parábola del tesoro escondido" -
17º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo A
"Parábola El tesoro escondido"
30/07/17
Mt 13, 44-52
de Tiempo Ordinario - Ciclo A
"Parábola El tesoro escondido"
30/07/17
Mt 13, 44-52
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Reflexión
LA SABIDURÍA
“Te concedo un corazón sabio e inteligente, como no lo ha habido antes ni surgirá otro igual después de ti” (1Re 3,12). Así responde el Señor a la oración de Salomón. El joven rey, sucesor de David, solo le había pedido un corazón dócil para gobernar a su pueblo, para discernir el mal y el bien. Eso le bastaba.
Y al Señor le había agradado que Salomón no pidiera una larga vida para sí mismo ni una corta vida para sus enemigos. El rey había pedido sabiduría y discernimiento para poder reconocer el sentido profundo de la vida: la suya y la de su pueblo. Un corazón sabio equivale a una conciencia recta. Ese es un gran ideal humano y un gran don divino.
Haciendo nuestro el talante de Salomón, proclamamos con el salmista: “¡Cuánto amo tu voluntad, Señor!” (Sal 118). San Pablo nos dice que “a los que aman a Dios todo les sirve para el bien” (Rom 8,28). Y esa es también nuestra experiencia.
LA MEJOR OPCIÓN
Se podría decir que el lema de este domingo 17º del Tiempo Ordinario es que “la mejor opción es obrar según el plan de Dios”. La felicidad está en acertar en la opción fundamental de nuestra vida. Pues bien, esa gran verdad Jesús la expone en tres parábolas (Mt 13, 44-52).
• La primera nos presenta a un jornalero o tal vez un caminante. En un campo encuentra un tesoro oculto. Lo esconde de nuevo, y lleno de alegría vende todo lo que tiene y con el dinero conseguido compra el campo aquel. Su desprendimiento es una ganancia.
• La segunda imagina a un comerciante de perlas finas. Un día encuentra una de gran valor. También él vende todo lo que tiene para poder comprar aquella perla. No desprecia lo que tiene, sino que aprecia de verdad lo que siempre ha ido buscando.
• La tercera parábola evoca la red que los pescadores arrojan al mar. Es cierto que recoge toda cclase de peces. Pero en un segundo momento, los pescadores los seleccionan cuidadosamente. Reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Las tres imágenes representan el reino de Dios. Las tres subrayan su valor. Y sugieren la necesidad de establecer una recta jerarquia de valores. Hay que valorar lo que realmente vale.
LA ESCUCHA Y LA ACCIÓN
Todo el discurso de las parábolas se cierra con una pregunta que Jesús dirige a sus discípulos: “¿Habéis entendido todo esto?” (Mt 13,51). Como en tantas otras ocasiones, esta pregunta de Jesús nos interpela también a nosotros.
• “¿Habéis entendido todo esto?” Es preciso oír y escuchar atentamente la palabra del Señor. En ella encontramos no tanto la erudición como la sabiduría.
• “¿Habéis entendido todo esto?” No basta con escuchar. Es necesario entender y aceptar el mensaje de salvacion que la palabra evangélica contiene para cada uno de nosotros.
• “¿Habéis entendido todo esto?” Y finalmente, es obligado reflexionar sobre el mensaje de Jesucristo para poder anunciarlo con verdad y dar testimonio de él con nuestra vida.
- Señor Jesús, tu sabes bien que muchas veces hemos preferido los bienes de este mundo antes que el bien de salvación que tú nos has presentado. Reconocemos que esa elección ha sido equivocada. Concédenos la sabiduría necesaria para descubrir el valor del reino de los cielos y para preferirlo de verdad a todos nuestros proyectos e intereses.
José-Román Flecha Andrés
martes, 18 de julio de 2017
Evangelio según San Mateo 13, 24-43 - Parábola "El trigo y la cizaña" -
16 º Domingo
Tiempo Ordinario - Ciclo A
"Parábola del trigo y la cizaña"
Tiempo Ordinario - Ciclo A
"Parábola del trigo y la cizaña"
23/07/17
Mt 13,24-43
TRIGO Y CIZAÑA
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ReflexiónTRIGO Y CIZAÑA
“Tú, poderoso soberano, juzgas con moderación y nos gobiernas con gran indulgencia, porque puedes hacer cuanto quieres” (Sab 12,18). La historia y nuestra propia experiencia nos dicen que los poderosos no siempre son clementes. Muchos de los que prometen hacer justicia, terminan ajusticiando a los demás.
Pero este texto del libro de la Sabiduría que se lee en este domingo 16º del Tiempo Ordinario nos recuerda que el poder de Dios se manifiesta precisamente en su misericordia. Obrando así nos ofrece la esperanza de ser perdonados y, al mismo tiempo, nos enseña que el justo debe ser humano.
Eso es lo que proclamamos en el salmo responsorial: “Tú, Señor, eres bueno y clemente” (Sal 85). Como escribe san Pablo, “el Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque no sabemos pedir lo que nos conviene” (Rom 8,26).
EL SEMBRADOR Y SU ENEMIGO
De nuevo, el evangelio que hoy se proclama refleja el ámbito agrícola con un mensaje sobre la siembra y la cosecha (Mt 13,24-43). Y de nuevo el texto pone en boca de Jesús una parábola y le atribuye después una alegoría.
• La parábola refleja la paciencia de Dios. Él es el sembrador de la buena semilla. Trabaja a plena luz del día y permanece cerca del campo, acompañado por sus operarios que se muestran responsables y preocupados por la sementera. Pero se menciona también a un enemigo que actúa en la oscuridad, siembra una mala semilla y desaparece. A la prisa de los empleados por arrancar la cizaña, la parábola contrapone la gran paciencia del dueño.
• La explicación de Jesús se expresa en forma de alegoría. Los protagonistas son el Hijo del hombre que siembra buen trigo y el diablo que siembra cizaña. También las semillas tienen un significado. El trigo son los ciudadanos del Reino, mientras que la cizaña representa a los partidarios del Maligno. La alegoría anuncia que la cizaña será echada al fuego, suerte que espera a todos los malvados, que han nacido de la semilla sembrada por el Maligno.
LOS JUSTOS Y EL REINO
Llama la atención ver que la alegoría no se refiere al trigo, sino que pasa inmediatamente a mencionar a los que el trigo representa, que son los que han nacido de la semilla sembrada por el mismo Señor. ¿Y cuál es su suerte?
• “Los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre”. En primer lugar, es una alegría ver que los que han nacido de la iniciativa y de la semilla sembrada por el Hijo del hombre son calificados como “justos”.
• “Los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre”. En segundo lugar, se evoca el hecho de que la buena semilla fue sembrada a pleno día. Y se anuncia para los justos un futuro de luz semejante a la del sol.
• “Los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre”. En tercer lugar, recordamos que la buena semilla son “los ciudadanos del reino”. No es extraño que su destino y la plenitud de su vocación se sitúe precisamente en el reino de su Padre.
- Señor Jesús, tú conoces la confusión del mundo en el que vivimos. Te agradecemos la presencia de los buenos sembradores, te rogamos que nos libres de la cizaña que siembra el Maligno y que nos ayudes a dar el fruto bueno que pacientemente esperas de nosotros.
José-Román Flecha Andrés
sábado, 15 de julio de 2017
Video: Intenciones del Papa Francisco - "Los alejados de la fe cristiana" - (YouTube) -
Por nuestros hermanos que
se han alejado de la fe, para que,
a través de nuestra oración y
el testimonio evangélico,
puedan redescubrir la cercanía
del Señor misericordioso y
la belleza de la vida cristiana.
Francisco - Julio 2017
INTENCIONES DEL PAPA
POR LOS DESAFÍOS DE LA HUMANIDAD
JULIO 2017
Intención de oración universal:
JULIO 2017
Intención de oración universal:
Por nuestros hermanos que se han alejado de la fe
Oración
Dios, nuestro Padre,
que nos llamas a conocer y a seguir a tu Hijo Jesús
como modelo de nuestras vidas.
Ayúdanos a dar un testimonio coherente de nuestra fe en Jesús,
que interpela a las personas que nos rodean.
El Evangelio tiene una enorme fuerza de transformación,
Cuando se vive en su radicalidad y belleza.
Por lo contrario, una fe desligada de la vida,
sin misericordia, causa escándalo y alejamiento.
Te pedimos perdón por nuestras faltas de coherencia,
que llevan a tantos hermanos y hermanas a
no encontrar en la Iglesia un lugar de vida plena.
Te pedimos por todos los que se alejaron de la fe,
para que, con nuestra oración y testimonio,
redescubran la alegría de creer y vivir en Cristo.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria…
Desafíos para el mes
- Rezar por los que se alejaron de la fe, para que su corazón se abra a los llamamientos del Padre de Misericordia.
- Reflexionar personalmente si estamos dando un testimonio coherente de vida según el Evangelio, marcado por la misericordia y la alegría.
- Proporcionar un momento de reflexión en la parroquia sobre modos concretos de hablar de la fe a quien esté alejado de la Iglesia.
lunes, 10 de julio de 2017
Evangelio según San Mateo 13, 1-23 - "Parábola del Sembrador" -
15º Domingo "Parábola del Sembrador"
Tiempo Ordinario - Ciclo A
Tiempo Ordinario - Ciclo A
16/07/17
Mt 13, 1-23
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Reflexión
EL SEMBRADOR
“Como bajan la lluvia y la nieve desde el cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo” (Is 55,10-11).
Al principio de este capítulo se invitaba a recibir la palabra de Dios, presentada con las imágenes del trigo, el vino y la leche. Todos los demás alimentos no podían satisfacer al hombre (Is 55,1-2). Ahora la palabra de Dios se presenta con la imagen de la lluvia que fecunda los campos. Así que el alimento y la fecundidad son los grandes dones de Dios.
Como el labrador espera una buena cosecha, “también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo” (Rom 8,23).
LA PARÁBOLA
El evangelio que se proclama en este domingo 15º del tiempo ordinario nos ofrece el conocido mensaje sobre el sembrador y la semilla (Mt 13,1-23). La primera parte se presenta como una parábola que refleja la decisión de Dios. El sembrador sale al campo y arroja la semilla. Dios no es tacaño en la sementera. Esparce su semilla con generosidad.
Las aves del cielo, las piedras y los abrojos representan serios inconvenientes para que la semilla produzca fruto. Estos obstáculos no pueden ser ignorados, pero no constituyen toda la realidad de los campos. Y sobre todo, no pueden frustrar las intenciones del sembrador. Siempre hay una porción de buena tierra que acoge la semilla y la ayuda a germinar.
A pesar de todas las dificultades, el sembrador desea que su palabra produzca un fruto abundante. Nada puede hacer fracasar sus proyectos y esperanzas. El ejemplo de Dios no puede quedar en el olvido. Como él, tambien nosotros “sembremos en los hombres el ejemplo de obras sinceramente buenas”, como dice san Bernardo.
LA ALEGORÍA
La segunda parte del texto evangélico se nos presenta como una alegoría que refleja las actitudes de los hombres que reciben la palabra de Dios.
• Algunos escuchan la palabra del reino, pero no la entienden. Viene el maligno y roba lo sembrado en su corazón. Les falta formación.
• Otros escuchan la palabra y la acogen con alegría en su corazón. Pero son inconstantes ante la dificultad o la persecución. Les falta perseverancia.
• Otros escuchan la palabra pero permiten que la ahoguen los afanes de la vida y la seducción de las riquezas. Les falta austeridad.
• Otros escuchan la palabra, la acogen, la meditan, la difunden, dan un testimonio vivo de lo que ha producido en su vida. Solo les falta agradecer a Dios esos mismos dones.
- Señor Jesús, tú has proclamado dichosos los ojos de los que te vieron y los oídos de los que te escucharon. Abre tú nuestros sentidos para que seamos conscientes del valor de tu palabra y demos el fruto que el Padre espera de nosotros.
José-Román Flecha Andrés
jueves, 6 de julio de 2017
Evangelio según San Mateo 11, 25-30 - "La revelación del Evangelio a los humildes" -
14 º Domingo
Tiempo Ordinario - Ciclo A
"La revelación del Evangelio a los humildes"
9/07/17
Mt 11, 25-30
Tiempo Ordinario - Ciclo A
"La revelación del Evangelio a los humildes"
9/07/17
Mt 11, 25-30
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Reflexión
MANSO Y HUMILDE
“Alégrate, hija de Sión; canta, hija de Jerusalén; mira a tu rey que viene a ti justo y victorioso, modesto y cabalgando en un asno” (Zac 9,9). La modestia y humildad del futuro rey que anuncia el oráculo del Señor es evidente. Su asno se contrapone a los carros de Efraim, a los caballos de Jerusalén y a los arcos de los guerreros.
A la modestia del rey prometido se opone la soberbia y la violencia de los impostores. Los dictadores del pasado y del presente suelen imponer la paz de los cementerios. Según el profeta, ese rey del futuro dictará la paz a las naciones. Una paz basada en la justicia que respeta la vida, no en las armas que siembran la muerte.
Pero ese contraste no es solo político y social. No se da solo en nuestro ambiente: se reproduce también en nuestras opciones personales. Así que, escuchando el mensaje de San Pablo, tratamos de vivir según el Espíritu, para dar muerte a las obras de la carne (Rom 8,13).
TRES INVITACIONES
La primera parte del evangelio contiene una oración de Jesús que recuerda el cántico de María. Jesús da gracias al Padre. Reconoce que él se complace en los humildes y pequeños. Y confiesa su íntima vinculación con el Padre celestial (Mt 11,25-30).
En la segunda parte del texto hay una exhortación de Jesús a los discípulos y una invitación a los que admiramos sus gestos y sus palabras. Esta exhortación-invitación se expresa en tres verbos en imperativo: venid, cargad y aprended. Pero las acciones a las que se invita al discípulo incluyen también una promesa por parte de Jesús.
• “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviare”. La vida cristiana nace de esa invitación del que nos conoce y sabe de nuestra insatisfacción. Pero el cristiano sabe que su decisión de acercarse a Jesús no quedará defraudada. El Señor es alivio para nuestra fatiga. Es consuelo para nuestro desaliento. Es plenitud para nuestra carencia.
• “Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso”. Llevar el yugo es sentirse vinculados a él en la misma tarea. Esa solidaridad en la misión resume la actitud y el contenido mismo de la lección que el discípulo ha de aprender. Una lección de humildad que es prenda y garantía de descanso.
DOS REVELACIONES
Además, no podemos olvidar que el evangelio de hoy contiene dos revelaciones igualmente importantes. Jesús se muestra como el puente entre el Padre y los hombres.
• “Todo me lo ha entregado mi Padre”. La primera revelación tiene una orientación vertical. Cierra la oración de Jesús y nos muestra la razón de su confianza. En su unión con el Padre comparte con Él el mismo plan de salvación. Conoce el corazón amoroso del Padre y asume la misión de descubrirlo a los hombres.
• “Mi yugo es llevadero y mi carga ligera”. La segunda revelación nos abre a la dimensión horizontal de la misión de Jesús. Cierra la invitación que dirige a sus discípulos. Él no trata de oprimirlos. Quien sigue a Jesús no puede ignorar que se une a él en la misma tarea. Pero ha de saber que el Maestro no le impone una carga imposible de llevar.
- Señor Jesús, enséñanos a orar como orabas tú. Agradecemos sinceramente que comprendas nuestro cansancio y nos ofrezcas tu alivio. Tu vos nos llevas a acompañarte por el camino, sabiendo que encontraremos en ti el descanso que esperamos.
José-Román Flecha Andrés
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