Pquia. San Pio X, Mar del Plata: Proyecto basado en las directivas del Padre M, Bautista. Como devotos de la Divina Misericordia del Señor, surge la necesidad de ver reflejada en la acción la Misericordia de Dios, queremos dar a conocer las obras de Misericordia, corporales y espirituales especialmente con los pecadores, consolando y asistiendo a los pobres, afligidos y enfermos. Jesús privilegió a los pobres y sufrientes (Lc. 6,20 ss), Él nos enseña a ver en el enfermo a Cristo (Mt. 25,31-46)
miércoles, 28 de septiembre de 2016
Evangelio según San Lucas 17, 3b-10 - "Jesús indica el deber del discípulo" -
27º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"Jesús indica el deber del discípulo"
02/10/16
Lc 17, 3b-10
de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"Jesús indica el deber del discípulo"
02/10/16
Lc 17, 3b-10
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Reflexión
EL FRUTO DE LA FE
“El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por la fe”. Así concluye el texto del profeta Habacuc que se lee en la celebración de la Eucaristía de este domingo (Hab 2,4). Como sabemos, el texto original venía a decir que el final del malvado es la muerte. Pero el justo alcanzará la vida por su “fidelidad”.
Para el profeta, la fe se entiende como la espera atenta del que confía en las promesas de Dios y no se desalienta ante su aparente silencio. No basta con creer que hay un solo Dios. En la carta de Santiago se nos dice que “también los demonios lo creen y tiemblan” (Sant 2,19). La fe ha de traducirse en la fidelidad diaria a la voluntad y al ritmo de Dios.
Se repite con frecuencia una célebre frase de la santa Madre Teresa de Calcuta: “El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz”. Así es y así lo anunciamos.
LA ORACIÓN Y LA FE
También en el evangelio que hoy se proclama reaparece el tema de la fe. Ahora son los apóstoles los que se dirigen al Señor para suplicarle: “Auméntanos la fe” (Lc 17, 5). La fe no se pesa ni se mide. No es una realidad cuantitativa, sino cualitativa. Esta petición incluye algunas sugerencias que no deberíamos olvidar
• Con esta súplica, los apóstoles dan a entender que ya han comprendido que la fe es un don. Es un agua viva que mana de la fuente misma de Dios. Es un don que no se puede imponer, pero tampoco se debe impedir. Hay que suplicarlo con una oración persistente y confiada y hay que procurar mantenerlo con una dedicación agradecida y activa.
• Por otra parte, la petición de los apóstoles nos dice que en el camino de los seguidores del Señor, la fe es siempre poca. Jesús ha llamado a veces a sus discípulos “hombres de poca fe”. Por mucha responsabilidad que tengan los llamados, siempre habrán de reconocer que su fe es débil y manifiestamente mejorable.
EL SEÑOR Y LOS SIERVOS
Hay otra sugerencia en este evangelio. Jesús dice que basta un granito de fe para trasladar una montaña. ¿Es una exageración? No, es una imagen. Trasladar la montaña es dejar nuestro orgullo y convertirnos en siervos de los demás. Con la humildad de los que dicen: “Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer” (Lc 17,10).
• “Somos unos pobres siervos”. Así pues, la fe no se manifiesta en nuestras proclamaciones ni en el ministerio que se nos ha confiado.. Ni siquiera en la exactitud con que practicamos los ritos sagrados o en la belleza de nuestras ceremonias. La fe se hace realidad en el constante servicio a los hermanos.
• “Hemos hecho lo que teníamos que hacer”. Ahora bien, tampoco el servicio puede convertirse en otro motivo para reclamar la gratitud y el reconocimiento social. Dios nos ha amado gratuitamente. Si nuestro servicio al prójimo es interesado ¿quién se va a creer que nuestra fe puede mover las montañas?
- Señor Jesús, también nosotros te pedimos como los apóstoles de la hora primera: “Auméntanos la fe”. Danos fuerza para llevarla a las tareas de cada día. Y danos también la alegría para dar testimonio de ese don. Tú nos lo has concedido para hacernos fieles y felices. Y para que tratemos de mejorar este mundo nuestro.
José-Román Flecha Andrés
jueves, 22 de septiembre de 2016
Evangelio según San Lucas 16,19-31 - "Parábola sobre el rico Epulón y el pobre Lázaro" -
26º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"Parábola sobre el rico Epulón y el pobre Lázaro"
25/09/16
Lc 16,19-31
de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"Parábola sobre el rico Epulón y el pobre Lázaro"
25/09/16
Lc 16,19-31
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Reflexión
EL RICO Y EL POBRE
“Os acostáis en lechos de marfil..., coméis los carneros del rebaño y las terneras del establo..., bebéis vinos generosos... y no os doléis de los desastres de José” He ahí un resumen de las invectivas de Amós contra los ricos egoístas de Samaría. Su tranquilidad no los librará de tener que salir muy pronto hacia el destierro (Am 6, 4-7).
El profeta-pastor se escandaliza no sólo por la comodidad de los ricos de Samaría, sino, sobre todo, por la indiferencia con la que tratan de ignorar las desgracias padecidas por las gentes de las tierras de Efraím y Manases. Pagarán su insensibilidad con la deportación.
En ese contexto, es muy significativa la exhortación da san Pablo a Timoteo: “Hombre de Dios, practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza” (1 Tim 6,11). No podemos olvidar el salmo que hoy cantamos: “El Señor hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos, liberta a los cautivos”(Sal 145, 7).
EL MÁS ACÁ Y EL MÁS ALLÁ
El evangelio de Lucas nos presenta hoy la parábola del rico y el pobre (Lc 16, 19-31). Solo un manuscrito le adscribe al rico el nombre de Neves, que algunas tradiciones entienden como despectivo. El pobre se llama Lázaro, que significa “Dios ha ayudado”. Además de esta diferencia, la parábola contrapone dos escenarios y tres tiempos.
• El primer cuadro refleja la vida de cada día. Vemos que el rico se viste de púrpura y de lino y goza de espléndidos banquetes. El vestido y la comida revelan la riqueza de que goza. Por el contrario, el pobre yace a su puerta, cubierto de llagas, que lamen los perros, y con ganas de saciarse de las migajas que caen de la mesa del rico.
• El segundo cuadro se abre al más allá de la muerte. El rico está en los infiernos. Reconoce al padre Abrahán. Y le ruega que envíe a Lázaro para que le refresque la lengua. Abraham lo reconoce como hijo, pero le explica el cambio de la suerte: él, que tuvo bienes en vida, ahora padece mientras que Lázaro, que solo tuvo males, ahora encuentra consuelo.
LA ESCUCHA Y LA SEÑAL
En la parábola hay todavía un tercer tiempo, en el que el rico intercede por sus hermanos. Si Abrahán les envía a Lázaro como mensajero, tal vez recapaciten y puedan evitar caer en el mismo lugar de tormento. Y aquí se mencionan otras dos respuestas de Abrahán:
• “Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. En la Biblia tiene una gran importancia la “escucha” de la palabra de Dios. En escuchar y cumplir esa palabra está la salvación. Por eso es preciso preguntarse qué es lo que nos impide escucharla.
• “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto”. El pecado y la tibieza nos impulsan a vivir a la espera de una señal “especial” de Dios para decidirnos a cambiar de vida. Pero la señal ya se nos ha ofrecido.
- Señor Jesús, bien sabemos que la señal divina es la presencia humana del pobre. Así lo indicaban la Ley y los profetas. Y así nos lo has enseñado tú con tu ejemplo y tu palabra. No permitas que caigamos en el doble pecado de la satisfacción y la indiferencia.
José-Román Flecha Andrés
miércoles, 21 de septiembre de 2016
jueves, 15 de septiembre de 2016
Evangelio según San Lucas 16,1-13 - "El administrador astuto"
25º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"El administrador astuto"
"El administrador astuto"
18/09/16
Lc 16,1-13
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Reflexión
DIOS Y EL DINERO
“¿Cuándo pasará la luna nueva para vender el trigo, y el sábado para ofrecer el grano?” Así pensaban y decían aquellos ricos desalmados que se encontró Amós al subir desde su pueblo de Técoa hasta la alta colina de Samaría.
Amós proclamaba abiertamente que él no era un profeta. Era sólo un pastor. Pero tenía ojos para ver la injusticia. Tenía sentido común para percibir la falsedad de los que pasaban el tiempo de oración planeando sus próximos negocios. Y, sobre todo, tenía fe y valor para gritar que Dios no podía ignorar tanta ignominia (Am 8,4-7).
El mensaje no es despreciar la riqueza sino apreciar la dignidad de los humildes.
Con el salmo responsorial proclamamos que Dios “levanta del polvo al desvalido y alza de la basura al pobre” (Sal 112,7-8).
San Pablo pide a Timoteo que se hagan oraciones para que todos puedan llevar “una vida tranquila y apacible, con toda piedad y decoro” (1Tim 2,1-2)
UNA DOBLE ASTUCIA
El evangelio de Lucas privilegia a los pobres y marginados. Por eso, en sus páginas se menciona tantas veces el dinero. En el texto que hoy se proclama se recuerda la parábola del hombre rico que descubre la infidelidad de su administrador (Lc 16,1-13).
Antes de dejar su trabajo, éste urde apresuradamente una nueva trampa contra los intereses de su amo: invita a los deudores a disminuir notablemente la deuda contraída por la compra del trigo y del aceite. ¿Cómo explicar la alabanza que el amo dedica a su administrador, al enterarse del engaño?
• Jesús subraya la astucia que los hijos de este mundo emplean para el mal y desea que los hijos de la luz aprendan a ser astutos para el bien.
• Además, el Maestro exhorta a los discípulos a que utilicen los bienes para ganarse una buena acogida en las moradas eternas.
• Finalmente, dado el contexto de este evangelio, tal vez se sugiere que el proceder del administrador ha hecho comprender a su amo lo efímero de los bienes de este mundo.
LOS DOS AMOS
De todas formas, la conclusión de la parábola, parece llevarnos a olvidar el aplauso que el amo dedicó a su administrador. El texto evangélico, en efecto, incluye dos serias advertencias para todos los discípulos:
• Solo quien es fiel será fiable. La fidelidad en lo pequeño hará que el discípulo de Cristo merezca confianza cuando se trata de lo más importante. El buen uso del dinero y de los bienes de la tierra es un signo de la seriedad del compromiso del creyente.
• Por otra parte, nunca será fácil servir bien a dos amos. El buen servicio a uno genera un mal servicio al otro. Es preciso saber elegir a quién servir. Esa elección revela la verdad última de la persona. La conclusión es tajante: “No podéis servir a Dios y al dinero”.
- Señor Jesús, todos proclamamos el valor de la justicia, pero tú conoces bien en cuántos momentos todos somos injustos. Libera nuestro corazón de la esclavitud a los bienes de este mundo para que podamos ser creíbles, al anunciar tu mensaje de amor y de justicia.
José-Román Flecha Andrés
lunes, 12 de septiembre de 2016
Video: Intenciones del Papa Francisco - "Para una sociedad más humana" - (YouTube) -
Para que cada uno contribuya
al bien común y a la construcción de una sociedad que ponga
al centro la persona humana.
Papa Francisco - Septiembre 2016
INTENCIONES DEL PAPA
POR LOS DESAFÍOS DE LA HUMANIDAD
SEPTIEMBRE 2016
Universal - Para una sociedad más humana.
Para que cada uno contribuya al bien común y a la construcción de una
sociedad que ponga al centro la persona humana.
Por la Evangelización - La misión evangelizadora de los cristianos.
Para que los cristianos, participando en los Sacramentos y meditando la Sagrada Escritura
lleguen a ser siempre más conscientes de su misión evangelizadora.
Oración
Padre de bondad,
vivimos en un mundo dividido por los intereses y
por los conflictos, basado en el egoísmo y
en la búsqueda del propio bienestar.
Ayúdanos a tomar conciencia que el verdadero bienestar
se alcanza buscando el bien del otro antes que el propio bien.
Ayuda a que mi fe alimentada por los sacramentos y
por la Palabra, haga de mi vida lugar de realización del Evangelio.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria…
Propósitos para este mes:
Reflexionar sobre las opciones de vida en las propias opciones,
grandes y pequeñas y preguntarse si tenemos
el bien de la persona como centro de esas opciones.
Crear una actitud de atención a todos,
especialmente a los más pobres y frágiles.
Rezar para que cada cristiano tenga conciencia de su deber
de ser evangelizador y colaborar en la medida de lo posible
para una mejor vivencia de los sacramentos y
de la lectura de la Palabra en su comunidad.
http://www.apmej.org/
viernes, 9 de septiembre de 2016
Evangelio según San Lucas 15,1-32 - "Parábolas de la Misericordia de Dios"
24º Domingo
de Tiempo Ordinario - Ciclo C -
"Parábolas de la Misericordia de Dios"
"Parábolas de la Misericordia de Dios"
11/09/16
EL REENCUENTRO
“Anda, baja del monte, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado” (Éx 32,7). Con esas palabras se dirige el Señor a Moisés para anticiparle el espectáculo bochornoso que va a descubrir cuando descienda al llano.
Dios había adoptado a Israel como su pueblo. Ahora parece desentenderse de él al decir a Moisés. “Se ha pervertido tu pueblo”. Dios había tomado la iniciativa de sacar a su pueblo de Egipto. Ahora parece cargar esta responsabilidad sobre Moisés. La apostasía del pueblo enciende la ira de Dios. Pero ante la súplica de Moisés, Dios se arrepentirá de la amenaza que pronuncia contra su pueblo (Ex 7,14).
San Pablo reconoce que, a pesar de haber sido un blasfemo, un perseguidor y un violento, Dios se ha compadecido de él (1 Tim 1, 12-17). Por eso, la asamblea litúrgica canta en este día: “Misericordia, Dios mío por tu bondad” (Sal 50, 3).
LA ALEGRÍA
Tres parábolas sobre pérdidas y encuentros. Tres parábolas sobre la alegría (Lc 15). Un capítulo que quedaría flotando en el recuerdo, aunque todo el evangelio se olvidara. Así lo pensaba el poeta Charles Péguy.
• Un pastor perdió una oveja. La buscó y logró encontrarla. Y, alborozado, invitó a sus amigos a felicitarlo. Una mujer perdió una moneda. La buscó y al encontrarla, pidió a sus vecinas que la felicitaran. Jesús concluye estas parábolas con una misma profecía: “Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta”.
• En la tercera parábola hay un hijo que abandona el hogar, pero se arrepiente y vuelve. En su casa no hay cerrojos. Hay un padre que recibe al que se había perdido. Y hay otro hijo que no se ha ido de casa, pero no la vive como el hogar del amor y la armonía. Pero su padre lo invita a alegrarse: “Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido, estaba perdido y lo hemos encontrado” (Lc 15, 32).
EL TERCER HIJO
Hace muchos años explicaba yo a los niños de la parroquia la “parábola del hijo pródigo” y de su padre misericordioso. En un momento les dije que en la tercera parábola me faltaba un tercer hijo. Un hijo que no abandonara el hogar. Un hijo que esperara a su hermano y se adelantara a preparar con alegría la fiesta para recibirlo en la casa.
De pronto, un niño levantó su mano para pedir la palabra. Nunca olvidaré su observación: “Ese tercer hijo también aparece en el evangelio. El tercer hijo es el mismo que cuenta la parábola”. Y así es. Una vez más, un niño nos ha evangelizado. Jesús no reniega del amor del Padre. Y tampoco reniega del hermano. Su amor y su alegría nos acogen en el hogar.
- Señor Jesús, el pueblo de Israel alcanzó el perdón a pesar de su idolatría. Tú nos enseñas que no es el reproche, sino la alegría lo que corona el reencuentro cuando nos hemos perdido. Te reconocemos como “el rostro de la misericordia de Dios”. Bendito seas por siempre, Señor.
José-Román Flecha Andrés
viernes, 2 de septiembre de 2016
Video: 4 de Septiembre "Canonización de Madre Teresa de Calcuta" - Entrevista - (YouTube)
La Madre Teresa se canonizada en este Año de la Misericordia porque ella era consciente de la misericordia de Dios
y de la pobreza.
Este Año nos recuerda que frente a Dios
todos buscamos misericordia, somos como mendicantes
que tenemos necesidad de amor, perdón y misericordia
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