Haz click sobre la imágen
Pquia. San Pio X, Mar del Plata: Proyecto basado en las directivas del Padre M, Bautista. Como devotos de la Divina Misericordia del Señor, surge la necesidad de ver reflejada en la acción la Misericordia de Dios, queremos dar a conocer las obras de Misericordia, corporales y espirituales especialmente con los pecadores, consolando y asistiendo a los pobres, afligidos y enfermos. Jesús privilegió a los pobres y sufrientes (Lc. 6,20 ss), Él nos enseña a ver en el enfermo a Cristo (Mt. 25,31-46)
martes, 27 de noviembre de 2018
Evangelio según San Lucas 21, 25-28.34-36 - "Levántate, despierta " -
1º Domingo
Tiempo de Adviento - Ciclo C
"Levántate, despierta"
2/12/18
Lc 21, 25-28.34-36
Tiempo de Adviento - Ciclo C
"Levántate, despierta"
2/12/18
Lc 21, 25-28.34-36
Haz click sobre la imágen para leer el Evangelio
Reflexión
LA PROFECÍA DE LA ESPERANZA
“Suscitaré a David un vástago legítimo que hará justicia y derecho en la tierra”. Ese oráculo divino transmitido por Jeremías (33,14-16) es la promesa fundamental que resuena en este primer domingo del Adviento. Esa profecía alimentaba la esperanza del pueblo de Israel. Y alienta también la nuestra.
• “Suscitaré a David un vástago legítimo”. Como sabemos, el profeta Natán había prometido al rey David que Dios le daría una casa y una descendencia. Pues bien, la fe cristiana ha visto en Jesús la realización de aquella promesa. Jesús es el descendiente de David. Su pueblo lo esperó sin conocerlo. Nosotros estamos llamados a reconocerlo.
• “Hará justicia y derecho en la tierra”. Nuestro mundo nos presenta un panorama de mentira y de engaño, de corrupción y de muerte. Pero el ser humano necesita palabras y hechos de justicia. El Adviento nos ayuda a recordar que Jesús vino a anunciar el reino de la verdad. Los creyentes estamos llamados a colaborar en su realización.
EL MIEDO Y LA CONFIANZA
En el evangelio que hoy se proclama (Lc 21,25-28.34-36) Jesús anuncia que un día los astros temblarán. Con ello se insinúa que es inútil depositar la confianza en lo que parece más estable en todo el universo. Es evidente que el verdadero creyente no puede atribuir a las cosas creadas un valor absoluto y definitivo.
Es muy interesante la observación de los sentimientos humanos que el texto revela. Ante el temblor de los astros, es decir, de lo que se considera más firme, la reacción espontánea es el temor: “Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros temblarán”.
Sin embargo, ante ese sentimiento, el evangelio contrapone una actitud de confianza: “Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación”. Con todo, es verdad que la confianza requiere vigilancia y ascetismo. No dejarse embotar por el vicio, mantenerse despiertos y pedir a Dios la fuerza necesaria.
EL QUE VIENE
El texto no se limita a describir ese especáculo cósmico y su efecto sobre las gentes. Es un “evangelio”, es decir, una buena noticia: “Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube con gran poder y gloria”. Esa profecía es la razón de nuestra esperanza.
• “Verán al Hijo del hombre”. Estas palabras remiten a la profecía que se encuentra en el libro de Daniel. Pero nos recuerdan que el Señor ya está entre nosotros. Nuestra infidelidad y nuestra pereza nos impiden descubrirlo. La esperanza nos lleva a desear su manifestación.
• Vendrá “en una nube”. La nube es una de las imágenes más habituales para expresar la presencia de Dios. La nube dificulta la visión del horizonte, pero acerca los sonidos. Él Señor está cerca de nosotros, aunque a veces nos resulte difícil percibirlo. Escuchemos su voz.
• Vendrá “con gran poder y gloria”. El Hijo del hombre es el Justo injustamente ajusticiado. Ante los poderes de este mundo se mostró débil e indefenso. Pero ante su gloria actual se ha de doblar toda rodilla. Es el Señor.
-Señor Jesús, te esperamos como el Hijo del Hombre prometido. Aguardamos tu manifestación final como Señor de la historia. Que la próxima celebración de tu nacimiento nos lleve a acoger tu mensaje y a colaborar a su realización con aguante, con audacia y con alegría, como nos lo pide el papa Francisco.
José-Román Flecha Andrés
sábado, 24 de noviembre de 2018
Año Litúrgico: Ciclo C - Tiempo de Adviento
El año litúrgico está formado por distintos tiempos litúrgicos. Estos son tiempos en los que la Iglesia nos invita a reflexionar y a vivir de acuerdo con algunos de los misterios de la vida de Cristo.
Comienza por el Adviento, luego viene la Navidad, la Epifanía, el Primer Tiempo Ordinario, la Cuaresma, la Semana Santa, el Tiempo Pascual, el Pentecostés, el Segundo Tiempo Ordinario y termina con la fiesta de Cristo Rey.
martes, 20 de noviembre de 2018
Evangelio según San Juan 18, 33b-37 - "Solemnidad de Cristo Rey" -
34º Domingo
Tiempo Ordinario - Ciclo B
"Solemnidad de Cristo Rey" -
25/11/18
Jn 18, 33b-37
Tiempo Ordinario - Ciclo B
"Solemnidad de Cristo Rey" -
25/11/18
Jn 18, 33b-37
Haz click sobre la imágen para leer el Evangelio
Reflexión
SU REINO NO TENDRÁ FIN
“Vi venir en las nubes del cielo como un hIjo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él” (Dn 7,13). El dominio que se le concede se extiende en las dos coordenadas que nos determinan. En el espacio, alcanza a todos los pueblos de la tierra. Y en el tiempo, no tendrá fin.
Ese dominio es concedido por Dios a los hombres, en contraposición con las bestias, que previamente ha mencionado el profeta. Frente al poder salvaje y tiránico, los santos del Altísimo recibirán el Reino. Recibirán la corona del triunfo los que den testimonio de su fe hasta el martirio. Son los testigos de su fe los que revelan el valor de lo humano.
Los creyentes vieron en esa profecía de Daniel el anuncio de un mesías salvador. Su poder no nacería de su fuerza, sino de la elección del mismo Dios. Gracias a él dominaría a los poderes del mundo. A esa promesa hace eco el salmo responsorial: “El Señor reina, vestido de majestad; el Señor, vestido y ceñido de poder” (Sal 92,1).
Recordando la profecía de Daniel, el Apocalipsis ve llegar a Jesucristo en las nubes del cielo. Lo confiesa como el Testigo fiel, el Primogénito de entre los muertos, el Príncipe de los reyes de la tierra. Su poder nace del amor que demuestra el hecho de haber sido traspasado para librar a los hombres de sus pecados (Ap 1,5-8).
EL REINO DE CRISTO Y LA VERDAD
El evangelio de Juan que hoy se proclama recoge un momento culminante del proceso romano a Jesús (Jn 18,33-37). Pilato le dirige cuatro preguntas para tratar de averiguar qué tipo de realeza se atribuye aquel judío que han traído hasta su tribunal. Las preguntas del gobernante se sitúan en un nivel político. Le interesa mantener la calma en aquella tierra.
Las respuestas de Jesús van más allá del alcance de las preguntas. Jesús afirma haber venido al mundo para ser testigo de la verdad. No olvidemos que en griego el testigo se llama “mártir”. No es extraño que en los escritos paulinos se diga que Cristo hizo una hermosa confesión dando testimonio ante Pilato (1 Tim 6,13).
Cristo es testigo de la verdad que es él mismo (Jn 14,6). Por eso su reino no es impone a nadie. Es acogido por quienes aman la verdad. Todo el que es de la verdad escucha su voz (Jn 16,37). No es la imposición el medio como se extiende su Reino, sino el ejercicio de la libertad del hombre y su responsabilidad ante la verdad que salva.
EL REINO DE CRISTO Y EL MUNDO
Pero en la respuesta de Jesús a Pilato hay otra frase que ha sido discutida una y otra vez: “Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí”. ¿Qué nos sugieren estas palabras de Jesús?.
• “Mi reino no es de este mundo”. Esta frase no puede significar que la fe aleja a los creyentes de las realidades de esta tierra. Jesús había dicho a Nicodemo que Dios había amado al mundo hasta entregarle a su Hijo. El Reino de Jesucristo se encuentra en esta tierra, pero no es de esta tierra. Así pues, los discípulos del Señor amamos este mundo con sinceridad y responsabilidad, con libertad y con alegría.
• “Mi reino no es de aquí”. Es evidente que Jesús no tiene una guardia armada para defenderlo. Su mensaje no se impone por la fuerza. Jesús reprendió a Pedro por pretender defenderlo con la espada (Jn 18,10). No pertenecen al reino de Jesús los que tratan de imponer la verdad por medio de la violencia o de la coacción. O por otros medios más sutiles, como la concesión de beneficios y prebendas.
- Señor Jesús, sabemos y proclamamos en el prefacio de esta fiesta que que el tuyo es el reino de la verdad y de la vida, el reino de la santidad y de la gracia, el reino de la justicia, del amor y de la paz. Tú nos enseñaste a pedir al Padre celestial que se haga en nosotros su voluntad para que venga a nosotros su reino. Que el testimonio de tu vida y la luz de tu palabra nos ayuden a vivir y proclamar la gracia de ese reino.
José-Román Flecha Andrés
martes, 13 de noviembre de 2018
Evangelio según San Marcos 13, 24-32 - "La manifestación gloriosa del Hijo del hombre" -
33º Domingo
Tiempo Ordinario - Ciclo B
"La manifestación gloriosa del Hijo del hombre"
18/11/18
Mc 13, 24-32
Tiempo Ordinario - Ciclo B
"La manifestación gloriosa del Hijo del hombre"
18/11/18
Mc 13, 24-32
Haz click sobre la imágen para leer el Evangelio
Reflexión
ESPERAR SIN TEMOR
“Entonces se salvará tu pueblo: todos los inscritos en el libro” (Dan 12,1). Ante los tiempos difíciles que preanuncia Daniel, se destaca está profecía. Llegará la salvación para todos los que estén inscritos en ese libro de la vida, que aparece ya en las páginas del Éxodo (Éx 32,32) y en los salmos (Sal 69,29).
Ante esa perspectiva de futuro, es cautivadora la posibilidad de brillar entre los astros de los cielos. Así que el profeta añade un anuncio que es una exhortación. Solo brillarán como estrellas en el firmamento los que hayan ganado esa sabiduría que consiste en ser justos y enseñar a otros el camino de la justicia.
Ese horizonte aparece también en la oración confiada del justo: “Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha“ (Sal 15,11). Si el justo espera encontrarse con el Señor, también Cristo aguarda a “los que van siendo santificados” (Heb 10,14).
LOS ASTROS Y LA HIGUERA
También en el relato evangélico que hoy se proclama, Jesús orienta la atención de sus discípulos hacia los últimos acontecimientos de la historia humana. Tiempos de desolación en los que hasta los astros temblarán y caerán de los cielos. Será un momento de crisis para todos los que han adorado a los astros.
Sin embargo, el discurso se centra en la figura del Hijo del hombre. Lo que importa es saber y creer que el Señor manifestará su poder y su gloria (Mc 13,24-32). Es lo que afirmamos continuamente en el Credo, al confesar que Jesucristo “vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos”.
En el texto evangélico se incluye una breve parábola. Cuando las ramas de la higuera se ponen tiernas y aparecen las yemas, deducimos que el verano está ya cerca. Jesús nos advierte que es preciso observar los signos de los tiempos para percibir su presencia en el mundo y su juicio sobre la historia humana.
LOS ÍDOLOS Y LA PALABRA
Siempre nos hemos preguntado cuándo se manifestará el Señor. Pero Jesús no ha precisado el “cuando”. Solo nos ha dicho: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. La ignorancia del futuro es la condición de la libertad.
• “El cielo y la tierra pasarán”. Todo en este mundo tiene fecha de caducidad. No podemos poner nuestra confianza solo en la técnica, en las promesas políticas o en una información manipulada. La espera del Señor juzga nuestras estructuras.
• “Mis palabras no pasarán”. Todo es efímero, pero la palabra del Señor es un faro que nos guía. A su luz podemos realizar un discernimiento para distinguir el bien y el mal. La palabra del Señor nos alienta en el presente y nos juzgará en el futuro.
- Señor Jesús, demasiadas veces hemos confiado en los ídolos que nosotros mismos nos hemos creado. Sabemos que tu palabra nos revela la verdad del mundo y de la historia. Que nuestra fe nos ayude a escuchar tu voz, a vivir en la esperanza y a producir los frutos del amor. “Ven, Señor Jesús”.
José-Román Flecha Andrés
jueves, 8 de noviembre de 2018
Día 17 de Noviembre: "Iº Jornada Diocesana de Pastoral de la Salud"
Con motivo del Día Nacional del Enfermo
se realizará en Mar del Plata la
se realizará en Mar del Plata la
"Iº JORNADA DIOCESANA
DE PASTORAL DE LA SALUD "
"La Pastoral de la Salud en Tiempos de Sínodo"
Invitamos a participar a todos los
Agentes y Voluntarios de Pastoral de la Salud
Agentes y Voluntarios de Pastoral de la Salud
miércoles, 7 de noviembre de 2018
Video: Intenciones del Papa Francisco - “Recemos juntos para que el lenguaje del corazón y del diálogo prevalezca siempre sobre el lenguaje de las armas”
Todos queremos la paz. Y, más que nadie, la quieren aquellos que sufren por la ausencia de paz.
Podemos hablar con palabras espléndidas, pero si en nuestro corazón no hay paz, no la habrá en el mundo.
Con cero violencia y 100 por ciento de ternura , construyamos la paz evangélica que no excluye a nadie.
Recemos juntos para que el lenguaje del corazón y del diálogo prevalezca siempre sobre el lenguaje de las armas.
Papa Francisco - Noviembre 2018
Podemos hablar con palabras espléndidas, pero si en nuestro corazón no hay paz, no la habrá en el mundo.
Con cero violencia y 100 por ciento de ternura , construyamos la paz evangélica que no excluye a nadie.
Recemos juntos para que el lenguaje del corazón y del diálogo prevalezca siempre sobre el lenguaje de las armas.
Papa Francisco - Noviembre 2018
INTENCIONES DEL PAPA
POR LOS DESAFÍOS DE LA HUMANIDAD
NOVIEMBRE 2018
Universal: Al servicio de la paz. Para que el lenguaje del corazón y del diálogo prevalezca siempre sobre el lenguaje de las armas.
Oración de ofrecimiento
Padre bueno, sé que estás conmigo.
Aquí estoy en este nuevo día.
Pon una vez más mi corazón
junto al Corazón de tu Hijo Jesús,
que se entrega por mí
y que viene a mí en la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo y su apóstol,
disponible a su misión.
Pongo en tus manos
mis alegrías y esperanzas,
mis trabajos y sufrimientos,
todo lo que soy y tengo,
en comunión con mis hermanos y hermanas
de esta red mundial de oración.
Con María, te ofrezco mi jornada
por la misión de la Iglesia
y por las intenciones de oración del Papa para este mes.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria
Propuestas para el mes.
- Reflexiona… ¿Cuáles son las personas y situaciones que necesitan reconciliación en tu corazón? Ofrece el perdón a tus hermanos que lo esperan de ti, con palabras y gestos concretos.
- Cultiva el diálogo, la reconciliación y la comprensión mutua, ante situaciones de conflicto y ruptura en tus ambientes. Construye puentes y favorece paz.
- Organiza un momento de oración en tu comunidad para ayudar a que los corazones abandonen la indiferencia y sintonicen compasivamente ante las realidades de guerra, conflicto y violencia que vive el mundo.
https://clicktopray.org/es/pope_prayers
martes, 6 de noviembre de 2018
Día 11 de Noviembre "Jornada Nacional del Enfermo 2018"
Haz click sobre la imágen
Queridos hermanos:Como todos los años, el segundo domingo del mes de noviembre (en este caso el 11/11) la Iglesia en Argentina celebra la Jornada Nacional del Enfermo.
Es un día para tener presentes y acompañar especialmente a nuestros hermanos que están atravesando un problema de salud.
Es también una jornada en la cual se sensibiliza al Pueblo de Dios para acompañar, en el nombre de Jesús, el Buen Pastor, a quienes están enfermos y a sus seres queridos.
Con el equipo de la Comisión Episcopal de la Pastoral de la Salud les proponemos entonces, en la medida de sus posibilidades, tener algún gesto significativo con los enfermos en este día (una misa en la que se rece de un modo especial por los enfermos y si resultara conveniente, se administre el sacramento de la unción a quienes lo requieran; visitas a los hospitales y hogares de ancianos; bendiciones a los enfermos; distintos modos de oración por ellos, etc.) La idea es, de alguna manera, acercarles el consuelo, la fortaleza y la paz que vienen de Dios. También es una buena ocasión para dar a conocer la Pastoral de la Salud y su tarea, y si es posible, suscitar nuevas vocaciones al servicio comprometido en esta área.
Aprovecho para adjuntarles la carta que nos envió el papa Francisco con ocasión de la Jornada Mundial del Enfermo de este año.
Que Jesús, el médico de los cuerpos y de las almas, los bendiga y los conforte.
Con afecto fraterno,
P. Tomás Barbero
Secretario de la
Comisión Episcopal para la Pastoral de la Salud
Evangelio según San Marcos 12, 38-44 - "La ofrenda de la viuda pobre" -
32º Domingo
Tiempo Ordinario - Ciclo B
"La ofrenda de la viuda pobre"
11/11/18
Mc 12, 38-44
“Te juro por el Señor tu Dios que no tengo ni pan; me queda solo un puñado de harina en la olla y un poco de aceite en la alcuza. Ya ves que estaba recogiendo un poco de leña. Voy a hacer un pan para mí y para mi hijo; nos lo comeremos y luego moriremos” (1 Re 17,12). Así responde la viuda de Sarepta al profeta Elías que le pide algo de comer.
Para empezar, nos asombra descubrir que el enviado por Dios a tierra de paganos no inicia el diálogo mostrando su superioridad moral, sino pidiendo ayuda a una pobre viuda. Evidentemente, la misión profética no puede confundirse con la publicidad ni con el proselitismo. Los pobres son una mediación de salvación y de esperanza.
Por otra parte, al acoger a Elías, la viuda de Sarepta es una imagen de la fe. Vive en una región pagana, pero reconoce al profeta como un enviado del único Dios. Por su hospitalidad es un modelo de humanidad. Parece que su generosidad la llevará a la muerte, pero su obediencia al profeta le asegura la vida y la protección del Señor.
UN VERDADERO PROFETA
Tras llegar a Jerusalén, Jesús actúa como un maestro y enseña en los atrios del templo. De hecho, advierte a sus oyentes sobre los defectos de los escribas. Los estudiosos de la Ley del Señor, solo están interesados en aparentar y sobresalir. No sirven a Dios, sino que se sirven de Dios. Se distinguen por su soberbia, su avidez y su hipocresía (Mc 12,38-44).
Pero el verdadero profeta no solo denuncia el mal que descubre a su alrededor, sino que anuncia el bien, la verdad y la belleza. Jesús observa con atención la realidad. Sentado frente a las arcas de las ofrendas que se entregan al templo, escucha las declaraciones de los ricos, que depositan grandes cantidades de dinero.
Pero observa también a una pobre viuda que entrega dos monedas insignificantes. En razón de su pobreza, podría haberse quedado con una de ellas. Pero, como ha anotado el papa Francisco, la viuda “no quiere ir a la mitad con Dios: se priva de todo”.
Tanto la viuda de Sarepta como la pobre viuda de Jerusalén nos dan un valioso ejemplo de confianza en Dios.
EL VALOR DE LA ENTREGA
En la viuda del templo podemos ver el icono de la Iglesia. A ella han de aplicarse las palabras de Jesús: “Esta que pasa necesidad ha echado todo lo que tenía para vivir”.
• “Esta que pasa necesidad”. Tanto los medios de comunicación como la opinión pública comentan con frecuencia los fabulosos bienes que atribuyen a la Iglesia. Pero la pobreza forma parte de la vocación y la misión de la Iglesia. De hecho, al tullido que pedía limosna a la puerta del templo de Jerusalén, Pedro le dijo: “No tengo plata ni oro; pero lo que tengo te doy: en nombre de Jesucristo Nazareno, ponte a andar” (Hech 3,6).
• “Ha echado todo lo que tenía para vivir”. A veces se piensa que para la evangelización se necesita mucho dinero y extraordinarios medios de difusión. Pero, como la viuda del evangelio, la Iglesia sabe que está llamada a entregar todo lo que tiene para vivir. Creemos que el humilde óbolo de la viuda es observado por el Señor. Bien sabemos que el gesto más humilde de un verdadero creyente es semilla de evangelio.
- Señor Jesús, tú sabes que con frecuencia nos dejamos seducir por el brillo del dinero y por las posibilidades que nos podrían ofrecer los bienes de la tierra. Sin embargo, sabemos que tú observas y alabas la ofrenda más pobre, como signo y camino de la confianza en la providencia divina. Te rogamos que nos concedas tu luz para descubrir el valor de la entrega de nosotros mismos.
Tiempo Ordinario - Ciclo B
"La ofrenda de la viuda pobre"
11/11/18
Mc 12, 38-44
Haz click sobre la imágen para leer el Evangelio
Reflexión
LA GENEROSIDAD DE LA VIUDA“Te juro por el Señor tu Dios que no tengo ni pan; me queda solo un puñado de harina en la olla y un poco de aceite en la alcuza. Ya ves que estaba recogiendo un poco de leña. Voy a hacer un pan para mí y para mi hijo; nos lo comeremos y luego moriremos” (1 Re 17,12). Así responde la viuda de Sarepta al profeta Elías que le pide algo de comer.
Para empezar, nos asombra descubrir que el enviado por Dios a tierra de paganos no inicia el diálogo mostrando su superioridad moral, sino pidiendo ayuda a una pobre viuda. Evidentemente, la misión profética no puede confundirse con la publicidad ni con el proselitismo. Los pobres son una mediación de salvación y de esperanza.
Por otra parte, al acoger a Elías, la viuda de Sarepta es una imagen de la fe. Vive en una región pagana, pero reconoce al profeta como un enviado del único Dios. Por su hospitalidad es un modelo de humanidad. Parece que su generosidad la llevará a la muerte, pero su obediencia al profeta le asegura la vida y la protección del Señor.
UN VERDADERO PROFETA
Tras llegar a Jerusalén, Jesús actúa como un maestro y enseña en los atrios del templo. De hecho, advierte a sus oyentes sobre los defectos de los escribas. Los estudiosos de la Ley del Señor, solo están interesados en aparentar y sobresalir. No sirven a Dios, sino que se sirven de Dios. Se distinguen por su soberbia, su avidez y su hipocresía (Mc 12,38-44).
Pero el verdadero profeta no solo denuncia el mal que descubre a su alrededor, sino que anuncia el bien, la verdad y la belleza. Jesús observa con atención la realidad. Sentado frente a las arcas de las ofrendas que se entregan al templo, escucha las declaraciones de los ricos, que depositan grandes cantidades de dinero.
Pero observa también a una pobre viuda que entrega dos monedas insignificantes. En razón de su pobreza, podría haberse quedado con una de ellas. Pero, como ha anotado el papa Francisco, la viuda “no quiere ir a la mitad con Dios: se priva de todo”.
Tanto la viuda de Sarepta como la pobre viuda de Jerusalén nos dan un valioso ejemplo de confianza en Dios.
EL VALOR DE LA ENTREGA
En la viuda del templo podemos ver el icono de la Iglesia. A ella han de aplicarse las palabras de Jesús: “Esta que pasa necesidad ha echado todo lo que tenía para vivir”.
• “Esta que pasa necesidad”. Tanto los medios de comunicación como la opinión pública comentan con frecuencia los fabulosos bienes que atribuyen a la Iglesia. Pero la pobreza forma parte de la vocación y la misión de la Iglesia. De hecho, al tullido que pedía limosna a la puerta del templo de Jerusalén, Pedro le dijo: “No tengo plata ni oro; pero lo que tengo te doy: en nombre de Jesucristo Nazareno, ponte a andar” (Hech 3,6).
• “Ha echado todo lo que tenía para vivir”. A veces se piensa que para la evangelización se necesita mucho dinero y extraordinarios medios de difusión. Pero, como la viuda del evangelio, la Iglesia sabe que está llamada a entregar todo lo que tiene para vivir. Creemos que el humilde óbolo de la viuda es observado por el Señor. Bien sabemos que el gesto más humilde de un verdadero creyente es semilla de evangelio.
- Señor Jesús, tú sabes que con frecuencia nos dejamos seducir por el brillo del dinero y por las posibilidades que nos podrían ofrecer los bienes de la tierra. Sin embargo, sabemos que tú observas y alabas la ofrenda más pobre, como signo y camino de la confianza en la providencia divina. Te rogamos que nos concedas tu luz para descubrir el valor de la entrega de nosotros mismos.
José-Román Flecha Andrés
Suscribirse a:
Entradas (Atom)