viernes, 29 de noviembre de 2013

Vídeos Reflexión: 1º Domingo Tiempo de Adviento - Ciclo A - (Monjas de Sant Benet - Ed. Verbo Divino)





    Evangelio según San Mateo 24,37-44

    1º Domingo
    de Adviento - Ciclo A -
    01/12/13
    Mt 24,37-44

    Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé.
    En los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre.
    De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado.
    De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada.
    Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.
    Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa.
    Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.
    Palabra del Señor    
    Reflexión
    Estar siempre preparados. Dios puede llegar en cualquier momento
    ... En la liturgia del primer domingo de Adviento, la Iglesia nos pone delante una parte del discurso de Jesús sobre el fin del mundo. Adviento significa Venida. Es el tiempo de la preparación para la venida del Hijo del Hombre en nuestra vida. Jesús nos exhorta a estar vigilantes. Nos pide estar atentos a los sucesos para descubrir en ellos la hora de la venida del Hijo del Hombre.
    En este principio del Adviento, es importante purificar la mirada y aprender de nuevo a leer los acontecimientos a la luz de la Palabra de Dios. Y esto, para no ser sorprendidos, porque Dios puede venir sin avisar, cuando menos lo esperamos. Para ilustrar cómo deberíamos estar atentos a los acontecimientos, Jesús se apoya en el episodio del diluvio en tiempos de Noé

    División del texto para ayudarnos en la lectura: - La venida del Hijo del Hombre será como en los día de Noé - Jesús aplica la comparación a aquellos que lo escuchan - La conclusión: ¡Vigilad! -     La comparación para recomendar la vigilancia
    ... Mateo 24, 37-39: Jesús compara la venida del Hijo del Hombre a los días del Diluvio“Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre”. Aquí, para aclarar su llamada a la vigilancia, Jesús recurre a dos episodios del Antiguo Testamento: Noé y el Hijo del Hombre. Los “días de Noé” se refieren a la descripción del Diluvio (Gén 6,5 a 8,14). La imagen del “Hijo del Hombre” viene de una visión del profeta Daniel (Dan 7,13). En los días de Noé, la mayoría de las personas vivían sin preocupaciones, sin darse cuenta que en los acontecimientos se acercaba la hora de Dios. La vida continuaba “ y no se dieron cuenta, hasta que vino el diluvio y los arrastró a todos”.
    Y Jesús concluye: “Así será también la venida el Hijo del hombre”. En la visión de Daniel, el Hijo del Hombre vendrá de improviso sobre las nubes del cielo y su venida decretará el fin de los imperios opresores, que no tendrán futuro.
    Mateo 24,40-41: Jesús aplica la comparación a los que escuchaban“Entonces estarán dos en el campo: uno es tomado, el otro dejado”. Estas frases no deben ser tomadas literalmente. Es una forma para indicar el destino que las personas recibirán según la justicia de las obras por ellos practicadas. Algunos serán tomados, o sea, recibirán la salvación y otros no la recibirán. Así sucedió en el diluvio: “solo tú has sido justo en esta generación (Gen 7,1). Y se salvaron Noé y su familia.
    Mateo 24,42: Jesús aporta la conclusión: ¡Vigilad!Es Dios el que determina a hora de la venida del Hijo. Pero el tiempo de Dios no se mide con nuestro reloj o calendario. Para Dios, un día puede ser igual a mil años y mil años iguales a un día (Si 90,4; 2 Pe 3,8). El tiempo de Dios (kairós) es independiente de nuestro tiempo (cronos). Nosotros no podemos interferir el tiempo de Dios, pero debemos estar preparados para el momento en el que la hora de Dios se hace presente en nuestro tiempo. Puede ser hoy, puede ser de aquí a mil años.
    Mateo 24, 43-44: Comparación: El Hijo del Hombre vendrá cuando menos se esperaDios viene cuando menos se espera. Puede suceder que Él venga y la gente no se dé cuenta de la hora de su llegada. Jesús pide dos cosas: la vigilancia siempre atenta y al mismo tiempo, la dedicación tranquila de quien está en paz. Esta actitud es señal de mucha madurez, en la que se mezclan la preocupación vigilante y la tranquila serenidad. Madurez que consigue combinar la seriedad del momento con el conocimiento de la relatividad de todo...    Fuente: http://ocarm.org/es/

    Calendario de Adviento - Propuesta para cada día -

    Comienzo del AÑO LITÚRGICO

    Comienzo del Año Litúrgico Ciclo A
    Se leerá el Evangelio según San Mateo, comienza con el Tiempo de Adviento y finaliza con la solemnidad de Cristo Rey.
    El Calendario Litúrgico recoge a lo largo de todo el año los acontecimientos más importantes de la vida de Jesús; a través de él,  los cristianos viven la presencia más cercana de Jesús en sus vidas


    Dan Stevers Presencia
    ReliWeb Aragon  Publicado el 19/05/2013   Categoría Gente y blogs  Licencia Licencia de YouTube estándar


    miércoles, 20 de noviembre de 2013

    Vídeos Reflexión: 34º Domingo de Tiempo Ordinario - Ciclo C - Fiesta "Cristo Rey" - (Youtube - Monjas de Sant Benet - Ed. Verbo Divino)


    Jesús Nazareno  Publicado el 08/11/2013 
    Los jefes del pueblo se burlan de Jesús crucificado. Finalmente han podido liberarse del hombre que los cuestionaba y les robaba la admiración y el respeto de la gente. Y le piden irónicamente que demuestre que es el Mesías salvándose a sí mismo, liberándose de su propia muerte. Uno de los criminales, que está crucificado a su lado, no se burla ni expresa revancha, pero sí reclamando desesperadamente una intervención, como una especie de ilusión que no brota de la fe ni de la confianza, sino de la angustia. Es el caso de los que no creen en nada y cuando les llega el agua al cuello, son capaces de acudir a lo que sea con tal de liberarse de la angustia. Pero hay otro crucificado a su lado, que no sólo reconoce la inocencia de Jesús, sino que reconoce la realeza de Jesús, lo acepta como Mesías y le pide humildemente: "Acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino". Él no se considera digno de ser liberado de la muerte, y reconoce sus culpas (v. 41), pero confía en Jesús porque percibe en él no solamente la bondad y la misericordia, sino también el poder para rescatarlo después de la muerte. Y Jesús responde diciéndole que no falta mucho para ese rescate: "Hoy estarás conmigo en el paraíso" (v. 43). Es importante advertir que la promesa de Jesús no es sólo la de regalarle una felicidad celestial, sino la de "estar con él" (Flp 1, 23). Porque, entre Jesús y el criminal, en medio del dolor y la angustia, ha nacido un encuentro de amor llamado a perpetuarse por toda la eternidad. Cuando él pide a Jesús "acuérdate de mí", ya antes ha sido tocado por el amor del Señor. Por eso "estar con él" es la promesa más hermosa que puede escuchar el criminal perdonado. Y en el peor momento de su vida recibe lo que más necesita, lo que siempre ha necesitado y no hubo encontrado jamás en su vida desorientada y pecadora: alguien que aceptara estar a su lado con amor.  Categoría Educación    Licencia  Licencia estándar de YouTube




    Evangelio según San Lucas 23,35-43 - SOLEMNIDAD de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY del UNIVERSO -

    34º Domingo
    de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
    SOLEMNIDAD de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY del UNIVERSO
    24/11/13
    Lc 23,35-43

    Después que Jesús fue crucificado, el pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían: "Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!". 
    También los soldados se burlaban de él y, acercándose para ofrecerle vinagre, 
    le decían: "Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!". 
    Sobre su cabeza había una inscripción: "Este es el rey de los judíos". 
    Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: "¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros". 
    Pero el otro lo increpaba, diciéndole: "¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que él? 
    Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo". 
    Y decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino". 
    El le respondió: "Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso".
                                                                                        Palabra del Señor
    Reflexión
    "ACUÉRDATE DE MÍ
    Según el relato de Lucas, Jesús ha agonizado en medio de las burlas y desprecios de quienes lo rodean. Nadie parece haber entendido su vida. Nadie parece haber captado su entrega a los que sufren ni su perdón a los culpables. Nadie ha visto en su rostro la mirada compasiva de Dios. Nadie parece ahora intuir en aquella muerte misterio alguno.
    Las autoridades religiosas se burlan de él con gestos despectivos: ha pretendido salvar a otros; que se salve ahora a sí mismo. Si es el Mesías de Dios, el “Elegido” por él, ya vendrá Dios en su defensa.
    También los soldados se suman a las burlas. Ellos no creen en ningún Enviado de Dios. Se ríen del letrero que Pilatos ha mandado colocar en la cruz: “Este es el rey de los judíos”. Es absurdo que alguien pueda reinar sin poder. Que demuestre su fuerza salvándose a sí mismo.
    Jesús permanece callado, pero no desciende de la cruz. ¿Qué haríamos nosotros si el Enviado de Dios buscara su propia salvación escapando de esa cruz que lo une para siempre a todos los crucificados de la historia? ¿Cómo podríamos creer en un Dios que nos abandonara para siempre a nuestra suerte?
    De pronto, en medio de tantas burlas y desprecios, una sorprendente invocación: “Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”No es un discípulo ni un seguidor de Jesús. Es un de los dos delincuentes crucificados junto a él. Lucas lo propone como un ejemplo admirable de fe en el Crucificado.
    Este hombre, a punto de morir ajusticiado, sabe que Jesús es un hombre inocente, que no ha hecho más que bien a todos. Intuye en su vida un misterio que a él se le escapa, pero está convencido de que Jesús no va a ser derrotado por la muerte. De su corazón nace una súplica. Solo pide a Jesús que no lo olvide: algo podrá hacer por él.
    Jesús le responde de inmediato: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Ahora están los dos unidos en la angustia y la impotencia, pero Jesús lo acoge como compañero inseparable. Morirán crucificados, pero entrarán juntos en el misterio de Dios.
    En medio de la sociedad descreída de nuestros días, no pocos viven desconcertados. No saben si creen o no creen. Casi sin saberlo, llevan en su corazón una fe pequeña y frágil. A veces, sin saber por qué ni cómo, agobiados por el peso de la vida, invocan a Jesús a su manera. “Jesús, acuérdate de mí” y Jesús lo escucha: “Tú estarás siempre conmigo”. Dios tiene sus caminos para encontrarse con cada persona y no siempre pasan por donde le indican los teólogos. Lo decisivo es tener un corazón que escucha la propia conciencia."  José Antonio Pagola.

    viernes, 15 de noviembre de 2013

    DOCUMENTO DE LOS OBISPOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA: EL DRAMA DE LA DROGA Y EL NARCOTRÁFICO

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    El drama de la droga y el narcotráfico
    Angustias de la sociedad
    1 – La sociedad vive con dolor y preocupación el crecimiento del narcotráfico en nuestro país. Son muchos los que nos acercan su angustia ante este flagelo. Nos conmueve acompañar a las madres y los padres que ya no saben qué hacer con sus hijos adictos, a quienes ven cada vez más cerca de la muerte. Nos quedamos sin palabras ante el dolor de quienes lloran la pérdida de un hijo por sobredosis o hechos de violencia vinculados al narcotráfico.
    2 – Sabemos que este problema es un emergente de la crisis existencial del sentido de la vida en que está sumergida nuestra sociedad. Se refleja en el deterioro de los vínculos sociales y en la ausencia de valores trascendentes.
    3 – Cuando este mal se instala en los barrios destruye las familias, siembra miedo y desconfianza entre los vecinos, aleja a los chicos y a los jóvenes de la escuela y el trabajo. Tarde o temprano algunos son captados como ayudantes del “negocio”. Hay gente que vende droga para subsistir, sin advertir el grave daño que se realiza al tejido social y a los pobres en particular.
    4 – Es alarmante la expansión de las llamadas drogas sintéticas, que se distribuyen en diversos espacios festivos, y nos duelen las conductas autodestructivas en adolescentes o jóvenes que consumen diversas sustancias.
    5 – Lo que escuchamos decir con frecuencia es que a esta situación de desborde se ha llegado con la complicidad y la corrupción de algunos dirigentes. La sociedad a menudo sospecha que miembros de fuerzas de seguridad, funcionarios de la justicia y políticos colaboran con los grupos mafiosos. Esta realidad debilita la confianza y desanima las expectativas de cambio. Pero también es funcional y cómplice quien pudiendo hacer algo se desentiende, se lava las manos y “mira para otro lado”.

    Necesidad de medidas urgentes
    6 – La Argentina está corriendo el riesgo de pasar a una situación de difícil retorno. Si la dirigencia política y social no toma medidas urgentes costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar estas mafias que han ido ganando cada vez más espacio. Es cierto que el desafío es enorme y el poder de corrupción y extorsión de los grupos criminales es grande. Pero no es verdad que “nada se puede hacer”.
    7 – La complejidad de este tema es tal que solo será abordado eficazmente por medio de amplios consensos sociales que deriven en políticas públicas de corto, mediano y largo alcance. Pero perseguir el delito es tarea exclusiva e irrenunciable del Estado. Recogemos también la preocupación por la desprotección de nuestras fronteras, y por la demora en dotar de adecuados sistemas de radar a las zonas más vulnerables.
    Lamentamos que el organismo del Estado dedicado a coordinar las políticas públicas en esta materia (SEDRONAR) lleve tantos meses sin tener su responsable designado.

    Pasión por el bien
    8 – Muchos centros educativos, clubes barriales y diversas ONG colaboran en la educación, prevención y asistencia a las víctimas. Reconocemos gratamente la ardua tarea que se desarrolla desde la Iglesia implementando en las diócesis la pastoral de adicciones, promoviendo la contención de familias, el acompañamiento y la reinserción social de los adictos. Valoramos de corazón el esfuerzo, la dedicación y la entrega de tanta gente generosa que colabora en comunidades terapéuticas. No obstante, como obispos somos conscientes de que no hemos sido suficientemente eficaces en promover una pastoral que convoque y contenga a los adolescentes y jóvenes. A su vez, seguimos alentando la creación de centros de asistencia para quienes sufren la esclavitud de la adicción y les cuesta salir.
    9 – Esta situación está dejando un tendal de heridos que reclaman de parte de todos compromiso y cercanía. Jesús nos pide que nos inclinemos ante quien sufre y que tratemos con ternura sus heridas.
    10 – San Pablo nos enseña a “tener horror por el mal y pasión por el bien” (Rm 12, 9). Por eso no debemos quedarnos solamente en señalar el mal. Alentamos en la esperanza a todos los que buscan una respuesta sin bajar los brazos:
    A las madres que se organizan para ayudar a sus hijos.
    A los padres que reclaman justicia ante la muerte temprana.
    A los amigos que no se cansan de estar cerca y de insistir sin desanimarse.
    A los comunicadores que hacen visible esta problemática en la sociedad.
    A los docentes que cotidianamente orientan y contienen a los jóvenes.
    A los sacerdotes, consagradas, consagrados y laicos que en nuestras comunidades brindan espacios de dignidad humana.
    A los miembros de fuerzas de seguridad y funcionarios de otras estructuras del Estado que aún a riesgo de su vida no se desentienden de los que sufren.
    A todos los que resisten la extorsión de las mafias.

    Que no nos roben la esperanza
    11 – Es perverso vivir del sufrimiento y de la destrucción del prójimo. Por eso anhelamos una justicia más eficiente que erradique sin demoras la impunidad. Al mismo tiempo no dejamos de pedir la conversión de los traficantes.
    12 – A cada uno de los que han caído en la droga, le decimos con el Papa Francisco: “Puedes levantarte, puedes remontar; te costará, pero puedes conseguirlo si de verdad lo quieres. Tú eres el protagonista de la subida, esta es la condición indispensable. Encontrarás la mano tendida de quien te quiere ayudar, pero nadie puede subir por ti”.
    13 – No dejemos que nos roben la esperanza, ni que se la arrebaten a nuestros jóvenes. Cuidémonos los unos a los otros. Estemos particularmente cerca de los más frágiles y pequeños. Trabajemos por una cultura del encuentro y la solidaridad como base de una revolución moral que sostenga una vida más digna.


    Que el Señor nos ilumine y la Virgen de Luján nos ayude a cuidar el presente y el futuro de la Nación.
    106° Asamblea Plenaria                                           Pilar, 7 de noviembre de 2013


    lunes, 11 de noviembre de 2013

    Vídeos Reflexión: 33º Domingo de Tiempo Ordinario - Ciclo C - (Youtube - Monjas de Sant Benet - Ed. Verbo Divino)



    Jesús Nazareno Publicado el 07/11/2013
    ¿En qué época de la humanidad no han ocurrido estas cosas? ¿En qué momento de su historia el cristianismo no ha sido perseguido en algún lugar del mundo? Si esto ha ocurrido siempre, ¿por qué Jesús dice que éstas son las señales del tiempo final? Sus palabras son un toque de alerta, para que no nos dejemos engañar y no nos desesperemos cuando se alcen voces anunciando el fin del mundo. Nuestra misión es permanecer fieles al Señor; pase lo que pase, él estará con nosotros.
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    Evangelio según San Lucas 21,5-19

    33º Domingo
    de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
    17/11/13
    Lc 21,5-19
    Como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo:
    "De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido".
    Ellos le preguntaron" "Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va suceder?".
    Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: "Soy yo", y también: "El tiempo está cerca". No los sigan.
    Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin".
    Después les dijo: "Se levantará nación contra nación y reino contra reino.
    Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en cielo.
    Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí.
    Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir.
    Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán.
    Serán odiados por todos a causa de mi Nombre.
    Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas".
    Palabra del Señor
    Reflexión  
    ... No tengan miedo, que no se perderá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia, salvaran vuestras almas.¡Vamos! ¿Hay que tener miedo? Estas palabras de Jesús son capaces de entusiasmar hasta al hombre y la mujer más apáticos. No hay cristiano que no se sienta enardecido con semejantes palabras del Señor. Porque Jesús no habla sólo a los Doce que tiene alrededor, sino que se dirige a toda la Iglesia, para la que traza unas líneas de acción a través de todos los siglos hasta que Él vuelva. Jesús asegura a su Iglesia la persecución, porque el mundo chocará con la doctrina del Señor, y la lucha se entablará aunque queramos que esto no suceda... Porque quien quiera vivir conforme a Jesucristo, habrá de renunciar a lo que el mundo proclama y hace en oposición directa con el Evangelio. Y se impone la opción:- ¿Jesucristo o el mundo?... ¿Por cuál de los dos me tiro?... Si me inclino por Jesucristo, el mundo se reirá de mí y hasta me perseguirá. Si me decanto por el mundo, pierdo a Jesucristo y la vida eterna. ¿Qué duda?...  Al escoger nosotros a Jesucristo y vernos metidos en medio de la incomprensión, oposición y hasta persecución del mundo, ¿tenemos que temer? Jesucristo nos quita todo miedo, pues hemos oído sus palabras:- ¡Tranquilos!, que ni un cabello de vuestra cabeza se va a perder... Dios se pone de nuestra parte, y decimos con Pablo: - Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?... Jesús tiende ahora la mirada al final, y nos asegura: - Con vuestra perseverancia salvaras vuestras almas. ¡Qué perspectiva tan grandiosa!. Pasará el mundo, con sus halagos y con sus desgracias. Lo único que quedará al fin será el Reino glorioso de Dios, y nosotros, los fieles de Jesucristo, los que hayamos dado testimonio de Él con nuestra vida valiente, metidos en ese Reino que ya no tendrá fin...¡Señor Jesucristo!¡Gracias por el coraje que nos inspiras!La vida cristiana puede ser a veces dura y exigente, pero Tú estás a nuestro lado, contemplando nuestro combate.Nosotros decimos con nuestro refrán popular que quien ríe el último, ríe mejor. ¿No podemos aplicar esto, Señor Jesús, a lo que Tú nos enseñas?... ¿Dónde pararán al final los enemigos de tu Iglesia? ¿Y dónde quedaremos nosotros, si estamos a tu lado y contigo?...Vemos cómo todo pasa, pero Tú permaneces. Tú, Jesucristo, eres el mismo ayer, hoy y siempre...                                                    Fuente: http://tucomunidaddelaire.blogspot.com.ar

    martes, 5 de noviembre de 2013

    Vídeos Reflexión: 32º Domingo de Tiempo Ordinario - Ciclo C - (Youtube - Monjas de Sant Benet - Ed. Verbo Divino)




    Jesús Nazareno Publicado el 20/10/2013
    Dios es un Dios viviente y es el Dios de los vivientes. Nuestra fe afirma que estaremos con él, compartiendo esa vida definitiva. La resurrección ocurre de una vez para siempre, por eso, es pasar a un nuevo estado, donde se revelará en nosotros plenamente la condición de hijos e hijas de Dios. Seguramente tenemos muchas preguntas sobre la vida eterna, porque, en nuestra actual condición, en esta realidad mortal, apenas llegamos a imaginar lo que será esa vida. Sin embargo, ya desde ahora la esperamos con alegría, porque compartiremos la condición que ya tiene Jesucristo Resucitado.
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    Evangelio según San Lucas 20,27-38

    32º Domingo
    de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
    10/11/13
    Lc 20,27-38
    Se le acercaron algunos saduceos, que niegan la resurrección, y le dijeron: "Maestro, Moisés nos ha ordenado: "Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda".
    Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos.
    El segundo se casó con la viuda, y luego el tercero. Y así murieron los siete sin dejar descendencia. Finalmente, también murió la mujer.
    Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?".
    Jesús les respondió: "En este mundo los hombres y las mujeres se casa, pero los que sean juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección, no se casarán.
    Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.
    Que los muertos van resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.
    Porque él no es Dios de muertos, sino de vivientes; todos, en efecto, viven para él".
    Palabra del Señor   
    Reflexión
    En el Evangelio parece, en un primer momento, que la resurrección es el tema que inquieta a los saduceos que se acercan a Jesús. Sin embargo, más adelante nos damos cuenta que lo que les interesa es ponerlo en conflicto, más que escuchar la solución a su inquietud de la resurrección. Por eso Jesús, se preocupa más por transmitir el mensaje verdadero de la Resurrección: Dios es un Dios de vivos y no de muertos; más que contestarles sus intrigas académicas. 
    El Evangelio nos quiere presentar una de las actitudes fundamentales de Jesús: creer en la resurrección no como idea o concepto, sino como una realidad que nos transforma al aceptar la presencia viva de Dios en la historia del hombre. El testimonio sublime de estas palabras que Jesús nos dice hoy los veremos en la cruz: es desde su enfrentamiento con la muerte que Jesús nos grita, “Dios es un Dios de vivos y no de muertos, aunque ustedes me maten, yo viviré para siempre con él”. 
     ACTUALIDAD 
    Muchas veces pensamos en la resurrección como algo que nos sucederá muchísimo tiempo después de que fallezcamos. Como si la resurrección fuera sólo un momento en nuestras vidas el cual tenemos que esperar pasivamente a que nos suceda. Sin embargo, hoy vemos que creer en la resurrección no es sólo una cuestión académica. Creer en ella, significa transformar nuestras vidas en testimonios del Dios de la vida en el que creemos. 
    Hoy en día pensamos casi siempre desde el placer y lo inmediato. No existe para nosotros un Dios de nuestros padres, sino que queremos un Dios que nos resuelva nuestros problemas hoy y “en este momento”. Se nos olvida que la vida que Dios nos ha dado es una vida eterna. Una vida que va mucho más allá que los pocos años que viviremos aquí en la tierra. Esto provoca en nosotros que no podamos ver más allá de nuestros problemas. Se nos viene el mundo encima porque no tenemos la perspectiva de la resurrección en nuestras vidas. Perdemos toda esperanza y vivimos como si no creyéramos en el Dios de la vida que nos ha revelado Jesús. 
     PROPÓSITO 
    Esta semana podemos buscar vivir con una visión más “sobrenatural” en nuestras vidas. Nunca hay que olvidar nuestros problemas, pues no se resolverán solos; pero si los odemos asumir con la confianza de que existe un Dios de la vida que habla por encima de todos ellos como habló por encima de la Cruz de su Hijo.
    Héctor M. Pérez V., Pbro              Fuente: http://www.homiletica.org/PDF054/aahomiletica007215.pdf