El misterio de la Encarnación que resplandece en nuestro Día de la Vida, nos anuncia la buena noticia de que el Hijo de Dios ha asumido y consagrado la totalidad del proceso de la vida humana, desde la concepción o fecundación, hasta la muerte.
Esta celebración nos invita a todos los católicos y a todas las personas que comparten nuestra posición con respecto a la defensa de la VIDA, a considerar, a la luz del Evangelio, los desafíos que, al respecto, requieren de nosotros una clara y decidida respuesta.
No reconocer el valor de la existencia y el carácter sagrado de la vida humana, desde la fecundación hasta la muerte natural, la manipulación de embriones, el aborto, la reproducción asistida, etc., pueden hacernos experimentar la tentación de dudar del esplendor de la verdad que nos transmite la Sagrada Escritura referida a la vida del ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios.
La vida humana es sagrada, porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y porque está protegida por el inmutable y expreso mandamiento divino de "No matar".
En reiteradas ocasiones se pretende sostener que las enseñanzas de la Iglesia son sólo una opinión religiosa, que se oponen a la ciencia, o que la razón y la fe se excluyen y contradicen mutuamente. Otras veces, en nombre de una "libertad individualista y subjetiva", se justifican ciertas prácticas que se admiten sin referencia a valores objetivos, universales e inmutables, inscriptos en la misma naturaleza humana.
Entre todos los derechos humanos, el derecho a la vida ocupa el primer lugar, puesto que no cabe ningún derecho si primeramente no hay un sujeto vivo que pueda tener la protección de las leyes y autoridades.
En el Preámbulo de la Convención sobre los Derechos del Niño (1959). ratificada por la Asamblea Oral. de las Naciones Unidas (1989) se lee: "el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento". La Convención de los Derechos del Niño ha sido incorporada la Constitución Nacional por la reforma de 1994(art. 75 inc.22).
Sin embargo, tanto en el ámbito nacional como provincial, se está aceptando, como "lícito", el "derecho abortar". ¿Qué nos está pasando?
Como integrantes de la "Liga de Madres", comprometidas con nuestra fe, invitamos a todos los fieles católicos, a las familias y a todas las mujeres y hombres de buena voluntad a unirse a la celebración de este Día con actitudes y acciones que promuevan permanentemente la defensa de la vida en todas sus manifestaciones.
(Publicado en el Periódico "El Heraldo" de Concordia)
El Dia del niño por nacer:
Es una iniciativa instituida por el ex Presidente de Argentina, Carlos Saúl Menem. El ex mandatario estableció en el decreto número 1406/98 del 7 de diciembre de 1998, el 25 de marzo como Día del Niño por Nacer. La fecha fue escogida por ser el día en que los católicos -que constituyen más del 90 por ciento de la población- celebran la Fiesta de la Anunciación, cuando Jesucristo fue concebido en el seno de María.
La primera celebración oficial del Día del Niño por Nacer en Argentina, se produjo el 25 de marzo de 1999. El acto central se realizó en el Teatro Coliseo de Buenos Aires y congregó a representantes de la Iglesia Católica en el país e invitados especiales como el Cardenal Bernard Law, Arzobispo de Boston, Estados Unidos; Mons. Francisco Gil Hellín, Secretario del Pontificio Consejo para la Familia del Vaticano; y Mons. Renato Martino, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas. También estuvieron presentes representantes de las iglesias ortodoxas y cristianas, así como líderes judíos y musulmanes.
Poco antes de la fiesta, el entonces Presidente Menem escribió una carta a todos los presidentes de los países de América Latina, así como a los de España, Portugal y Filipinas, pidiéndoles seguir la iniciativa de declarar el 25 de marzo como Día del Niño por Nacer.
El Papa Juan Pablo II, por su parte, envió una carta al Presidente Menem en la que hizo votos "para que la celebración del 'Día del niño por nacer' favorezca una opción positiva en favor de la vida y del desarrollo de una cultura orientada en este sentido, que asegure la promoción de la dignidad humana en todas las situaciones". (Publicado en WWW,aciprensa,com)
En este Día recemos el Santo Rosario por el Niño por Nacer y digamos No al Aborto
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