martes, 23 de julio de 2013

Vídeos Reflexión: 17º Domingo de Tiempo Ordinario - Ciclo C - (Monasterio de Sant Benet Monserrat)




Meditemos:
Central a la parábola de Lucas 11 están dos amigos. Uno estaba en apuro porque no tenia nada en su casa para ofrecerle a una visita que había llegado tarde en la noche sin aviso. Fue a donde un amigo para ver si este tenía pan en su casa que le pudiera dar. El amigo, aunque quizás si tenía pan, se molesto porque era demasiado tarde y ya él y su familia estaban acostados. Jesús explicó que ese amigo le daría pan al otro, no tanto por el valor de su amistad, sino porque no quería que el amigo lo volviera a molestar. Aun así, cuando el amigo tocó su puerta, él la abrió.
La parábola no da a entender que Dios se molesta cuando traemos a él nuestras peticiones. Más bien, la enseñanza aquí es que si pides Dios te dará. Si hablas con Dios, de seguro que inclinara su oído hacia ti. El hombre de la parábola se atrevió a tocar la puerta de su amigo aunque era tarde. ¿Tienes esa confianza con Dios? ¿Te intimidas al orar?... Jesús dice que nuestras oraciones serán escuchadas, nuestras peticiones consideradas, por el simple hecho de que Dios es bueno. Lo compara con un padre que no es capaz de darle algo malo a su hijo.
A veces nos sentimos muy avergonzados por las cosas que hemos hechos y pensamos que Dios no quera bregar con nosotros. Pero el verso 13 dice, "Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!" La oración más importante que una persona puede hacer es la de arrepentirse de sus pecados y renovar su relación con Dios. Dios nunca ignorar esta oración. Si él es capaz de perdonar nuestros pecados, pues también es capaz de cumplir con cualquier otra necesidad que tengamos, siempre y cuando este de acuerdo con su santa voluntad.

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