miércoles, 27 de septiembre de 2017

Videos Reflexión: 26º Domingo de Tiempo Ordinario Ciclo A - "Parábola de los dos hijos" - (Youtube - Ed. Verbo Divino) -

Resultado de imagen para imagenes de Mt 21,28-32
Haz click sobre la imágen

Resultado de imagen para imagenes de Mt 21,28-32

Evangelio según San Mateo 21,28-32 - "Parábola de los dos hijos"

26º Domingo "Parábola de los dos hijos"
Tiempo Ordinario - Ciclo A
"Parábola de los dos hijos"
1/10/17
Mt 21,28-32

Resultado de imagen para imagenes de Mt 21,28-32
Haz click sobre la imágen para leer el Evangelio
Reflexión
EL RUEGO DEL PADRE
“Cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo, y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá”. Con este oráculo que hoy se proclama (Ez 18,5-28) contrapone el profeta Ezequiel el comportamiento del justo al del malvado. 
Perder la vida o salvarla, esa es la cuestión. Quien persiste en su maldad, pretende conservar lo que ha ganado, pero pierde su existencia. En cambio, el pecador que reconsidera sus actos y se convierte, tendrá dificultades pero encontrará el modo de vivir con dignidad. Dios es el Señor de la vida, pero el hombre puede actuar con libertad
Es bueno orar con el salmo salmo: “Señor, enséñame tus camino, instrúyeme en tus sendas, haz que camine con lealtad” (Sal 24,4). Y escuchar la exhortación de san Pablo: “Tened entre vosotros los sentimientos propios de una vida en Cristo” (Flp 2,5).

DOS RESPUESTAS
También en este domingo el evangelio recuerda otra parábola relacionada con el trabajo en las viñas. Pero son distintos los invitados a trabajar y también los oyentes a los que Jesús dirige su mensaje.
• En la primera parábola de la viña, que Jesús contó a sus discípulos (Mt 20,1-16), importaba reflejar la relación del propietario con los jornaleros. Se habla de un contrato y el pago de un jornal. Unos jornaleros se sienten agraviados al ver que el amo iguala con ellos a los contratados a última hora. 
• Jesús expone a los sumos sacerdote y a los ancianos del pueblo otra parábola (Mt 21,28-32), en la que se subraya la relación de un padre con sus dos hijos. No hay un contrato, sino un ruego. A ambos dirige el padre la misma petición: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Pero la respuesta es diferente.
El primero respondió secamente, con un rechazo a la orden recibida: “No quiero”. Pero después se arrepintió y fue a la viña. El segundo hijo respondió aceptando al parecer la orden de su padre: “Voy, señor”. Pero no fue a trabajar a la viña familiar.

EL CAMINO DEL REINO
La lección de la parábola estaba clara. Pero Jesús quiere que sus oyentes extraigan y manifiesten públicamente la lección que encierra. Así lo revela el diálogo que sigue:
• “¿Quién de los dos cumplió la voluntad del padre?” Se trata de ver si la persona se justifica por sus buenas palabras o por su buenas acciones. Si no coinciden las unas con las otras, será difícil pretender que uno vive en la coherencia. 
• “El primero”. Esa es la respuesta de los oyentes. De hecho, tanto las grandes religiones como el sentido común de las gentes afirman que hay que preservar la bondad de las palabras, aunque las obras son las que reflejan la calidad moral de la persona.
Las palabras finales de Jesús son una seria interpelación. Los que presumen de su propia rectitud no aceptaron el mensaje de un profeta. Pero los que son considerados como pecadores los adelantan en el camino del reino de Dios.
- Padre nuestro, te damos gracias porque nos invitas cada día a colaborar contigo en el trabajo de la viña. Ayúdanos a cumplir siempre tu voluntad con ánimo alegre y generoso. Por Jesucristo nuestro Señor.
José-Román Flecha Andrés
Imagen relacionada

jueves, 21 de septiembre de 2017

¡FELIZ AÑO NUEVO JUDÍO 5778!

No hay texto alternativo automático disponible.
La tradición apunta a que el año que se inicia sea dulce (motivo de la miel y los dátiles), que la gente sea capaz de la autocrítica y la mejora (la manzana, símbolo del pecado del egoísmo, mojada en la miel para mitigarlo) y darle la capacidad de elegir el propio camino.

El nuevo año judío tiene cuatro acepciones: Rosh Hashaná, que refiere al día de la creación; Iom Ha Din, que se basa en la idea teológica de que mujeres y varones son juzgados por sus acciones; Iom Ha Zikarón, que remite al recuerdo del propio ser y Iom Truá, que alude al despertar de la apatía para asumir las propias elecciones.
++++++++++++++++++++++++++++

¡SHANÁ TOVÁ, Y UN BUEN AÑO PARA TODOS!
Y aprovechando que comienza un nuevo año,
 quería simplemente desearte…

Que tus despertares, te despierten.

Y que, al despertarte, el día que comienza te entusiasme.

Y que jamás se transformen en rutinarios los rayos del Sol que se filtran por tu ventana, en cada nuevo amanecer.

Y que tengas la lucidez de concentrarte y de rescatar lo más positivo de cada persona que se cruce en tu camino.

Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque “sólo” se trate de pan y agua.

Y que encuentres algún momento durante el día, aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada hacia lo Alto y agradecer, por el milagro de la salud, ese misterioso y fantástico equilibrio interno.

Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos.

Y que tus abrazos, abracen.

Y que tus besos, besen.

Y que los atardeceres te sorprendan, y que nunca dejen de maravillarte.

Y que llegues cansado y satisfecho al anochecer, por la tarea satisfactoria realizada durante el día.

Y que tu sueño sea calmo, reparador, y sin sobresaltos.

Y que no confundas tu trabajo con tu vida, ni tampoco al valor de las cosas, con su precio.

Y que no te creas más que nadie, porque, sólo los ignorantes desconocen que no somos más que polvo y ceniza.

Y que no te olvides, ni por un instante, que cada segundo de vida es un regalo, un obsequio, y que, si fuésemos realmente valientes, deberíamos bailar y cantar de alegría al tomar conciencia de ello.

Como un pequeñísimo homenaje al misterio de la Vida, que nos acoge, nos abraza y nos bendice. 
F. Daniel Karpuj.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Videos Reflexión: 25º Domingo de Tiempo Ordinario Ciclo A - "Parábola de los jornaleros de la viña" - (Youtube - Ed. Verbo Divino) -

Haz click sobre la imágen
Imagen relacionada

Evangelio según San Mateo 19,30--20,16 "Parábola de los jornaleros de la viña"

25º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo A
"Parábola de los jornaleros de la viña"
24/09/17
Mt 19,30--20,16
Haz click sobre la imágen para leer el Evangelio
Reflexión 
EL JORNAL
Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros, mis planes, que vuestros planes” (Is 55,9). Este oráculo divino, recogido en el libro de Isaías, repite un mensaje que debería constituir una de nuestras primeras afirmaciones de fe.
Dios no es indiferente a la peripecia humana. Él nos conoce y nos ama. Está cerca de nosotros. Pero no podemos imaginarlo según nuestros esquemas de pensamiento y de conducta. Sus planes no coinciden con los nuestros. Y nuestros planes muy pocas veces coinciden con los planes de Dios.
El salmo responsorial confiesa esa cercanía de Dios: “El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones; cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente” (Sal 144,17-18). La fe nos ayudará a repetir con san Pablo: “Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir” (Flp 1,21).

LA LLAMADA DE DIOS
En la parábola que hoy se proclama, Jesús presenta a un propietario que sale varias veces al día a contratar jornaleros para que vayan a trabajar a su viña (Mt 20,1-16). Se ajusta con todos en un denario. Pero al final de la tarde paga a todos por igual. Esto suscita las protestas de los que han trabajado durante más horas.
• En primer lugar se nos recuerda que Dios es el dueño y nosotros somos unos jornaleros. Él es el Señor. Hemos de estar agradecidos porque ha querido contar con nosotros. Trabajar en su viña es un honor.
• El Señor nos paga con lo que nos ha prometido. Si paga a los últimos como a los primeros es tan solo un signo de su bondad. La misericordia de Dios es sorprendente. Su misericordia no es injusta, pero va más allá de la justicia. 
• Es cierto que en esta tierra y en nuestra sociedad tenemos el deber de defender nuestros derechos. Pero nadie puede presumir de haber adquirido unos derechos ante Dios. Todo es gracia.

LA LIBERTAD DE DIOS
La parábola de los jornaleros se cierra con dos preguntas y una reflexión sapiencial que es todo un desafío: 
• “¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos?” Con demasiada frecuencia nos atrevemos a juzgar a Dios. Como si él necesitara nuestros consejos. Como si nosotros tuviéramos la sabiduría que a él le falta. 
• “¿Vas a tener tu envidia porque yo soy bueno?” Los criterios que utilizamos para evaluar los acontecimientos están dictados muchas veces por nuestros intereses. Nuestro egoísmo nos impide aceptar que los caminos de Dios no son nuestros caminos.
• “Los últimos serán los primeros y los primeros los últimos” . En contra de lo que se piensa en nuestro mundo, lo que nos hace valiosos ante Dios no son nuestros esfuerzos, sino su amor gratuito y universal.
- Padre nuestro, clemente y misericordioso, agradecemos de corazón que nos hayas elegido para trabajar en la viña de tu reino. Sabemos que no tenemos derecho a imponerte nuestros criterios y nuestras normas. Así que danos humildad para aceptar tu voluntad. Por Jesucristo nuestro Señor. 
José-Román Flecha Andrés
Resultado de imagen para imagenes de Mt 19,30--20,16

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Videos Reflexión: 24º Domingo de Tiempo Ordinario Ciclo A - "La parábola del servidor despiadado" - (Monjas de Sant Benet - Youtube - Ed. Verbo Divino) -

Imagen relacionada

Imagen relacionada

Evangelio según San Mateo 18,21-35 - "La parábola del servidor despiadado"

24º Domingo
Tiempo Ordinario - Ciclo A
"La parábola del servidor despiadado"
17/09/17
Mt 18,21-35

Resultado de imagen para imagenes de mateo 18,21-35
Se acercó Pedro y le dijo a Jesús: «Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?».Jesús le respondió: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores.
Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos.
Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda.
El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: "Señor, dame un plazo y te pagaré todo".
El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda.
Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: "Págame lo que me debes".
El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: "Dame un plazo y te pagaré la deuda".
Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor.
Este lo mandó llamar y le dijo: "¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda.
¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?".
E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía.
Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos».
Palabra del Señor   
Reflexión

EL PERDÓN
“Perdona la ofensa a tu prójimo, y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas. ¿Cómo puede un hombre guardar rencor a otro y pedir la salud al Señor? No tiene compasión de su semejante y pide perdón de sus pecados?” (Si 28,2-4). Con estas reflexiones, el libro del Eclesiástico sugiere una reflexión sobre la coherencia.
De hecho, subraya la unión que existe entre el perdón que el hombre espera obtener de Dios y el que él está dispuesto a conceder a sus semejantes. La misericordia es sobre todo un atributo de Dios. Él la concede abundantemente. Pero exige que el hombre la refleje y la continúe en sus relaciones con los demás.
El salmo responsorial se hace eco de esa afirmación al confesar: “El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia” (Sal 102). Según san Pablo, esa misericordia de Dios se manifiesta sobre todo en Jesús, que murió por nosotros y resucitó para nuestra salvación (cf. Rom 14,9). 

LA ESPIRAL DE LA VIOLENCIA
En la boca de Lamec, descendiente de Caín, se colocaba el canto de la venganza salvaje: “Caín será vengado siete veces, y Lamec setenta y siete” (Gén 4,24). Pues bien, Simón Pedro pregunta a Jesús: “Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?” Y Jesús le contesta: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete” (Mt 18, 21-22).
Bien sabemos que el siete es un número de calidad, más que de cantidad. La tendencia humana es la de continuar la venganza hasta lo insospechable. La propuesta de Jesús es la de romper la espiral de la violencia mediante el ofrecimiento generoso del perdón.
El perdón de las ofensas es ciertamente difícil. Pero la misericordia humana es posible porque brota de la fuente de la misericordia divina. Mediante la parábola de los deudores, Jesús afirma que el creyente ha de tener compasión, puesto que Dios ha tenido compasión con él (Mt 18, 23-35).

EL AJUSTE DE CUENTAS
En la parábola del rey que quiso ajustar cuentas con sus criados hay una invocación que se repite dos veces.
• “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”. Así suplica el deudor que debe al rey la fabulosa cantidad de diez mil talentos. Los hombres nos engañamos al pensar que podremos pagar toda nuestra deuda a Dios. Pero él tiene compasión hasta de ese autoengaño.
• “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré”. Así ruega el deudor que debe a su compañero la cifra de cien denarios. Nosotros nos creemos más agraviados que él, y por cosas que no tienen importancia. Nuestro mayor pecado es no pasar a los demás el perdón que nos ha sido concedido.
- Padre de piedad y de misericordia, confesamos que en el ajuste de cuentas hemos salido beneficiados por tu gracia. Apiádate de nosotros, perdona nuestras culpas y ayúdanos a ser humildes transmisores de tu compasión y tu perdón. Por Jesucristo nuestro Señor.
José-Román Flecha Andrés
Imagen relacionada

Bioética: Dominar el Dominio

DOMINAR EL DOMINIO
A veces se ha acusado a los seguidores de la Biblia, tanto judíos como cristianos, de haber contribuido de forma dramática al deterioro del medio ambiente. Se dice que nos hemos tomado tan en serio el mandato divino de “dominar la tierra” que hemos terminado por explotarla sin consideración alguna.
Frente a esa acusación, hay que repetir que el mandato bíblico de "dominar la tierra" no significa una licencia absoluta para el expolio de la naturaleza. El ser humano ha sido creado “a imagen y semejanza de Dios” (Gén 1,26-27). Es el visir y vicario de Dios. A él ha sido confiado el cuidado respetuoso del jardín de la creación.
En cuanto seres humanos, nos hemos habituado durante milenios a dominar el mundo, como si fuera de nuestra propiedad. En cuanto creyentes, hemos de aprender a dominar nuestro propio afán de dominio.
El respeto hacia el mundo creado debe convertirse en objeto de la reflexión moral, de la educación y de la espiritualidad. No hay que añadir una nueva lección sobre el respeto al mundo y a la vida. Hay que procurar que el amor a la vida y el cuidado por los vivientes y su hogar impregnen toda la reflexión y la catequesis sobre la virtud.
En su mensaje para la Jornada de la paz de 1990, Juan Pablo II afirmaba que "la austeridad, la templanza, la autodisciplina y el espíritu de sacrificio deben conformar la vida de cada día". No se trata de promover la austeridad por sí misma. Se trata de no imponer más cruces sobre los hombros humanos: "a fin de que la mayoría no tenga que sufrir las consecuencias negativas de la negligencia de unos pocos".
Los ecologistas propugnan la necesidad de cambiar de paradigma. En su encíclica sobre el cuidado de la casa común, publicada el 24 de mayo de 2015, también el papa Francisco ha escrito que “Muchas cosas tienen que reorientar su rumbo, pero ante todo la humanidad necesita cambiar” (LS 202).
Y más adelante añade: “No pensamos solo en la posibilidad de terribles fenómenos climáticos o en grandes desastres naturales, sino también en catástrofes derivadas de crisis sociales. La obsesión por un estilo de vida consumista, sobre todo cuando solo unos pocos pueden sostenerlo, solo podrá provocar violencia y destrucción recíproca” (LS 204). 
El hombre es la única criatura capaz de preocuparse por las diversas especies. Por eso mismo le corresponde la tarea de proteger el equilibrio global de la tierra. Él ha de programar una auténtica "ecología humana". Creyentes y nos creyentes hemos de pensar qué significa ser humanos y cuál es nuestra responsabilidad en el mundo.
Los cristianos hemos de ver qué nos exige hoy creer en un Dios creador. Y hemos de considerar las consecuencias del mandato del amor, que Jesús nos dejó como santo y seña de nuestra identidad. La responsabilidad ecológica brota de la fe, de la esperanza y de la caridad.
José-Román Flecha Andrés

viernes, 8 de septiembre de 2017

Video: Intenciones del Papa Francisco - "Parroquias al servicio de la misión" - (YouTube) -

Resultado de imagen para imagenes de la iglesia misionera
Pidamos por nuestras parroquias, para que no sean oficinas funcionales sino que animadas por un espíritu misionero, sean lugares de transmisión de la fe y testimonio de la caridad.
Papa Francisco - Septiembre 2017
INTENCIONES DEL PAPA POR LOS DESAFÍOS DE LA HUMANIDAD
SEPTIEMBRE 2017
Por la Evangelización: 
Por nuestras parroquias, para que, animadas por un espíritu misionero, sean lugares de transmisión de la fe y testimonio de la caridad.

Oración
Señor, Padre nuestro, 
tú quieres que la Iglesia sea la presencia visible de tu amor en medio de los hombres. 
Cada cristiano es un discípulo enviado a anunciar,
por palabras y por obras,
la buena noticia del Evangelio. 
A todas las parroquias
se dirige un llamado a que sean,
cada vez más, 
lugares de comunicación de la fe y testimonio de caridad. 
Nosotros te pedimos que nuestra parroquia sea un lugar
en que cada uno de nosotros, 
dentro de nuestras posibilidades y responsabilidades, 
nos sintamos miembros activos en la misión de evangelizar.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria…

Desafíos para el mes:
 Poner como intención, en la Eucaristía dominical, las necesidades de la parroquia y sus desafíos.
 Proporcionar espacios de reflexión sobre el testimonio eficaz de los miembros de la parroquia, a nivel de las obras de misericordia que se pueden hacer.
 Reflexionar sobre las oportunidades de formación en la fe que la parroquia ofrece, en especial en la catequesis de adulto, jóvenes y niños.
Imagen relacionada

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Videos Reflexión: 23º Domingo de Tiempo Ordinario Ciclo A - "Sobre el perdón" - (Youtube - Ed. Verbo Divino) -

Resultado de imagen para imagenes de Mt 18, 15-20
Haz click sobre la imágen

Resultado de imagen para imagenes de Mt 18, 15-20

Evangelio según San Mateo 18,15-20 - "Sobre el perdón"

23º Domingo 
de Tiempo Ordinario - Ciclo A
"Sobre el perdón"
10/09/17
Mt 18, 15-20
Resultado de imagen para imagenes de Mt 18, 15-20
Haz click sobre la imágen para leer el Evangelio
Reflexión
LA COMUNIDAD
“Si tú adviertes al malvado que cambie de conducta y no lo hace, él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado la vida” (Ez 37,9). En este oráculo que se lee este domingo, Dios advierte al profeta de la misión que le ha sido confiada. El que ha sido elegido como mensajero divino ha de estar siempre dispuesto a corregir los errores humanos. 
Corregir al que yerra es una de las obras de misericordia más difíciles. Quien ha obrado mal no siempre lo reconoce. Con mucha frecuencia piensa y afirma que está en la verdad. A la mala acción suele acompañar la mala conciencia. Por otra parte, quien debería corregir no siempre está limpio de culpa ni libre del temor de ser denunciado. 
A unos y a otros el salmo responsorial nos recuerda un oráculo divino: “No endurezcáis vuestro corazón” (Sal 94). A todos nos resultaría más fácil corregir y ser corregidos si recordáramos la advertencia de san Pablo: “Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera” (Rom 13,10). 

CORRECCIÓN Y DIÁLOGO
El texto evangélico que hoy se proclama (Mt 18,15-20) supone con todo realismo la posibilidad de que se dé el pecado en la comunidad. Por eso advierte de la necesidad de llamar la atención al hermano que ha pecado. Además establece el orden que se ha de seguir al aplicar la corrección fraterna.
El que trata de corregir al que ha faltado a los ideales de la comunidad no debe caer en el peligro de desprestigiar al otro. De hecho, se le pide que comience por hablar a solas con el hermano. Ambos habrán de ganar con la salvación del que ha caído. 
No se debe olvidar la primera frase: “Si tu hermano peca contra ti, repréndelo estando los dos solos”. Ese es elprimer paso. Pero ahí se indica el motivo y el tono de la corrección. El derecho y deber de corregir corresponde al hermano por ser hermano.
En un segundo y en un tercer paso hay que acudir a otros hermanos. Esas tres etapas del diálogo tratan de evitar el subjetivismo o el resentimiento de quien pretende corregir. Como se ve, la referencia a la fraternidad caracteriza a la comunidad cristiana.

DISCERNIMIENTO Y ORACIÓN
El texto evangélico se incluye en el llamado “discurso eclesiástico”. A la corrección fraterna, el evangelio de Mateo añade otras dos notas importantes que caracterizan a la comunidad cristiana: el discernimiento y la oración común. 
• “Todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo”. Lo que Jesús ha dicho ya a Simón Pedro, lo dice ahora a toda la comunidad. Atar y desatar suponen una gran responsabilidad. Pero Dios confía de tal manera en su Iglesia que reconoce el discernimiento que ella haga sobre el bien y el mal.
• “Si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del Cielo”. Nuestros egoísmos individuales dificultan la oración. Solo el amor puede unirnos ante Dios. Solo la concordia entre los hermanos garantiza el valor y la eficacia de nuestras plegarias.
- Señor Jesús, tú te haces presente cuando nos reunimos en tu nombre. No permitas que nos reúnan nuestros intereses ni la búsqueda del prestigio. Que todo lo hagamos en tu nombre. Porque sólo quienes se reúnan en tu nombre serán escuchados.
José-Román Flecha Andrés
Resultado de imagen para imagenes de Mt 18, 15-20