Pquia. San Pio X, Mar del Plata: Proyecto basado en las directivas del Padre M, Bautista. Como devotos de la Divina Misericordia del Señor, surge la necesidad de ver reflejada en la acción la Misericordia de Dios, queremos dar a conocer las obras de Misericordia, corporales y espirituales especialmente con los pecadores, consolando y asistiendo a los pobres, afligidos y enfermos. Jesús privilegió a los pobres y sufrientes (Lc. 6,20 ss), Él nos enseña a ver en el enfermo a Cristo (Mt. 25,31-46)
martes, 26 de febrero de 2019
Evangelio según San Lucas 6,39-45 - "La misericordia y la benevolencia para juzgar"
8º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo C
"La misericordia y la benevolencia para juzgar"
3/03/19
Jesús les hizo esta comparación: «¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un pozo?
LOS HIGOS Y LAS ZARZAS
“El fruto revela el cultivo del árbol, así la palabra revela el corazón de la persona. No elogies a nadie antes de oírlo hablar, porque ahí es donde se prueba una persona” (Eclo 27,6-7). Después de usar la imagen de la criba que separa el trigo de la paja y la del horno que pone a prueba las vasijas, el Sirácida se refiere a los frutos de los árboles.
Esos tres criterios sirven de introducción para exponer lo que quiere enseñar: que el valor de la persona se manifiesta cuando habla. Podríamos añadir que la persona se revela también por su silencio. Por tanto, no hay que apresurarse en juzgar a quien no hemos oído personalmente.
Según el salmo responsorial, quienes permanecen fieles al Señor, seguirán en la vejez dando fruto y proclamando que él es justo y fiable como una roca (Sal 91,15-16). Si la fe triunfa sobre la muerte, san Pablo nos invita a entregarnos a la misión que nos ha sido encomendada, “convencidos de que nuestro esfuerzo no será vano en el Señor” (1 Cor 15,57-58).
LOS CIEGOS
También Jesús subraya la importancia de la coherencia en la práctica de la vida cristiana (Lc 6,39-45). El Maestro utiliza en primer lugar la parábola que podríamos llamar de los ciegos, redactada como una madeja de preguntas:
• “¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?” La primer pregunta parece un refrán popular. La comunidad cristiana trata de subrayar la responsabilidad que corresponde a los hermanos.
• “¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?” No basta aprender a guiar con rectitud a los hermanos. Hay que tratar de ser justos a la hora de juzgarlos.
• “¿Cómo puedes decirle a tu hermano: ‘Hermano, déjame que te saque la mota del ojo’, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo?” Es un hipócrita quien ve los defectos ajenos por menudos que sean y no reconoce sus propias faltas.
LOS ÁRBOLES
A continuación el evangelio de Lucas, pone en boca de Jesús la parábola del árbol y los frutos que recuerda el texto del Sirácida:
• “No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto”. La observación del ambiente campesino sugiere y apoya una lección sobre la responsabilidad.
• “No se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos”. Este pensamiento puede ser una advertencia para desconfiar de las apariencias. O una invitación a confiar en los que ofrecen sus buenos frutos en la comunidad.
• “El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca”. La palabra y las obras reflejan el fondo de la conciencia de la persona. Es preciso pedir el don de un corazón limpio para que ilumine y justifique la vida toda.
- Señor Jesús, tu eres el fruto bueno que nos ha entregado el Padre. Tus gestos y tus palabras nos han revelado la grandeza de la bondad divina y el ideal y la posibilidad de alcanzar la bondad humana gracias a los dones del Espíritu. Bendito seas por siempre.
de Tiempo Ordinario - Ciclo C
"La misericordia y la benevolencia para juzgar"
3/03/19
Lc 6,39-45
El discípulo no es superior al maestro; cuando el discípulo llegue a ser perfecto, será como su maestro.
¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?
¿Cómo puedes decir a tu hermano: «Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo», tú, que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.
No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos: cada árbol se reconoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas.
El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su corazón. El malo saca el mal de maldad, porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Palabra del Señor
ReflexiónLOS HIGOS Y LAS ZARZAS
“El fruto revela el cultivo del árbol, así la palabra revela el corazón de la persona. No elogies a nadie antes de oírlo hablar, porque ahí es donde se prueba una persona” (Eclo 27,6-7). Después de usar la imagen de la criba que separa el trigo de la paja y la del horno que pone a prueba las vasijas, el Sirácida se refiere a los frutos de los árboles.
Esos tres criterios sirven de introducción para exponer lo que quiere enseñar: que el valor de la persona se manifiesta cuando habla. Podríamos añadir que la persona se revela también por su silencio. Por tanto, no hay que apresurarse en juzgar a quien no hemos oído personalmente.
Según el salmo responsorial, quienes permanecen fieles al Señor, seguirán en la vejez dando fruto y proclamando que él es justo y fiable como una roca (Sal 91,15-16). Si la fe triunfa sobre la muerte, san Pablo nos invita a entregarnos a la misión que nos ha sido encomendada, “convencidos de que nuestro esfuerzo no será vano en el Señor” (1 Cor 15,57-58).
LOS CIEGOS
También Jesús subraya la importancia de la coherencia en la práctica de la vida cristiana (Lc 6,39-45). El Maestro utiliza en primer lugar la parábola que podríamos llamar de los ciegos, redactada como una madeja de preguntas:
• “¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?” La primer pregunta parece un refrán popular. La comunidad cristiana trata de subrayar la responsabilidad que corresponde a los hermanos.
• “¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?” No basta aprender a guiar con rectitud a los hermanos. Hay que tratar de ser justos a la hora de juzgarlos.
• “¿Cómo puedes decirle a tu hermano: ‘Hermano, déjame que te saque la mota del ojo’, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo?” Es un hipócrita quien ve los defectos ajenos por menudos que sean y no reconoce sus propias faltas.
LOS ÁRBOLES
A continuación el evangelio de Lucas, pone en boca de Jesús la parábola del árbol y los frutos que recuerda el texto del Sirácida:
• “No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto”. La observación del ambiente campesino sugiere y apoya una lección sobre la responsabilidad.
• “No se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos”. Este pensamiento puede ser una advertencia para desconfiar de las apariencias. O una invitación a confiar en los que ofrecen sus buenos frutos en la comunidad.
• “El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca”. La palabra y las obras reflejan el fondo de la conciencia de la persona. Es preciso pedir el don de un corazón limpio para que ilumine y justifique la vida toda.
- Señor Jesús, tu eres el fruto bueno que nos ha entregado el Padre. Tus gestos y tus palabras nos han revelado la grandeza de la bondad divina y el ideal y la posibilidad de alcanzar la bondad humana gracias a los dones del Espíritu. Bendito seas por siempre.
José-Román Flecha Andrés
miércoles, 20 de febrero de 2019
Video: "Empatía Clínica" - (Youtube)
Ponerse en el lugar del otro
HenkaConsulting Publicado el 31 oct. 2013
En el sector salud se mueven mucho las emociones de todos los involucrados: doctores, enfermeros, pacientes, personal de la clínica u hospital, etc. Debemos tener en cuenta que cada persona es un mundo que pasa por situaciones diferentes y en ocasiones muy difíciles. Este vídeo nos muestra esa empatía que debemos tener desde diversas perspectivas, resaltando la importancia de "ponernos en los zapatos del otro" Créditos y vídeo original sin traducción corresponden a Cleveland Clinic y lo puedes ver en: https://youtu.be/cDDWvj_q-o8
martes, 19 de febrero de 2019
Evangelio según San Lucas 6,27-38 - "El amor a los enemigos"
7º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo C
"El amor a los enemigos"
24/02/19
de Tiempo Ordinario - Ciclo C
"El amor a los enemigos"
24/02/19
Lc 6,27-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian.
Bendigan a los que los maldicen, rueguen por lo que los difaman.
Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica.
Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames.
Hagan por lo demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes.
Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman.
Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores.
Y si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo.
Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los malos.
Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes.
Palabra del Señor
Reflexión
UNA REGLA MÁS QUE DE ORO
“Él te puso hoy en mis manos, pero yo no quise atentar contra el ungido del Señor”. El grito de David sonaba como un desafío desde el otro lado del barranco. De noche se había acercado hasta el campamento del rey Saúl. Y se había llevado desde su misma cabecera la lanza de aquel rey que lo perseguía con una tropa desmesurada (1 Sam 26,23).
La escena se repite a lo largo de la historia. El poderoso y el débil. El rey y su fiel vasallo, que lo ha librado del enemigo y toca el arpa para aliviar las depresiones del rey. La fuerza teme a la debilidad y utiliza toda su influencia para satirfacer su envidia y su deseo de mantenerse en el poder. Pero el joven David se muestra grande en su pequeñez. No quiere vengarse. No daría nunca la muerte al ungido por el Señor.
No hay razones políticas para la grandeza del perdón. Sólo hay esa razón religiosa que pregona el salmo responsorial: “El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas”. Sal 102,8.10). Nuestra fe nos invita a vivir no según el modelo del hombre terreno. Nos exhorta y nos ayuda a vivir según los ideales del hombre celestial (1 Cor 15,45-49).
LO RAZONABLE Y LA LOCURA
Tras la proclamación de las bienaventuranzas, el evangelio de Lucas nos recuerda el mensaje fundamental de Jesús: “Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian”. Cuatro verbos que resumen una propuesta que parece descabellada e imposible (Lc 6,27-38).
En un lenguaje oriental, tan colorista como exagerado, el texto concreta en algunos ejemplos ese tipo de amor inimaginable que propone el Maestro. Presentar la mejilla al que nos hiere. Dar más que lo que nos piden. No reclamar lo que nos arrebatan. ¿No es una locura?
Amar a los que nos aman, hacer el bien a quien nos ha hecho bien, prestar dinero para cobrarlo con intereses. Eso es lo normal, lo habitual, lo más razonable de este mundo. Eso lo hacen con frecuencia hasta los mas degenerados. Claro que para seguir comportándonos así, no necesitábamos al Mesías de Dios. ¿Dónde estaría la novedad que todos soñamos?
EL TALANTE DEL PADRE
Dios es compasivo y misericordioso. Imitar esas cualidades suyas es el camino de la sabiduría y de la armonía social. Así es el Padre. Y solo con ese espíritu pueden imitarle sus hijos. Ese talante se concreta en dos prohibiciones y en dos exhortaciones:
• “No juzgar”. No conocemos las profundas motivaciones que llevan a los demás a actuar. No conocemos todas las circunstancias en las que se sitúan sus decisiones.
• “No condenar”. No podemos negar a los demás la oportunidad para revisar su comportamiento. Nada es definitivo mientras vamos de camino.
• “Perdonar”. Somos un “ejército de perdonados”, como ha dicho el papa Francisco. Todos hemos necesitado y necesitaremos una y mil veces el perdón.
• “Y dar”. Nadie es autosuficiente. Estamos rodeados de pobres. Podemos dar alimentos y vestidos, oportunidades y medios para vivir. Y sobre todo, el tiempo, que es la vida misma.
- Señor Jesús, tú has querido adoptar la regla de oro de todos los tiempos: hacer a los demás lo que queremos que hagan con nosotros. Pero tú no te limitas con ello a apoyar nuestro egoísmo. Nos invitas a contemplar e imitar la generosidad del Padre. ¡Bendito seas!
José-Román Flecha Andrés
martes, 12 de febrero de 2019
Evangelio según San Lucas 6,17.20-26 - "Las Bienaventuranzas"
6º Domingo
Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"Las Bienaventuranzas"
17/02/19
Lc 6,17.20-26
Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"Las Bienaventuranzas"
Lc 6,17.20-26
Jesús al bajar de la montaña y se detuvo con sus discípulos en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón,
Entonces Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: «¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados! ¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán!
¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y los proscriban, considerándolos infames y los proscriban, considerándolos infames a causa del Hijo del hombre!
¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo. De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas!
Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo!
¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas!
¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos traban a los falsos profetas!
Palabra del Señor
Reflexión
LA VERDAD DE LO HUMANO
“Maldito quien confía en el hombre, y busca el apoyo de las criaturas, apartando su corazón del Señor… Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza”. Esta contraposición que proclama Jeremías responde a una forma popular y poética de confrontar valores y contravalores (Jer 17,5-8).
Lo que realmente importa en la vida del hombre es la cuestión de su fundamento. Quien se apoya en alianzas y compromisos humanos es como un cardo del desierto, desarraigado y arrastrado por la ventolera. Quien se apoya en Dios será como un árbol plantado junto a las aguas, que conserva su verdor y siempre dará frutos.
El salmo responsorial se hace eco de esta profecía y nos invita a proclamar: “Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor” (Sal 1,1). No es extraño que el salterio se abra precisamente con esta bienaventuranza.
Como escribe san Pablo a los corintios, la resurrección de Cristo es un buen fundamento para nuestra fe y para nuestra vida (1 Cor 15,12.16-20).
LA VERDAD DEL HOMBRE
Las bienaventuranzas proclamadas por Jesús son toda una revelación del misterio de Dios, una manifestación del espíritu mismo de Jesús y una proclamación de lo que constituye la última verdad del ser humano.
El evangelio según san Mateo sitúa el pregón de las bienaventuranzas de Jesús en el contexto del Sermón de la Montaña. El evangelio según san Lucas que hoy se proclama las coloca en el ambiente del “Sermón del llano” (Lc 6,17.20-26). También en este caso, como en el oráculo de Jeremías, se contraponen las actitudes morales.
Son bienaventurados y dichosos los pobres, los que tienen hambre, los que lloran y los que son odiados y proscritos por causa del Hijo del hombre. Evidentemente, no se trata de proponer la moral de los esclavos ni de glorificar el dolor y el fracaso.
Hay dos claves para comprender estas frases tan impopulares. Por una parte, Jesús declara que en esas actitudes se cifra la verdadera alegría, que no coincide con la satisfacción inmediata. Además establece un salto entre el ahora y la recompensa futura ante Dios.
LA MEMORIA DE LOS PROFETAS
Frente a las ocho bienaventuranzas que recogía el evangelio de san Mateo, el evangelio de san Lucas presenta solamente cuatro. Pero inmediatamente recoge también otras cuatro malaventuranzas, que recuerdan los “ayes” o maldiciones que se encuentran en el libro de Isaías (Is 5,8-24).
Jesús se lamenta por los ricos, porque ya han recibido su consuelo. Los que ahora están saciados un día tendrán hambre. Los que ahora ríen un dia llorarán. Y se lamenta por los que reciben alabanzas de todo el mundo. Es importante esa contraposición entre el ahora del presente y un día que se sitúa en el futuro, entre lo temporal y lo eterno.
Tanto las bienaventuranzas como las malaventuranzas coinciden en una motivación importante, que es la diferente suerte que los profetas corrieron a lo largo de la historia. Los que en verdad hablaban en nombre de Dios fueron insultados y perseguidos. Los falsos profetas, que difundían solo aquello que las gentes querían escuchar, no merecen compasión.
- Señor Jesús, sabemos por experiencia que estas manifestaciones tuyas provocan el escándalo y el rechazo de nuestra sociedad. Pero reconocemos la verdad de tu palabra y su coherencia con el espíritu que te movía. Ayúdanos a ajustar nuestra vida a tu mensaje y a ser testigos creyentes y creíbles de la verdad de lo humano que tú nos has revelado.
José-Román Flecha Andrés
jueves, 7 de febrero de 2019
11 de Febrero Nuestra Señora de Lourdes - XXVII Jornada Mundial del Enfermo - Libro Digital: Mensaje del Papa Francisco
Nuestra Señora de Lourdes. Cuatro años después de la proclamación de su Inmaculada Concepción, la Virgen se apareció a santa Bernadette
Nuestra Señora de Lourdes es el título que se le da a la Santísima Virgen María venerada en honor de las apariciones marianas que ocurrieron en 1858 en las cercanías de Lourdes en Francia. La primera de ellas es la aparición del 11 de febrero de 1858, cuando Bernadette Soubirous, de 14 años, le dijo a su madre que una "dama" hablaba con ella en la cueva de Massabielle mientras ella recogía leña con su hermana y un amigo. Nuestra Señora de Lourdes es la Patrona de los enfermos.
Mensaje de la Virgen de Lourdes
- Es un agradecimiento del cielo por la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, que se había declarado cuatro años antes (1854), al mismo tiempo que así se presenta Ella misma como Madre y modelo de pureza para el mundo que está necesitado de esta virtud.
- Es una exaltación a la virtudes de la pobreza y humildad aceptadas cristianamente, al escoger a Bernardita como instrumento de su mensaje.
- Un mensaje importantísimo en Lourdes es el de la Cruz. La Santísima Virgen le repite que lo importante es ser feliz en la otra vida, aunque para ello sea preciso aceptar la cruz.
- Importancia de la oración, del rosario, de la penitencia y humildad (besando el suelo como señal de ello); también, un mensaje de misericordia infinita para los pecadores y del cuidado de los enfermos
Video: Intenciones del Papa Francisco - "Recemos por la acogida generosa de las víctimas de la trata de personas, de la prostitución forzada y de la violencia” - (YouTube)
Aunque tratemos de ignorarlo, la esclavitud no es algo de otros tiempos.
Ante esta trágica realidad, no podemos lavarnos las manos si no queremos ser, de alguna manera, cómplices de estos crímenes contra la humanidad.
No podemos ignorar que hoy hay esclavitud en el mundo, tanto o más quizás que antes.
Recemos por la acogida generosa de las víctimas de la trata de personas y de la prostitución forzada y de la violencia.
Papa Francisco - Febrero 2019
INTENCIONES DEL PAPA
POR LOS DESAFÍOS DE LA HUMANIDAD
FEBRERO 2019
Universal: Recemos por la acogida generosa de las víctimas de la trata de personas, de la prostitución forzada y de la violencia.
Oración
Dios, nuestro Padre,
muchas veces nos sentimos impotentes ante el mal,
cuando el poder de este mundo sobrepasa nuestras posibilidades.
Ayúdanos a no dejarnos vencer por el desánimo,
sino a ser abiertos a tu Espíritu,
creativos en lo que está a nuestro alcance.
Que nunca dejemos de mirar el rostro de nuestros hermanos y hermanas que sufren
y siempre nos sintamos responsables de ellos.
Que nuestra oración y nuestra acción concreta
sean señal de tu cercanía y de tu amor.
Padre Nuestro, Ave Maria, Gloria
Oración de Ofrecimiento
Padre Bueno, sé que estás conmigo.
Aquí estoy en este nuevo día.
Pon una vez más mi corazón
junto al Corazón de tu Hijo Jesús,
que se entrega por mí y que viene a mí en la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo y apóstol, disponible a su misión.
Pongo en tus manos
mis alegrías y esperanzas,
mis trabajos y sufrimientos,
todo lo que soy y tengo,
en comunión con mis hermanos y hermanas de esta red mundial de oración.
Con María, te ofrezco mi día
por la misión de la Iglesia
y por las intenciones de oración del Papa para este mes.
Propuestas para el mes:
- Ponte al servicio de instituciones que se dediquen a rescatar a personas en situaciones de tráfico humano y ayúdalas económicamente o a través del servicio voluntario
- Decide, en familia o en comunidad, algunas iniciativas para ayudar a una persona concreta que viva estas situaciones.
- Organiza, en tu comunidad parroquial, u otros grupos, un momento de oración por las víctimas de tráfico humano, en el que entre todos compartan información sobre este tema.
https://clicktopray.org/es/pope_prayers
martes, 5 de febrero de 2019
Evangelio según San Lucas 5,1-11 - "La pesca milagrosa" -
5º Domingo
Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"La pesca milagrosa"
10/02/19
Lc 5,1-11
Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"La pesca milagrosa"
10/02/19
Lc 5,1-11
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Reflexión
LA FUERZA DEL EVANGELIO
El episodio de una pesca sorprendente e inesperada en el lago de Galilea ha sido redactado por el evangelista Lucas para infundir aliento a la Iglesia cuando experimenta que todos sus esfuerzos por comunicar su mensaje fracasan. Lo que se nos dice es muy claro: hemos de poner nuestra esperanza en la fuerza y el atractivo del Evangelio.
El relato comienza con una escena insólita. Jesús está de pie a orillas del lago, y la gente se va agolpando a su alrededor para oír la Palabra de Dios. No vienen movidos por la curiosidad. No se acercan para ver prodigios. Solo quieren escuchar de Jesús la Palabra de Dios.
No es sábado. No están congregados en la cercana sinagoga de Cafarnaún para oír las lecturas que se leen al pueblo a lo largo del año. No han subido a Jerusalén a escuchar a los sacerdotes del Templo. Lo que les atrae tanto es el Evangelio del Profeta Jesús, rechazado por los vecinos de Nazaret.
También la escena de la pesca es insólita. Cuando de noche, en el tiempo más favorable para pescar, Pedro y sus compañeros trabajan por su cuenta, no obtienen resultado alguno. Cuando, ya de día, echan las redes confiando solo en la Palabra de Jesús que orienta su trabajo, se produce una pesca abundante, en contra de todas sus expectativas.
En el trasfondo de los datos que hacen cada vez más patente la crisis del cristianismo entre nosotros hay un hecho innegable: la Iglesia está perdiendo de manera imparable el poder de atracción y la credibilidad que tenía hace solo unos años. No hemos de engañarnos.
Los cristianos venimos experimentando que nuestra capacidad para transmitir la fe a las nuevas generaciones es cada vez menor. No han faltado esfuerzos e iniciativas. Pero, al parecer, no se trata solo ni primordialmente de inventar nuevas estrategias.
Ha llegado el momento de recordar que en el Evangelio de Jesús hay una fuerza de atracción que no hay en nosotros. Esta es la pregunta más decisiva: ¿Seguimos "haciendo cosas" desde un Iglesia que va perdiendo atractivo y credibilidad, o ponemos todas nuestras energías en recuperar el Evangelio como la única fuerza capaz de engendrar fe en los hombres y mujeres de hoy?
¿No hemos de poner el Evangelio en el primer plano de todo?. Lo más importante en estos momentos críticos no son las doctrinas elaboradas a lo largo de los siglos, sino la vida y la persona de Jesús. Lo decisivo no es que la gente venga a tomar parte en nuestras cosas, sino que puedan entrar en contacto con él. La fe cristiana solo se despierta cuando las personas se encuentran con testigos que irradian el fuego de Jesús.
José Antonio Pagola
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